El apoyo familiar, la clave para el éxito académico de los jóvenes estudiantes

Matías Philco tiene 21 años, pero su historia comienza mucho antes, cuando aún era un niño con grandes sueños y una curiosidad insaciable. Desde pequeño se sintió atraído por el poder de las palabras y las historias. Recordaba con cariño cómo su abuelo le contaba anécdotas de su vida, relatos que no solo atrapaban su atención, sino que sembraban una semilla que, sin saberlo, lo guiaría por el camino del periodismo. Quizás fue esa pasión por las narraciones familiares, o tal vez, esa fascinación que sentía al ver publicidades en la televisión, que despertó en él el deseo de contar historias propias, de plasmar en palabras lo que veía y lo que otros necesitaban escuchar.
No recuerda con exactitud el momento exacto en que ese sueño comenzó a crecer en su interior, pero lo que sí sabe es que desde que terminó la secundaria, su decisión fue clara: quería ser periodista. El camino que eligió fue determinante y la certeza de su vocación lo impulsó a dar el siguiente paso. Decidió inscribirse en la carrera de Periodismo en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz La Paz, con la seguridad de que allí encontraría las herramientas necesarias para transformar su sueño en una realidad. Y, como no podía ser de otra manera, sus padres siempre estuvieron allí, apoyándolo en cada decisión, dándole fuerzas para avanzar y ser fiel a sí mismo.
Para Matías, el respaldo de su familia ha sido fundamental. El amor y la orientación de sus padres han sido su ancla. Sus padres no solo le brindaron las herramientas para tomar decisiones, sino también la libertad para elegir su propio camino, sabiendo que el verdadero éxito radica en ser fiel a sus pasiones.
“Mis padres me han mostrado siempre el valor de la determinación y la independencia a la hora de tomar decisiones importantes”, dice Matías.
Liudmila Loayza, directora de la carrera de Psicología en Unifranz, aplaude el apoyo de los padres como algo indispensable en el crecimiento de los jóvenes. “Papá y mamá deben darles las herramientas para que sus hijos puedan enfrentar los desafíos, pero también deben permitirles tomar sus propias decisiones”, explica. “No se trata de resolverles la vida, sino de acompañarlos en su proceso, de ser su guía sin ser un obstáculo”. Esta reflexión resuena profundamente en Matías, quien sabe que su familia le ha brindado todo lo necesario para que pueda navegar por el mar de decisiones que conlleva la vida.
Matías ha recorrido más de la mitad de su carrera. Ha tenido la oportunidad de hacer prácticas en medios de comunicación, y, aunque ha recibido algunas ofertas laborales, sabe que lo más importante para él en este momento es terminar su formación académica. “No quiero empezar a trabajar antes de sentir que estoy completamente preparado. Quiero hacer bien las cosas, porque sé que mi futuro está en juego”, reflexiona.
Matías no solo está pensando en su futuro. Él sabe que el futuro de Bolivia y de muchas naciones depende de los jóvenes que toman las riendas de su destino. Según los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda del 23 de marzo de 2024, Bolivia tiene una población total de 11.312.620 habitantes, de los cuales más de 3 millones son jóvenes entre 18 y 35 años, un grupo clave en la construcción de la sociedad. El Instituto Nacional de Estadística (INE) informa que la población juvenil, definida como personas de entre 16 y 28 años, alcanza aproximadamente 2.610.000 habitantes, lo que representa el 23,4% de la población total del país. Esta cifra es un claro reflejo de la importancia de las decisiones que los jóvenes toman hoy, ya que serán ellos quienes definirán el rumbo del país.
El futuro del mundo está en manos de los jóvenes, resalta la Organización de Naciones Unidas (ONU), al afirmar que ellos son los agentes clave en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), participando activamente en áreas como la educación, el empleo y la acción climática. Los jóvenes de hoy son los líderes del mañana, y el papel que desempeñen en el futuro cercano será fundamental para el bienestar global.
En este contexto, el apoyo de los padres y la orientación adecuada en las decisiones importantes es crucial. “Los jóvenes necesitan saber que sus decisiones son respetadas, que tienen un lugar donde se sienten apoyados para decidir qué quieren ser y cómo quieren lograrlo”, afirma Loayza. La conexión entre padres e hijos, basada en el respeto mutuo y la comprensión, es un pilar fundamental para el desarrollo de jóvenes como Matías.
Alberto Salamanca, director de la carrera de Derecho de Unifranz La Paz, también está de acuerdo con Loayza. “Los jóvenes deben tener la libertad de conocer el mundo y hacer sus propias elecciones. Como padres y educadores, nuestro trabajo es ayudarlos a ser personas íntegras, responsables y comprometidas con su futuro”, explica.
Matías, quien tiene el apoyo incondicional de su familia, está más cerca que nunca de cumplir su sueño. En un par de años, podrá mirar atrás y ver que todo el esfuerzo valió la pena. Con su pasión por el periodismo y el compromiso con su país, sabe que está dando los pasos correctos para contribuir a la sociedad y, a su vez, hacer realidad sus sueños. Su historia es solo una de muchas que muestran cómo, con el apoyo adecuado, los jóvenes pueden alcanzar sus metas, hacer frente a los retos de la vida y, con el tiempo, dejar una huella imborrable en el mundo.