¿Cómo diseñar el futuro de las ciudades y el empleo desde el Estado, la academia y el sector privado? Unifranz impulsó el debate en Futures Week
El empleo, especialmente para los jóvenes, el desarrollo sostenible y la salud de la ciudadanía fueron el centro del análisis de expertos, académicos, empresarios y miembros del Gobierno Municipal de La Paz en el evento llamado El futuro es hoy, desarrollado en el marco de Futures Week, que organizó la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) en la sede de gobierno.
El panel reunió a representantes del sector público, organismos internacionales, el empresariado y la academia para debatir los desafíos de las ciudades frente a la urbanización acelerada, la desigualdad territorial y el empleo joven. La moderación estuvo a cargo de la periodista Zulema Alanes, presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia, quien abrió el diálogo recordando que “el futuro no es una promesa, sino una tarea colectiva que empieza por entender nuestras propias ciudades”.
Alanes planteó el debate desde una mirada crítica sobre el crecimiento urbano y sus desigualdades. “Nos estamos convirtiendo en un país fundamentalmente urbano”, advirtió, e invitó a los panelistas a reflexionar sobre cómo construir “una ciudad amable, inclusiva, innovadora y sostenible”.
Planificación, sostenibilidad y salud: el reto de las ciudades
El secretario municipal de Planificación de La Paz, Diego Chávez Rodríguez, puso sobre la mesa tres indicadores críticos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el ámbito urbano: vivienda, transporte y expansión territorial.
“El 79,4% de las viviendas en La Paz no está concluido; el 76% de la población usa transporte público y tarda en promedio 45 minutos en llegar a su trabajo”, detalló. Subrayó que uno de los grandes retos es“romper la idea de que los datos son solo para la administración pública” y destacó que el municipio impulsa un sistema de datos abiertos “para construir políticas con la ciudadanía, las universidades y los jóvenes”.
Desde la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES), Daniel Agramont Lechín planteó un diagnóstico estructural del país: “La mayor barrera para el desarrollo en Bolivia es el extractivismo. Nuestra alta dependencia de los recursos naturales hace que la economía sea vulnerable y que no generemos empleos sostenibles”.
Agramont propuso apostar por la digitalización y la innovación como vías para diversificar la economía: “No necesitamos fábricas pesadas, sino inteligencia tecnológica y creatividad”.
A su vez, el economista Marcelo Arroyo, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), identificó cinco aceleradores para avanzar hacia ciudades sostenibles: “Planificación integral, incorporación de la agenda climática, gobernanza participativa, financiamiento sostenible y acciones concretas con racionalidad climática”.
Según Arroyo, el desafío está en “reconocer la historia de la ciudad, catalizar sus oportunidades en el presente y proyectarse hacia un futuro deseado”.
Por su parte, Roberto Sánchez, consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), enfatizó que la salud urbana debía estar en el centro de la planificación: “Una ciudad saludable es aquella que prioriza la salud física, mental y social. No se trata solo de curar enfermedades, sino de promover bienestar”.
Advirtió que el sistema de salud fragmentado y la mala calidad del aire impactan directamente en la calidad de vida, y llamó a fomentar la “movilidad sostenible, áreas verdes y participación ciudadana”.
Juventud, empleo y alianzas para un futuro sostenible
La mirada sobre el empleo y la inclusión laboral ocupó un lugar central en el panel. Cynthia Aramayo, vicepresidenta de la Federación de Empresarios Privados de La Paz, expuso un panorama preocupante: “Solo el 14% de la población laboral tiene trabajo estable; el resto vive del empleo informal”. Consideró que el sector privado debía generar incentivos para emplear jóvenes y apostar por la sostenibilidad: “Si el Estado otorga beneficios fiscales a las empresas que contraten jóvenes en sectores verdes o de innovación podremos generar empleo digno y transformador”.
En la misma línea, Rafael Vidaurre, coordinador del Observatorio Nacional del Trabajo (ONT) de Unifranz, advirtió que “el empleo joven sigue siendo precario, con bajos salarios y sin acceso a seguridad social”. Planteó que la economía verde, la economía creativa y la digitalización podían convertirse en motores de desarrollo: “Necesitamos incubadoras, formación digital y una normativa laboral moderna que incentive el trabajo por horas y el teletrabajo”.
El rol de los jóvenes también fue subrayado por Marcelo Arroyo, quien sostuvo que “los jóvenes buscan oportunidades, y esas oportunidades deben traducirse en acciones reales”. Propuso crear fondos de capital de riesgo y mecanismos de financiamiento para emprendimientos juveniles: “Son ellos quienes pueden co-crear políticas públicas urbanas y ser actores del desarrollo”.
Desde la mirada social, Agramont agregó que “la sostenibilidad no se logrará sin justicia social y participación ciudadana activa”. Señaló que Bolivia debía superar la dependencia de los recursos primarios y apostar por “economías digitales, circulares y creativas”.
Aramayo, al retomar la palabra, resaltó el poder de las alianzas público-privadas: “La academia debe formar el talento que las empresas necesitan, los empleadores deben comprometerse a generar oportunidades, y el Estado tiene que ofrecer condiciones e incentivos. Solo juntos podremos construir una ciudad innovadora y competitiva”.
Vidaurre complementó que “el Estado no debe ser el principal empleador, sino el normador que facilite el desarrollo de fuentes de trabajo sostenibles”. Propuso fortalecer la formación en oficios, el empleo remoto y la economía del cuidado, en especial para mujeres.
Sánchez, desde la perspectiva sanitaria, recordó que “la salud mental es igual de importante que la física” y destacó la necesidad de planificar ciudades resilientes. Mencionó ejemplos internacionales como Uruguay y Singapur, donde pequeñas acciones —desde el uso responsable de la sal de mesa hasta las ciclovías inteligentes— generan grandes impactos en el bienestar urbano.
Una ciudad co-creada
Al cierre, Zulema Alanes destacó que las reflexiones del panel “ratifican que el futuro es hoy”. Según la periodista, el reto está en convertir las ideas en acciones concretas que mejoren la vida urbana y promuevan la inclusión: “Hay ideas innovadoras y apertura para aprender de otras realidades. Eso ya es un paso hacia el cambio”.
Finalmente, la rectora nacional de Unifranz, Verónica Ágreda, celebró el espíritu colaborativo del evento y resumió su esencia al afirmar que “nada de esto sería posible si no entendemos la importancia de trabajar juntos, día a día, con un propósito común”.
El panel concluyó con un mensaje compartido: el futuro de las ciudades no se esperaba, se construía colectivamente desde la planificación, la empatía y la acción.