La innovación y apoyo impulsan la economía creativa

La economía creativa es un motor de desarrollo y generación de oportunidades. Este sector, que acoge industrias como el diseño, la música, el cine, la gastronomía, la publicidad digital y los contenidos culturales, se nutre del talento, la innovación y la capacidad de transformar ideas en valor económico y social. Sin embargo, la clave para que la creatividad se traduzca en sostenibilidad está en el impulso a los negocios y emprendimientos.
Eve Gómez, vicerrectora de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que la función académica actúa como un ecosistema donde convergen ideas, talentos y oportunidades, facilitando el encuentro para impulsar iniciativas dentro de la economía creativa, brindando visibilidad, respaldo y proyección a quienes están transformando realidades a través de la cultura, el diseño, la tecnología y otras expresiones creativas.
“Las instituciones de educación superior se convierten en una plataforma en relación a la economía creativa, sobre todo porque pueden impulsar la innovación. Las universidades nos convertimos en centros de innovación, de generación de conocimiento, pero también de impulso para los emprendimientos”, explica la autoridad académica.
Los emprendedores creativos suelen tener grandes visiones artísticas, pero si no cuentan con herramientas de gestión, planificación financiera, marketing y liderazgo, sus proyectos corren el riesgo de quedarse en iniciativas efímeras. Por ese motivo, cada vez es más importante que universidades e incubadoras promuevan la formación con un enfoque adaptado a la economía creativa.
Sin embargo, este apoyo en el ámbito creativo no se limita a la tarea administrativa, como organizar recursos o elaborar planes estratégicos. Implica también entender que las ideas, la innovación y el capital humano son el principal activo.
Eliana Paco, destacada diseñadora de modas boliviana, explica que es importante desarrollar una mirada más constructiva para los emprendedores emergentes y para aquellos que se consolidaron en el tiempo.
Para la reconocida diseñadora, es fundamental adoptar una visión más positiva y constructiva hacia los emprendedores, tanto para quienes recién están empezando como para aquellos que ya han logrado consolidarse con el paso del tiempo.
“Cada aspecto creativo tiene como finalidad emprender algo. Emprender algo significa mover economía y, mover la economía significa, en muchos de los casos, generar fuentes de empleo”, destaca Paco.
Según ella, es importante que la sociedad y las instituciones valoren el esfuerzo, la creatividad y la perseverancia que implica emprender, especialmente en sectores como la moda, el arte o la cultura.
Brindar apoyo, como espacios de crecimiento y reconocimiento, no solo fortalece los proyectos individuales, sino que también contribuye al desarrollo de todo el ecosistema creativo en el país. “El reconocimiento, el apoyo a todos estos espacios, ayuda a que no desaparezca el emprendimiento”, enfatiza Paco.
Un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), un órgano intergubernamental de las Naciones Unidas, sobre Perspectivas de la Economía Creativa, sostiene que los beneficios económicos de las industrias creativas contribuyen entre el 0,5 % y el 7,3 % del Producto Interno Bruto en diferentes países, y emplean entre el 0,5 % y el 12,5 % de la fuerza laboral.
“Se ha demostrado que estos aspectos culturales y la economía creativa terminan moviendo la economía, no solamente a nivel nacional, sino a nivel mundial, y de manera muy significativa, con índices altos en cuanto a los reportes que se tienen en el tema económico”, explica Paco.
En Bolivia, la economía creativa ha dejado de ser vista como un sector alternativo y comienza a consolidarse como un pilar estratégico para la diversificación de la economía. Esta integración permite no solo potenciar proyectos existentes, sino también identificar nuevas oportunidades de innovación con impacto social, cultural y económico.
“A través de proyectos que se generan desde la innovación, pueden recibir apoyo para capitales de incubación y, por qué no, a través de organizaciones con las cuales conectamos, capital semilla”, destaca la vicerrectora de Unifranz.
De esta manera, el compromiso de las instituciones con la economía creativa se traduce en un acompañamiento integral, que potencia el talento y lo transforma en iniciativas con verdadero impacto y proyección.
En septiembre se realizará el III Foro Internacional de Economía Creativa, un evento impulsado por Unifranz. El objetivo del foro es impulsar el desarrollo sostenible y resiliente de la ciudad de El Alto, a través de un encuentro y colaboración entre actores públicos y privados, para fortalecer el emprendimiento y proyectarlo a nivel nacional e internacional. El foro se llevará a cabo los días 11 y 12 del presente mes. Las personas que deseen más información pueden ingresar al link: https://eventos.unifranz.edu.bo/foro-de-economia-creativa