En la ciudad de El Alto, la economía local estuvo tradicionalmente dominada por negocios familiares y microempresas, muchos de ellos ligados al comercio informal. Sin embargo, un cambio significativo emerge gracias a la Generación Z, cuyos miembros, a menudo hijos de comerciantes y productores alteños, buscan profesionalizarse para transformar esta realidad.
La motivación de estos jóvenes va más allá de sólo continuar con el legado familiar. Su interés se centra en obtener los conocimientos y habilidades necesarios para formalizar y optimizar la gestión de los negocios. Este deseo de profesionalización no sólo busca cumplir con los requisitos legales y tributarios, sino también mejorar la eficiencia y sostenibilidad de sus emprendimientos.
El Registro de Comercio de Bolivia muestra que la Base Empresarial Vigente (BEV) del municipio de El Alto para la gestión 2021 alcanzó 30.167 unidades económicas, concentrada en casi el 85% en Empresas de tipo Unipersonal, mientras que el número de Sociedades de Responsabilidad Limitada era de 4.487 unidades económicas, además, se registraban 68 empresas constituidas como Sociedades Anónimas.
Economía estructurada y sostenible
El cambio de paradigma de la denominada Generación Z se ve reflejado en la creciente cantidad de jóvenes que optan por formarse como profesionales en áreas relacionadas con el área financiera. En el caso de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, la carrera de Contaduría Pública se convirtió en un bastión para aquellos que buscan adquirir conocimientos sólidos y competencias en el ámbito contable, tributario y financiero en El Alto.
En este contexto, a través de su carrera de Contaduría Pública, Unifranz trabaja en la formación de estudiantes con sólidas competencias en diversas áreas clave como gestión contable, gestión estratégica y operativa de la empresa, finanzas, auditoría financiera y en el ámbito jurídico normativo. Estos conocimientos permiten a los estudiantes enfrentar y resolver los problemas financieros y administrativos que afectan a la sociedad alteña.
Estos sólidos conocimientos permiten a los estudiantes de Contaduría Pública de Unifranz no sólo adaptarse a las exigencias del mercado laboral, sino también aportar soluciones prácticas a los problemas económicos de la comunidad. Al finalizar su formación, están capacitados para asesorar a las empresas en la correcta administración de sus finanzas, ayudan a reducir riesgos y aumentar la rentabilidad.
Asimismo, con el fin de fortalecer aún más sus competencias para generar una diferencia en un mundo laboral cambiante y altamente competitivo, los estudiantes de Contaduría Pública tienen la oportunidad de cursar una mención de especialización profesional, ya sea en Gestión Tributaria o en Gestión Financiera. La primera permite a los estudiantes fortalecer sus competencias en temas tributarios y fiscales. La segunda forma contadores con competencias en finanzas, teorías monetarias y mercado de valores.
“La formación en Unifranz no sólo prepara a nuestros estudiantes para ser competentes en su campo, sino también para ser agentes de cambio en su comunidad (…). Nuestros profesionales están equipados con las herramientas necesarias para transformar la economía local, promoviendo una cultura de responsabilidad y sostenibilidad», afirmó el director director de la carrera de Contaduría de Unifranz El Alto, Ariel Lizarazu.
“Aprender haciendo”
La interacción con la sociedad es de gran importancia en la formación de los futuros contadores; iniciativas como Asesoría Financiera Unifranz (AFU) refuerzan la premisa del “aprender haciendo”. A través de AFU, docentes y estudiantes brindan capacitación y asesoramiento en temas contables, tributarios y financieros, para contribuir a la formalización de la economía local.
El impacto positivo de AFU no se limita a la comunidad empresarial, sino que se extiende a los estudiantes, quienes son los responsables de brindar información y asesorar a los usuarios, de la mano de docentes especialistas. De esta manera, la asesoría se constituye en un centro de aprendizaje práctico y un recurso para el desarrollo económico y de educación financiera de la región.
Con la puesta en práctica de conocimientos adquiridos en el aula, los estudiantes de Unifranz se enfrentan a casos reales, ofrecen soluciones prácticas y efectivas a los contribuyentes que buscan orientación para manejar su economía de manera formal, para cumplir con sus obligaciones fiscales y formar empresas bajo los rigores de la ley.
“En Unifranz, creemos firmemente en el impacto positivo de la educación práctica. Por ello, nuestros estudiantes participan activamente en iniciativas como AFU, donde pueden aplicar sus conocimientos en situaciones reales, para beneficiar a la comunidad alteña con el acompañamiento de nuestros especialistas”, añadió Lizarazu.
En un contexto en que la formalización económica se presenta como una necesidad imperante, la Generación Z de El Alto emerge como una fuerza impulsora del cambio, al aportar por una economía más transparente, inclusiva y sostenible. Con su formación académica y su espíritu emprendedor, estos jóvenes marcan el rumbo hacia un futuro donde la formalidad y el éxito empresarial van de la mano.
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