Un 40% de la población mundial, más de 3,1 mil millones de personas, juegan videojuegos con cierta regularidad. El dato se extrae de un análisis de DFC Intelligence, firma de consultoría e investigación de mercado enfocada en la industria del entretenimiento que analiza el comportamiento y la demografía de los gamers en el mundo.
En Bolivia, la tendencia es similar. En marzo del año pasado, el investigador Fabricio Camacho, reveló que en el país existen alrededor de 4,2 millones de gammers activos. Joel Guillén Vélez, Wilmer Cruz Aruquipa y Miguel Choque Cruz, estudiantes de segundo semestre de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, decidieron juntos ingresar a la industria creativa y apostar por los videojuegos en 3D. Así nació Ratland.
Se trata de la historia de una rata de laboratorio que gracias a ensayos logra adquirir conciencia, crea una armadura e intenta ser libre, cansada de ser objeto de experimentos. “El juego se llama así porque estamos jugando desde la perspectiva de una rata que explora todo el laboratorio y desde su punto de vista descubre un mundo nuevo”, aclara Joel Guillén, uno de sus creadores.
Aprender haciendo, la clave del éxito
El aprender haciendo, entendida como el conjugar el conocimiento teórico, las habilidades prácticas y humanas, en la etapa de su formación, es una cualidad de lo que en Unifranz denominamos “proyectos integradores”, asegura Gustavo Montaño, doctor en Educación y vicerrector nacional de la Casa Superior de Estudios.
“En los proyectos integradores los estudiantes visualizan retos y problemas a solucionar; al ser enteramente prácticos buscan integrar áreas de formación y validar el desarrollo de las competencias profesionales. La evaluación de estos proyectos permite demostrar la formación integral y el fortalecimiento del proceso de aprendizaje-enseñanza”, dice Montaño a tiempo de describir el origen de la interacción de los estudiantes de Ingeniería en Sistemas que crearon el “Ratland”.
Para diseñar el juego, los tres jóvenes usaron las plataformas Unity y Blender. Unity es una plataforma que ayuda a crear juegos ya sea para un ordenador o un dispositivo móvil. Para el modelado 3D usaron la plataforma Blender que ayuda a modelar los distintos objetos que se encuentran en el juego.
“Elegimos este juego porque queríamos hacer algo diferente y también para incentivar a más estudiantes de la carrera a crear sus videojuegos, hacer crecer la comunidad, no solo en la universidad sino en toda Bolivia y explorar nuestras primeras alternativas laborales”, apunta Guillén.
Los universitarios destacan que, desde el primer día de clases, empezaron a realizar prácticas en la lógica del aprender haciendo. “Nosotros lo entendemos como la mejor manera de poner en práctica todos los conocimientos que vamos adquiriendo día a día”.
Los videojuegos se han posicionado internacionalmente como la industria del entretenimiento electrónico. Para llegar a estos entornos de creación, el estudiante debe desarrollar su formación en un adecuado ecosistema digital.
Universidad con el mejor ecosistema digital
Unifranz fue la galardonada en la sexta versión del concurso InnovaTIC Bolivia, en la categoría e-Universidades, como la universidad con mejor ecosistema digital, valorando su aporte en la enseñanza superior con programas y proyectos de modernización en la prestación de los servicios universitarios y que mejoran la calidad del aprendizaje para los estudiantes.
InnovaTIC Bolivia es una iniciativa de la Fundación para el Desarrollo de las Tecnologías de Información y Comunicación en Bolivia, FUNDETIC-BOLIVIA y cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Naciones Unidas (NNUU), Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) y FUNDA-PRO.
Modelo educativo centrado en el estudiante.
Joel, Wilmer y Miguel, estudiantes de Ingeniería de Sistemas de Unifranz, crearon el video juego “Ratland”, en un entorno educativo centrado en el estudiante. “Unifranz apuesta por la innovación en nuestros procesos, en la metodología de enseñanza y aprendizaje, adoptando un nuevo modelo educativo, rediseñando toda la oferta académica para que esté ajustada a las competencias que se requieren en el siglo XXI y sobre todo pensando en cómo hacer que el proceso de enseñanza y aprendizaje sea más ameno, profundo y
significativo de la mano de la digitalización”, asegura Verónica Ágreda Arq. DESA, rectora de Unifranz.
El objetivo es formar profesionales para el mundo, que conviven con la experiencia de la internacionalización, que se adaptan a las transformaciones con facilidad y que sean resilientes a los cambios. Desde la implementación del programa Knowmads en 2017, más de 1500 jóvenes bolivianos asistieron a más de 300 prestigiosas universidades de Corea del Sur, Estados Unidos,
España, Argentina y otros 50 para vivir la experiencia de la internacionalización.