Unifranz presenta a los nuevos líderes que transformarán El Alto con innovación

A días de haber celebrado cuatro décadas de vida, una nueva generación de líderes emerge en El Alto para impulsar el desarrollo de la ciudad. Con una población de aproximadamente un millón de habitantes, según el Censo de Población y Vivienda 2024, El Alto enfrenta retos que demandan soluciones innovadoras y el compromiso de sus profesionales.
Los 160 nuevos especialistas de la trigésima segunda generación de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) El Alto, recibieron sus títulos ayer. Estos profesionales, formados en diversas áreas del conocimiento, están listos para aportar al desarrollo productivo de su comunidad.
Una ciudad con Múltiples desafíos necesita grandes líderes
En sus 40 años de historia, El Alto ha demostrado su capacidad de resiliencia y su espíritu emprendedor. Sin embargo, la ciudad enfrenta retos importantes en áreas como la economía, la salud, la educación y el medio ambiente. Para superarlos, se necesitan líderes capaces de proponer soluciones innovadoras, de trabajar en equipo y de construir consensos.
Durante el acto de graduación, la Vicerrectora de Unifranz El Alto, Eve Gomez, destacó que es precisamente ante los grandes desafíos y momentos de incertidumbre, «cuando emergen los verdaderos líderes (…) ustedes, flamantes profesionales, no solo reciben un título hoy; reciben también una responsabilidad: la de ser agentes de cambio en un país que necesita soluciones, innovación y esperanza”.
El modelo educativo de Unifranz, centrado en el aprendizaje práctico y significativo, prepara a los estudiantes para resolver problemas reales desde las aulas. Motivados por esta formación y un fuerte sentido de responsabilidad social, los graduados de Unifranz El Alto asumen el compromiso de aportar a la sociedad.
Historias de éxito y esfuerzo conjunto

Elian tiene apenas un mes de vida, pero sus padres ya le enseñaron una valiosa lección: nunca dejar de luchar por los sueños. Shirley Quispe y Ronald Huanca se conocieron en las aulas de Unifranz El Alto. Ella, estudiante de Ingeniería Comercial; él, de Contaduría Pública. Desde que están juntos, decidieron atravesar, no solo los desafíos académicos, sino también los de la vida misma. Se casaron hace un año y, mientras enfrentaban los retos de ser padres primerizos, jamás dejaron de lado su objetivo de titularse. Hoy, lo lograron.
Su historia es un ejemplo de cómo el esfuerzo, la dedicación y el apoyo mutuo pueden hacer realidad los sueños. Shirley y Ronald son un símbolo de la tenacidad alteña, un recordatorio de que los sueños no conocen de horarios ni imposibles.