Por Luis Flores y Manuel Filomeno
Cada año, los incendios forestales causan devastación en la Amazonía latinoamericana y, Bolivia no es la excepción. El sistema de seguridad ambiental Tunari SafeNet, trabajado por jóvenes líderes de Cochabamba, propone una solución de prevención para evitar incendios en sus etapas iniciales, con sensores y drones.
Varios de los incendios son causados por la mano humana. Si una persona estuviera iniciando un incendio, los sensores del sistema de identificación de humo darían una alerta, a través de mensajería instantánea. Los drones buscarían el potencial incendio y podrían ayudar a mitigarlo o advertir a las autoridades competentes.
El proyecto, nació en el Workshop de Fabricación Digital, realizado en el marco del Futures Week 2024, evento organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y que reunió a más de un millar de jóvenes en El Alto y Cochabamba con una treintena de expertos, con el fin de generar propuestas y proyectos para construir ciudades inteligentes de cara al 2030.
“La problemática que nosotros hemos abordado es la de la contaminación del aire en Cochabamba. Como saben, en los últimos meses, hemos estado llenos de humo en la ciudad por los diferentes incendios que se han presentado a lo largo del parque Tunari y también en toda la región del oriente boliviano”, explica Sebastián Morales, uno de los creadores del sistema.
En 2024, más de 10 millones de hectáreas de bosques y pastizales en todo el país fueron consumidas por incendios provocados por la acción humana. Estos incendios no solo devastaron las áreas afectadas, sino que el humo se extendió hasta las ciudades, deteriorando significativamente la calidad del aire.
“Proponemos un sistema de monitoreo activo, mediante sensores detectores de humo. Estos cubrirán un rango determinado y mandarán una notificación o alerta a una central para desplegar equipos que detecten el factor causante”, añade el joven.
Desarrollo del proyecto
El prototipo utilizó placas y sensores Arduino, una plataforma de hardware y software de código abierto que democratiza la creación de programas en dispositivos electrónicos.
Sobre los sensores, se implantó el MQ2, desarrollado para la detección de gas y humo. Además, el controlador SP86 de Arduino, que es el puente de comunicación con el sensor.
“Lo que hicimos fue levantar una página web. Esta página tiene un mapa en el que cada sensor está representado por un punto verde, en unas coordenadas asignadas previamente. Entonces, cuando el sensor detecta grandes concentraciones de humo o de gas, el color del punto cambia a rojo, los datos llegan al servidor y el servidor manda una alerta mediante un bot de Telegram”, detalla Morales, sobre el proceso.
Tan solo en el parque Tunari, área de acción de la propuesta de los jóvenes, en 2023 se reportaron más de 60 incendios. Estos incendios, la mayoría provocados, afectaron más de 250 hectáreas de terreno, incluyendo pastizales y arbustos.
En Bolivia, los esfuerzos por mitigar el fuego precisan de la involucración de la población con acciones concretas y con la creación de proyectos, como sistemas, aplicaciones y otros, que coadyuven en el cuidado ambiental. En este caso, los jóvenes universitarios presentan una opción que podría implantarse para evitar las tragedias ambientales recurrentes.
Taller de fabricación digital
El taller dirigido por Francisco Flores, director de Laboratorios Urbanos de la Red Internacional de Ciudades Inteligentes, abordó temas cruciales para la transformación urbana. A través de la metodología del “diagrama del iceberg”, los participantes analizaron problemas ambientales de Cochabamba como la contaminación y los incendios forestales, y propusieron soluciones sistémicas que integran tecnologías emergentes.
Flores explica que la fabricación digital, además de permitir una producción más rápida y eficiente, fomenta la sostenibilidad al reducir el consumo energético.
“La fabricación digital democratiza la tecnología, ofreciendo a las personas la oportunidad de aprender y aplicar conocimientos para crear soluciones que impacten positivamente en nuestras ciudades. Este tipo de espacios permite que cualquiera pueda desarrollar proyectos y transformar sus ideas en realidades tangibles”, destaca.