Sostenibilidad con sello femenino: la Clínica Empresarial Unifranz empodera a mujeres
En Chimoré, Cochabamba, los tallos de plátano suelen quedar amontonados junto a los cultivos. Pero donde muchos veían desperdicios, Nayda Álvarez vio oportunidad. Fue ahí donde nació Musatropia, un emprendimiento que transforma los tallos de plátano en hilos sostenibles y productos artesanales con identidad comunitaria.
Su motivación la hizo ver los desechos que generaba el trabajo de su padre, agricultor platanero, y preguntarse cómo darles un uso útil. “Estudié biología, empecé a ver los ODS y noté que muchos países ya aprovechaban este residuo para hacer hilos, alfombras o bolsos”, recuerda Nayda.
Sin embargo, llevar una idea innovadora al mundo empresarial no era sencillo, especialmente para una joven emprendedora de zona rural. Nayda reconoce que había decisiones que no sabía cómo tomar y aspectos del negocio que ni siquiera estaba identificando.
Fue entonces cuando la Clínica Empresarial Unifranz, a la que llegó después de descubrirla en redes sociales, se convirtió en un punto de apoyo fundamental en su proceso. El acompañamiento profesional y humano le permitió transformar su inquietud en un proyecto con estructura, dirección y potencial de crecimiento.
La Clínica Empresarial Unifranz es un proyecto de la sede Santa Cruz, donde estudiantes y docentes de la carrera de Contaduría Pública ofrecen asesoría y consultoría gratuita a pequeños y medianos emprendedores y empresas. El equipo brinda soluciones en finanzas, contabilidad, administración, marketing digital y comercio electrónico para impulsar el crecimiento y sostenibilidad de cada proyecto.
La guía de Natalie Bruno, docente de Unifranz y profesional miembro de la Clínica Empresarial, marcó un antes y un después en el emprendimiento de Nayda. Además del asesoramiento técnico, la emprendedora destaca el soporte emocional que recibió en momentos de estrés y dudas.
“No hay palabras para describirlo… me comprendió, me guió y me dio conocimientos que yo no tenía. Ha sido como una amiga que me escuchaba cuando no sabía qué hacer”, cuenta con gratitud.
Gracias a este acompañamiento, Nayda logró fortalecer sus procesos, identificar áreas críticas y avanzar con seguridad en la consolidación de su propuesta sostenible. Para ella, la Clínica Empresarial Unifranz se convirtió en un espacio donde pudo encontrar orientación y confianza para seguir adelante.
Hoy, su mensaje se dirige – especialmente – a otras mujeres que viven en zonas rurales y buscan emprender con propósito. “Las mujeres tenemos que hacer el cambio; somos el motor de nuestras familias. Es posible, aunque sea un gran reto”, afirma.
La historia de Nayda refleja cómo el apoyo académico y especializado puede transformar ideas locales en proyectos sostenibles que nacen desde el territorio. También evidencia el compromiso de Unifranz con el impulso al emprendimiento femenino y la creación de soluciones innovadoras alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Para solicitar apoyo de la Clínica Empresarial Unifranz, visite sus instalaciones ubicadas en la Av. Busch y Segundo Anillo, N°1113.