Las nuevas tecnologías le devuelven la sonrisa a la gente a partir de tratamientos odontológicos menos traumáticos y el uso de softwares que facilitan el trabajo del dentista y refuerzan la confianza al paciente que visita el consultorio.
Actualmente, existe infinidad de softwares dentales que son herramientas tecnológicas que optimizan la gestión de los consultorios y clínicas dentales, estas automatizan procesos y tareas, y facilitan la comunicación entre médicos y pacientes; es así que generan data clínica y administrativa de manera digital, para eliminar la dependencia de archivos físicos.
La directora de la carrera de Odontología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Daniela Antezana, asegura que los avances tecnológicos modifican positivamente la experiencia del paciente en la consulta dental. La motivación estética es una de las principales causas para que, en los últimos años, haya un incremento de las visitas a los consultorios.
“El diseño de las sonrisas, ahora, se maneja de forma más fácil con softwares que permiten que el paciente tenga una imagen anticipada de cuál será el resultado final del tratamiento. Ahí se puede hacer ajustes que la tecnología nos permite trabajar”, afirma Antezana.
El uso de estas herramientas también es una realidad en el país. Los consultorios cuentan con una variedad de tecnología de última generación para el tema de imágenes radiológicas, ajuste o desarrollo de prótesis, entre otros tratamientos.
“En nuestro medio, toda esta tecnología ya se encuentra funcionando. Esto permite una mayor interacción entre el paciente y el profesional, porque ahora hay una conversación más certera entre ambos de cómo espera el paciente que sean sus tratamientos, cuáles van a ser los resultados que tendrá, en base también al conocimiento que tiene el profesional de hasta dónde puede permitir que el paciente tenga lo que está pensando que quiere tener”, dice Antezana.
Los softwares permiten mostrarle al paciente la realidad de cómo será el tratamiento, hasta dónde el odontólogo, con los conocimientos que tiene, puede desarrollar el tratamiento dental que precisa el paciente.
Ha facilitado mucho el tema en cuanto a la relación entre el protesista, el odontólogo, el paciente, diseños de tratamientos. La tecnología nos proporciona un sinfín de propuestas sobre las que el profesional, a partir de su conocimiento, escoge la más acorde para el paciente.
La primera visita al dentista marca al paciente de por vida
La primera experiencia con el dentista marca al paciente para toda la vida; de ahí que el profesional debe hacer todos los esfuerzos posibles para que esa experiencia sea agradable.
“Desde niños, en nuestra primera consulta, se generan los temores futuros (…). La tecnología es un intermediario entre el profesional y el paciente para permitir que los tratamientos sean más cómodos, no sean agresivos para el paciente, que los reciba de una manera muy diferente”, puntualiza la académica.
Adicionalmente, permite que el profesional desarrolle mejor sus competencias para proporcionar propuestas de tratamiento más acordes a la realidad que desea tener el paciente.
Para Antezana, adquirir equipos de última generación no es un gasto, ya que la inversión vuelve en réditos en cuanto el paciente se siente conforme de pagar un monto adicional por un tratamiento que esperaba o materiales más amigables, tanto con el medio ambiente como con el paciente.
En cuanto a las tendencias actuales, la directora de Odontología explica que siguen de moda los tratamientos con fines estéticos, ya que todos buscan ‘dientes más perfectos y más blancos’, aunque las piezas dentales, naturales, son siempre más hermosas.
“La tecnología está permitiendo devolver la sonrisa natural a las personas, acorde a la fisonomía de su rostro”, dice la académica.
La consigna es lograr una sonrisa feliz
La vocación del odontólogo está relacionada con devolver sonrisas y una buena salud bucal a las personas. “La boca es la entrada a todo nuestro organismo, de lo bueno como también de lo malo”, afirma.
“El odontólogo que formamos tiene que ser un profesional con alto servicio social y, sobre todo, que sea muy dispuesto a contribuir con la salud de nuestra población”, concluye.