‘Turismo de escapada’, destinos a pocas horas de la ciudad

‘Turismo de escapada’, destinos a pocas horas de la ciudad

Aprovechar los feriados, escapar del ruido y el smog, conocer nuevas culturas o simplemente alejarse por unas horas son las ventajas del ‘turismo de escapada’, que consiste en visitar destinos cercanos a las ciudades principales por algunas horas o un día.

“El último feriado viajamos al camino de la muerte en los Yungas. Salimos en la mañana y volvimos en la tarde”, cuenta Joaquín, un profesional de 37 años que vive en la sede de Gobierno.

Lugares como Coroico, Copacabana, Tiwanaku en La Paz, Los valles de Cochabamba o Samaipata, Concepción, Espejillos y Cotoca en Santa Cruz son algunos de los destinos favoritos para este tipo de visitas.

“Normalmente, estos destinos son preferidos por turistas nacionales que buscan aventura, cultura o experiencias vivenciales y tienen un tiempo limitado”, explica Galo Saravia, vicepresidente de la Asociación Boliviana de Agencias de Turismo Receptivo (Abatur).

En general, explica Saravia, este turismo está centrado en alguna actividad. Por ejemplo, en el caso de Tiwanaku, el tour está orientado a la visita de las ruinas prehispánicas, las tiendas de artesanía y a comer en algún lugar cercano al lago Titicaca; mientras que, en el caso de Concepción en Santa Cruz, el viaje está más centrado en la visita a las iglesias barrocas, los museos, la compra de artesanías y otras actividades afines.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y agosto de 2022 (último dato oficial disponible), Bolivia generó un movimiento económico de más de Bs 736 millones en turismo interno. En ese mismo período, se considera que más de 1,4 millones de bolivianos recorrieron diferentes lugares turísticos del país. El movimiento económico fruto de esta movilidad interna ha incrementado en un 16,8% respecto al período anterior.

Localidades cercanas

Según el director de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo, Javier Rivera, esta clase de turismo se da en localidades a no más de tres horas de viaje de las ciudades y, principalmente, en feriados o fines de semana.

“Todos aquellos destinos que están próximos a las capitales, que estén a una distancia no mayor de tres horas son las más beneficiadas por el turismo de escapada, porque, si bien, una gran parte de la población prefiere pasar los feriados en familia, otro tanto va a dedicarse a hacer turismo, va a hacer un full day (día completo) a algún lugar cercano, para aprovechar el clima”, dice el académico.

En Santa Cruz existen muchos de estos destinos cerca de la capital, por ejemplo:

Los Chochis: en este destino, los visitantes pueden visitar la cascada llamada ‘Velo de Novia’ y el santuario en donde se puede subir al mirador para disfrutar de una vista panorámica peculiar. Chochis pertenece al municipio de Roboré y dentro de sus atractivos también están las siete colinas y la conocida ‘Torre de David’ o, como se la conoce popularmente, ‘Muela del Diablo’.

San José de Chiquitos: Santa Cruz la vieja, es uno de los atractivos que tiene este municipio en el que también destaca la hospitalidad de su gente, su hermoso templo y su gastronomía.

Samaipata: se encuentra a escasos 143 km de Santa Cruz, en un viaje que toman aproximadamente entre dos y tres horas. Su principal atractivo es El Fuerte, las cascadas y la gastronomía tradicional.

Concepción: destino famoso por su templo barroco, su museo, la gastronomía local y la represa, donde los visitantes pueden darse un chapuzón.

Vallegrande: dentro de su oferta tiene una gastronomía singular y paisajes que se disfrutan desde la llegada a este municipio. Su gastronomía y sus bebidas tradicionales como el rimpolio y la quirusilla, son muy apetecidas por los visitantes.

Espejillos: está ubicado a 40 km de Santa Cruz. Es un lugar con ambiente de selva tropical, recomendado para disfrutar del aire libre, de los baños en ríos cristalinos y saltos de agua que alcanzan los 20 metros de alto; es un verdadero paraíso en el corazón de Bolivia. Es un paseo frecuente entre las familias de la ciudad que buscan un poco de descanso. 

Porongo: apacible municipio a 18 kilómetros de la capital oriental. Conserva la atmósfera y costumbres de las poblaciones de antaño. Tiene un estilo colonial y una pintoresca iglesia del siglo XVIII: San Juan Bautista de Porongo, declarada monumento nacional. Ofrece a sus visitantes una variedad de opciones para disfrutar de la naturaleza y los paisajes exteriores.

Por otra parte, en La Paz, los turistas pueden visitar:

Coroico: a solo 3 horas de la ciudad, la capital del municipio Nor Yungas ofrece a los visitantes un clima tropical, un amplio complejo hotelero y numerosas atracciones como paseos por las cascadas, excursiones en la selva cercana o el popular descenso por el Camino de la Muerte en bicicleta.

Tiwanaku, Copacabana y el Lago Titicaca: desde la exploración de ruinas arqueológicas hasta la visita al famoso templo de Copacabana, pasando por la gastronomía del lago sagrado, estos tres destinos, se encuentran a escasas horas de la urbe paceña y ofrecen a los viajeros vistas espectaculares y conocer la cultura ancestral de la zona occidental.

Unifranz
A veces los destinos tienen buenas condiciones por una temporada

Valle de las Animas

Ubicado al sur de la ciudad, el Valle de las Ánimas o Valle de las Agujas ofrece a los visitantes una caminata por estructuras de piedra y arcilla esculpidas por los elementos a lo largo de miles de años. El lugar ofrece vistas espectaculares del valle y de la ciudad a escasos minutos de La Paz.

En Cochabamba, los visitantes suelen preferir los viajes al Valle Alto, el Chapare o poblaciones como Tarata o Aiquile.

Problemas

Saravia señala que, si bien estos atractivos atraen los fines de semana y feriados a los turistas nacionales, aún no se ha logrado captar la atención de los turistas internacionales, ya que en muchos casos, estos destinos no cuentan con las condiciones adecuadas.

“A veces los destinos tienen buenas condiciones por una temporada, pero éstas se descuidan al cabo de unos meses cuando bajan las visitas, por el modelo de gestión que suelen llevar, que normalmente se centra en lo comunitario, sin el apoyo del sector privado. Si las comunidades permiten el ingreso del sector privado ambas se pueden beneficiar”, explica el experto.

El vicepresidente de Abatur indica que en muchos casos existen limitaciones respecto a la alimentación, al alojamiento o a las actividades extras de estos destinos, pero que éstas se pueden superar con el trabajo conjunto.

“Existen casos en los que el flujo turístico no es el que se esperaba y los comunarios que manejan el sitio se decepcionan, llevando a que éste no esté disponible todo el tiempo o que empiece a deteriorarse por falta de cuidado. Por eso es importante trabajar con las empresas de turismo para asegurar el flujo constante de visitantes y el mejoramiento de las condiciones”, culmina el empresario.

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