El reciclaje de desechos electrónicos ofrece numerosos beneficios y oportunidades tanto a nivel ambiental como económico. En primer lugar, el reciclaje de estos desechos evita la contaminación, pero también puede constituirse en generador de empleos. En la ciudad de El Alto, a iniciativa de la Universidad Privada Franz Tamayo, Unifranz; se lleva a cabo “Tech Rec”, una campaña de recolección de este tipo de residuos, a través de la cual se prevé recolectar al menos media tonelada de este tipo de desechos hasta el fin de semana.
Estudiantes de séptimo semestre de la carrera de Administración de Empresas lideran este proyecto, con el objetivo de generar un impacto positivo en el medio ambiente, prevención de enfermedades y de motivar la economía circular. El campus académico de Unifranz El Alto es el principal punto acopio, aunque también se realiza el recojo a domicilio.
«Es esencial promover la reutilización y el reciclaje de los productos tecnológicos para minimizar la demanda de nuevos materiales y coadyuvar en la reducción del impacto negativo en el medio ambiente”, afirma Patricia Pozo, directora de la carrera.
Basura para algunos, empleo para emprendedores
La profesional también destacó que la carrera de Administración de Empresas cuenta con un centro de emprendimiento e ideas de negocios, en el que todo lo que se recicla también se puede convertir en un negocio. “De esta manera, podemos apoyar, no solo al medio ambiente, sino demostrar a nuestros futuros profesionales que esta iniciativa puede ser también generadora de empleo”.
La economía circular es un modelo económico y de producción que se basa en minimizar la generación de residuos y aprovechar al máximo los recursos disponibles. A diferencia del modelo lineal tradicional de «extraer, producir y desechar», la economía circular busca mantener los productos, materiales y recursos en uso durante el mayor tiempo posible.
Este modelo promueve la creación de empleo al fomentar la reutilización, el reciclaje y la recuperación de recursos. Al cambiar de un modelo lineal a un modelo circular, se abren oportunidades en sectores como el reciclaje, la reparación, el diseño sostenible y la gestión de residuos, lo que contribuye al crecimiento económico sostenible y al empleo verde.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el valor de los metales recuperados de los desechos electrónicos supera los 55 mil millones de dólares anuales. Según Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), «el reciclaje de los desechos electrónicos también puede generar empleo y estimular el crecimiento económico».
Otros organismos internacionales también destacan la importancia del reciclaje de desechos electrónicos. Por ejemplo, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) afirma que «el reciclaje adecuado de los desechos electrónicos contribuye a la preservación de los recursos naturales y ayuda a reducir la brecha digital al hacer que los dispositivos electrónicos sean más asequibles». Asimismo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) destaca que «el reciclaje de desechos electrónicos es fundamental para avanzar hacia una economía circular y promover un desarrollo sostenible».
Campaña con responsabilidad social
Raúl Pinto, docente de la carrera y líder del proyecto, afirmó que, a la finalización de la campaña, el material recaudado será entregado a la empresa Reecicla, dedicada a la recuperación de materiales como el acero, aluminio, cobre y bronce, entre otros metales que se encuentran en los diferentes aparatos electrónicos, para su posterior reutilización. Esta, gestionará los desechos recolectados para enviarlos fuera del país, con el fin de que estos puedan ser reciclados adecuadamente, ya que en Bolivia no se cuenta con la tecnología adecuada.
“La intención es que dejemos de ver televisores u otros artefactos botados en un contenedor, porque la contaminación que genera es terrible, lo que nos falta un poco es la cultura, de poder generar un proceso de reciclaje de tecnología (…) si nosotros podemos colaborar como universidad, generando en los nuevos profesionales esta convicción de trabajo, podemos lograr un futuro mejor”, afirma el educador.
Preservación de los recursos naturales, impulso al crecimiento económico, reducción de la brecha digital y promoción de un desarrollo sostenible, son algunos de los beneficios de la gestión responsable de artículos tecnológicos y sus correspondientes desechos, en pro de la construcción de un futuro más sostenible.