Por Lily Zurita
Los videojuegos son programas de ordenador que, conectados a una pantalla o televisión, integran un sistema de vídeo y audio que llevan al usuario a vivir experiencias disfrutando de actividades que en la realidad no practicaría. Se trata de formas interactivas de entretenimiento que fusiona arte, tecnología y narrativa.
Son mundos virtuales, creados a través de la programación, donde los jugadores asumen roles, resuelven desafíos y exploran historias. Estos juegos abarcan géneros desde la acción hasta la estrategia, y ofrecen experiencias que pueden ser tanto competitivas como cooperativas.
Para el director de la carrera de Ingeniería de Sistemas, Marcelo Pacheco, los videojuegos, además de entretener, destacar por su interactividad y desarrollo de habilidades, ofrecen narrativas inmersivas y exploración en mundos detallados.
“Con gráficos impresionantes, efectos de sonido inmersivos y mecánicas de juego, los videojuegos permiten a los jugadores escapar a mundos imaginarios, fomentar la creatividad y la toma de decisiones, y conectarse con personas de todo el mundo”, afirma.
Los videojuegos fomentan la cooperación y competencia en multijugadores, así como la personalización de experiencias, brindan un sentido de logro, crean atmósferas cautivadoras a partir de la combinación de arte visual, música y sonido.
“Algunos juegos educativos promueven el aprendizaje. La industria impulsa innovaciones tecnológicas, influenciando diversos campos. Los videojuegos son una forma completa de entretenimiento interactivo, impactando en el desarrollo personal y tecnológico de las personas, mientras los conectan en todo el mundo”, agrega Pacheco.
Los videojuegos, que este 29 de agosto celebran su día internacional, son mucho más que simple entretenimiento ya que tienen la capacidad de educar, emocionar, conectar a personas y ofrecer experiencias únicas que van más allá de lo que se ve a simple vista.
Equipos creativos y multidisciplinarios
Los videojuegos son creados por equipos multidisciplinarios que incluyen diseñadores, programadores, artistas, músicos y escritores. El proceso contempla:
- La concepción de la idea
- Diseño de conceptos visuales y mecánicos
- Creación de jugabilidad y narrativa
- Dar vida a personajes, escenarios y elementos visuales (artistas)
- Codificación del juego, implementando la mecánica y lógica del juego (programadores).
- Composición de banda sonora y efectos de sonido para establecer la atmósfera (músicos).
- Prueba y ajuste de aspectos técnicos y jugables para lograr una experiencia fluida y atractiva.
“Grandes estudios como Ubisoft o EA tienen equipos enormes, mientras que estudios independientes o individuos pueden desarrollar juegos más pequeños. Plataformas de desarrollo y motores de juego como Unity y Unreal Engine facilitan el proceso para crear experiencias de juego cautivadoras y memorables”, dice Pacheco.
Una forma moderna de hacer deporte
Los videojuegos, a través de tecnologías como la realidad virtual y los juegos de movimiento, están emergiendo como una forma moderna de actividad física.
Juegos como los deportes virtuales y los juegos de baile requieren movimiento activo y ejercicio cardiovascular, lo que puede mejorar la salud física. Además, la realidad virtual ofrece experiencias inmersivas que simulan deportes y actividades al aire libre, fomentando la actividad física y la exploración virtual.
Aunque no reemplacen completamente el ejercicio tradicional, según Pacheco, estos juegos pueden brindar una alternativa entretenida y participativa para mantenerse activo, con una postura adecuada, tiempo limitado y equilibrio entre actividad física real y virtual.
En resumen, los videojuegos están evolucionando para combinar entretenimiento y actividad física, ofreciendo una forma moderna y estimulante de mantenerse en movimiento.
Su impacto en la economía
Los videojuegos no solo tienen un impacto en el entretenimiento, sino también en la economía global y la cultura.
La industria de los videojuegos genera miles de millones de dólares en ingresos cada año, rivalizando con otras formas de entretenimiento. Además, los E-sports (competencias de videojuegos) han ganado popularidad y se han convertido en eventos masivos con premios sustanciales.
Los videojuegos, según Pacheco, también han influido en la cultura popular, dando lugar a convenciones, comunidades en línea y cosplay. Los personajes y mundos de los videojuegos se han convertido en íconos reconocibles en todo el mundo. La influencia de los videojuegos en la música, el cine y otros medios también es evidente.
“Los videojuegos tienen un alcance mucho más amplio de lo que se podría pensar, permeando en la sociedad y enriqueciendo la cultura moderna”, especifica el ingeniero de sistemas.
Pueden ser adictivos
Los videojuegos poseen un potencial adictivo debido a su naturaleza interactiva y recompensas instantáneas. Los elementos como logros, niveles y desafíos crean un ciclo de recompensa constante, estimulando la persistencia.
Pacheco asegura que la inmersión en mundos virtuales puede generar una desconexión de la realidad ya que juegos multijugador y competencias online alimentan la necesidad de superación.
Para algunos, el exceso de tiempo de juego puede afectar responsabilidades y relaciones. De ahí que “es vital ejercer autocontrol y equilibrio en su disfrute. Los desarrolladores también buscan estrategias éticas para prevenir adicciones, asegurando experiencias gratificantes y saludables”, sostiene el ingeniero de sistemas.
El académico explica que se debe elegir juegos apropiados según la edad, evitando la exposición a contenido violento o inapropiado, además de vigilar los síntomas de adicción, como la dificultad para dejar de jugar, cambios de comportamiento y descuido de responsabilidades.
“Los padres deben supervisar y guiar a los niños en su experiencia de juego. En última instancia, los videojuegos pueden ser enriquecedores cuando se juegan con responsabilidad y moderación”, reflexiona el académico.
Ventajas y desventajas
Positivamente: los videojuegos pueden mejorar habilidades cognitivas, como la resolución de problemas y la toma de decisiones; fomentar la coordinación mano-ojo y la creatividad; promover el aprendizaje y construir habilidades sociales y de trabajo en equipo.
Negativamente: se corre el riesgo de adicción, que puede afectar la salud mental y el rendimiento académico o laboral; fomentar el sedentarismo y el aislamiento social y desensibilizar a los jugadores.
Los videojuegos pueden ser beneficiosos cuando se disfrutan de manera responsable y consciente, por eso se debe equilibrar el tiempo de juego con otras actividades, establecer límites y supervisar el contenido.