Valeria Rivero: cómo transformar residuos en energía, resiliencia y futuro sostenible

By Manuel Joao Filomeno Nuñez

Comprender la energía como un derecho básico y no como un privilegio puede redefinir la forma en que las sociedades enfrentan la pobreza, la desigualdad y la crisis climática. Cuando el acceso a lo esencial falla —la luz, el gas, el agua— también se fractura la calidad de vida. Sin embargo, incluso en esos contextos adversos, existen historias que demuestran que la innovación puede surgir desde la escasez y convertir los problemas ignorados en soluciones transformadoras.

Esa fue la esencia de la ponencia de Valeria Rivero durante TEDx Unifranz 2025, un evento organizado por la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) con licencia de TED, que reunió ideas y experiencias en torno a la tecnología, la ciencia, la resiliencia humana y el arte como motores de cambio. En el escenario, Rivero compartió un testimonio profundamente personal que conectó la memoria, el emprendimiento y la sostenibilidad, mostrando que el desarrollo no siempre nace en grandes centros industriales, sino en la observación crítica del entorno.

Rivero creció en Guayaramerín, Beni, una ciudad amazónica marcada por la convivencia permanente con el río Mamoré. Allí vivió, a los ocho años, su primera gran inundación. “El agua empezó a subir, se llevó calles, patios, todo. Ahí entendí lo que era vivir con lo mínimo”, recordó, explicando cómo ese episodio definió su relación con la pérdida y la adaptación. Con el tiempo comprendió que detrás de aquella experiencia infantil había miedo, dolor y una fragilidad estructural que afecta a miles de familias en el país.

Esa vivencia despertó una fascinación temprana por la energía. “No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Prender un foco, cocinar con gas, tener un baño, son cosas fundamentales para la calidad de vida”, afirmó, subrayando cómo lo cotidiano se vuelve vital cuando desaparece. Ese interés la llevó a soñar con estudiar ingeniería electromecánica, un camino que implicó migrar, sacrificios familiares y enfrentar el fracaso académico.

Uno de los momentos más honestos de su relato fue cuando habló de reprobar el examen de ingreso a la universidad. “El fracaso no nos define, sino lo que hacemos justo después de eso”, señaló, destacando el acompañamiento de su familia y el esfuerzo que le permitió volver a intentarlo. Más adelante, se enfrentó a una brecha aún mayor: la desigualdad educativa entre el campo y la ciudad, una realidad que exigió perseverancia y conciencia crítica.

Lejos de resignarse, Rivero decidió mirar su entorno con otros ojos. Junto a sus socios, Jorge y Daniel, identificó no solo basura física, sino también oportunidades perdidas. “Vivimos rodeados de desechos, pero también de talento desperdiciado y problemas ignorados”, explicó antes de plantear la pregunta que marcaría su emprendimiento: “¿Qué pasaría si transformáramos los residuos orgánicos en algo mucho más valioso?”.

Así nació Uneco Energy, un proyecto enfocado en el diseño y construcción de biodigestores capaces de convertir residuos orgánicos en biogás y fertilizante natural. En un contexto nacional marcado por el déficit energético, la posible eliminación de subsidios a combustibles fósiles y millones de cabezas de ganado que generan metano sin aprovecharse, la propuesta adquiere relevancia estratégica. 

“Un biodigestor no solo genera gas; genera independencia, resiliencia y comunidad”, afirmó Rivero, resaltando su impacto social.

Su historia también desmitificó la idea romántica del emprendimiento. Renunciar a un empleo estable, sostener una empresa y asumir responsabilidades tuvo un costo personal. “La verdadera pelea que tenemos todos es con uno mismo”, confesó al relatar el momento en que el agotamiento la obligó a detenerse y replantear su camino. En ese proceso, comprendió que el valor no está solo en la meta, sino en el trayecto.

La ponencia de Rivero dialogó con las demás voces de TEDx Unifranz 2025, como Khalil García-Tornel y Sinchy Díaz, quienes defendieron la ciencia aplicada al día a día; Luis Eduardo Hinojosa, que conmovió con su historia de reinvención tras quedar cuadripléjico; y Rigo Bellot-Machi, que invitó a reescribir la narrativa personal desde la neurociencia y el cine y Nicole Guerrero, que hablo sobre el poder de la solidaridad. Juntas, estas historias coincidieron en un mensaje: la transformación comienza en la mente y se fortalece en comunidad.

Al cerrar su intervención, Rivero lanzó una invitación directa al público: “¿Qué es eso que te molesta en tu vida o en tu comunidad? Quizás ahí está algo que solo tú puedes transformar”, concluyó, recordando que incluso lo que parece inútil puede convertirse en energía para construir un futuro más justo y sostenible.

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