La ortografía también se entrena: descubre 7 herramientas TIC para lograrlo

By Lily Zurita Zelada

IMAGEN DE UNIFRANZ

Cada vez escribimos más, pero pensamos menos en cómo lo hacemos. Entre chats, emojis y correcciones automáticas, la buena ortografía parece haberse vuelto invisible. Sin embargo, escribir bien sigue siendo una habilidad poderosa, porque es un reflejo de quiénes somos, cómo pensamos y cuánto valor le damos a comunicar con claridad. Es mucho más que una regla gramatical; es una herramienta vital para crecer, conectar y abrir puertas en lo académico, lo profesional y lo personal.

La tecnología, lejos de ser un obstáculo, puede ser una gran aliada. Hoy, existen herramientas TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) que no solo corrigen errores, sino que enseñan, acompañan y potencian la escritura.

Gabriel Romano, docente de la carrera de Periodismo en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que escribir bien es una competencia esencial que permite comprender textos complejos y transmitir ideas de forma clara, lo que impacta directamente en la formación educativa a lo largo de la vida.

“Tener buena ortografía forma parte de la formación estructural de todo ser humano. Es el enlace de la tríada lectura-escritura-habla; es como el pegamento que integra esas tres categorías de la comunicación”, reflexiona. 

Por su parte, Marcelo Pacheco, director de la carrera de Ingeniería de Sistemas, también en Unifranz, añade que escribir bien no es solo poner letras en orden, es pensar con claridad. 

“La escritura es una herramienta poderosa que nos permite expresar ideas, resolver problemas, construir argumentos y conectar con los demás”, afirma. 

En una sociedad saturada de información y automatización, las palabras bien escritas siguen siendo una carta de presentación que habla de quiénes somos, del respeto por el lector y de nuestra capacidad para razonar.

La ortografía, un reflejo de pensamiento y cultura

Es común asociar la ortografía únicamente con los exámenes escolares o con las reglas gramaticales, pero su alcance es mucho más profundo. Tanto Romano como Pacheco coinciden en que la ortografía es una herramienta cultural, una forma de estructurar el pensamiento y de presentarnos ante el mundo.

“La ortografía está ligada a una condición de prestigio personal. Es una carta de presentación social que no refleja poder económico, sino el cuidado individual en la ruta del conocimiento”, explica Romano. Además, advierte que una mala ortografía puede revelar deficiencias estructurales en la formación personal e institucional.

Pacheco lo resume con claridad. “Escribir bien es pensar bien”. Una redacción clara y sin errores no solo mejora nuestras oportunidades académicas y laborales, sino que fortalece nuestra autoestima y capacidad de análisis. Saber escribir implica también saber leer, reflexionar, estructurar argumentos y comunicar de manera efectiva.

Herramientas TIC que ayudan a mejorar la ortografía

Afortunadamente, en la actualidad, la tecnología ofrece soluciones poderosas para acompañar el aprendizaje. Aunque nada reemplaza la lectura constante y el esfuerzo personal, existen plataformas digitales que permiten detectar errores, sugerir mejoras y comprender reglas gramaticales de forma intuitiva.

Entre las herramientas más recomendadas están:

  1. Grammarly: permite revisar gramática y estilo, principalmente en inglés, aunque su versión premium ofrece soporte multilingüe.
  2. LanguageTool: destaca por detectar errores contextuales y repeticiones, ideal para escribir textos más fluidos.
  3. Stilus: orientado a corrección profesional en español, ofrece explicaciones detalladas sobre gramática y ortografía.
  4. Google Docs: subraya errores en tiempo real y sugiere alternativas para mejorar la redacción.
  5. Microsoft Editor: una solución integrada en Word y Outlook, que corrige gramática, estilo y ortografía.
  6. Reverso: no solo traduce, también corrige errores y explica sus causas.
  7. ChatGPT: como asistente de redacción, puede revisar textos, explicar normas y sugerir estructuras más claras.

Romano subraya que, sin embargo, una de las mejores herramientas para tener buena ortografía, incluso antes de recurrir a una aplicación digital, es la lectura. 

“La lectura es el método más efectivo por naturaleza para escribir correctamente, no hay nada que supla aquello”, señala tajantemente.

La inteligencia artificial, ¿aliada o amenaza?

La inteligencia artificial (IA) está presente en casi todas las herramientas de redacción. Su capacidad para sugerir correcciones instantáneas puede resultar muy útil, pero también plantea el dilema de si estamos dejando de pensar por nosotros mismos.

“Lo adecuado es crear una ética del manejo de la IA”, advierte Romano. “El riesgo de que la IA supla esta competencia personal es que el individuo se vuelva una cáscara vacía que no es capaz de resolver nada por sí mismo”. La IA debe ser una guía, no una sustituta del aprendizaje real.

Pacheco coincide y agrega que “muchos estudiantes de hoy solo copian y pegan respuestas generadas por la IA sin leerlas. El riesgo es evidente: se pierde la voz propia y la capacidad de pensar”. Para él, la inteligencia artificial debe ser utilizada como un tutor que oriente, pero no como una muleta que impida el desarrollo del pensamiento crítico.

Más allá de lo académico, escribir bien nos da poder. Poder para expresarnos, para defender nuestras ideas, para construir proyectos y liderar equipos. En palabras de Pacheco, “tener buena ortografía y redacción permite comunicar ideas con precisión, entender mejor a los demás, aumentar tus oportunidades y, sobre todo, aprender a pensar de forma estructurada”.

La buena ortografía no es una moda ni un lujo, es una necesidad. Hoy, más que nunca, tenemos a nuestro alcance herramientas TIC que pueden potenciar nuestro aprendizaje; pero la responsabilidad última sigue siendo nuestra.

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Lily Zurita Zelada

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