Escrito por: Nayeli Ortega
El sueño de Veimar Mariaca se transformó en solo tres años. Todo nace en un intento por generar recursos y solventar los gastos de casa durante la pandemia. Ahora, ofrece empleo a varias personas. El joven visionario nunca imaginó el alcance que podría tener su innovadora propuesta de fabricación de “cuadernos eternos” tallados con temáticas personalizadas.
“El saber generar emprendimientos que responden rápidamente a las constantes y nuevas necesidades de la gente es fundamental para crecer”, afirma Patricia Pozo, especialista en Administración de Empresas.
“Cuadernos eternos”se llama el principal producto elaborado por Veimar. Se trata de tapas de carpetas, cuadernos tallados en madera con diversos diseños. Cuentan con la particularidad de ser reutilizados una y otra vez.
Para dar vida a su sueño, Veimar, estudiante de la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, se apoyó en su formación académica y las competencias propias de su carrera. “Me ayudó mucho tener base, porque al momento de crecer ya no tomas montos pequeños de pedidos, sino grandes; entonces, necesitas saber muy bien cómo administrar el capital del negocio e incluso al personal. Aprender contabilidad me sirvió demasiado para hacer las cuentas”, afirma Mariaca.
Previo a la puesta en marcha de su emprendimiento, el emprendedor realizó un estudio de mercado para verificar que el producto que ofrecía era inusual en su campo de expansión (su ciudad) y que destacara por diversos factores, entre ellos, su elegancia e innovación. Cada cuaderno posee un tallado en madera con títulos profesionales y diseños relacionados al área.
La economista Andrea Cisneros asevera que los emprendimientos grandes, en su mayoría, son producto de personas empíricas, “por esta razón los padres envían a sus hijos a las universidades, para que estos puedan capacitarse y tener un mejor pensamiento estratégico, operativo y de propuesta, con el propósito de que estos negocios crezcan. Existe la posibilidad de incrementar los números de aporte económico al país con un conocimiento académico y científico de cómo ampliar un emprendimiento para convertirlo en una empresa”.
El tiempo y la demanda mostró el valor del emprendimiento de Veimar. A raíz de su éxito, consolidó una pequeña fábrica, que al momento cuenta con dos máquinas industriales que le permiten disminuir notablemente el tiempo y producir a mediana escala.
Los cuadernos de madera solo fueron un comienzo. Decidió ampliar sus productos con cortes en láser de cuadros, cajas, estatuas, entre otros. Sus trabajos se exponen en las ciudades de La Paz y El Alto.
Muchas iniciativas comienzan impulsadas por una situación crítica o simplemente con una gran idea y el deseo de emprender para convertirse en empresas, lo que implica la necesidad de contar con una buena producción, la mejora constante de sus productos, la generación de estudios de necesidades por cubrir en la población.
“El emprendimiento es una opción económica que puede surgir con mucho éxito en sociedades dispuestas al cambio, al riesgo y a la confianza que tienen en sus potencialidades individuales y colectivas”, concluye Pozo.