Por Manuel Filomeno
“Las mujeres no saben manejar” o “los hombres no cocinan” son estereotipos de género que escuchamos a diario y que están, en parte, naturalizados en nuestra sociedad, lo que impide el completo desarrollo de las personas.
Pero, qué piensan los adolescentes y jóvenes respecto a los estereotipos de género.
“Personalmente, yo creo que no deberían existir. Los hombres y las mujeres podemos hacer las mismas cosas y nada debería limitarnos a hacerlas, tenemos los mismos sentimientos, tenemos las mismas percepciones y me parece irracional querer clasificarnos solo por el sexo con el que nacimos”, señala Daniela Velásquez, estudiante de Odontología.
Según un estudio de IPSOS, realizado en 2023, en todo el mundo, tres de cada cuatro personas afirman que ven o escuchan estereotipos con regularidad, pero solo una de cada tres se manifiesta en contra de ellos. Por su parte, la mitad cree que la sociedad no dice lo que piensa ni expresa su desacuerdo cuando ve que alguien utiliza un estereotipo negativo porque no quiere agravar la situación.
Además, dos de cada cinco personas opinan que quienes no alzan la voz cuando se produce una agresión es porque no saben qué decir, lo que pone de manifiesto una falta de acceso a la educación para adoptar una postura constructiva contra los estereotipos.
En pasados días, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Unicef, ONU Mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el centro de información de la ONU y la oficina del coordinador de la ONU en Bolivia presentaron un estudio sobre la opinión de los jóvenes y adolescentes de Bolivia sobre los estereotipos de género.
Las organizaciones usaron su plataforma para recoger información sobre la percepción de adolescentes y jóvenes sobre estereotipos de género en el marco de la “Estrategia transmedia de comunicación para deconstruir estereotipos de género, con el fin de prevenir toda forma de violencia hacia mujeres y niñas para el Sistema de Naciones Unidas en Bolivia”.
Esta encuesta, que fue realizada a 1.491 personas de diferentes edades en los nueve departamentos del país, con especial énfasis en los adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años, los cuales representaron cerca del 50% de la muestra, mientras que los jóvenes de 20 a 24 años, representaron el 20%.
A la pregunta: ¿Crees que las niñas, adolescentes y jóvenes mujeres tienen las mismas oportunidades que los niños, adolescentes y jóvenes hombres? El 48% respondió que sí y que existen las mismas oportunidades para mujeres y hombres, mientras que el 37% dijo que no porque los hombres tienen más oportunidades, mostrando un importante debate de posiciones sobre los estereotipos.
Otra pregunta planteaba a los encuestados que “si hablamos de planificar, organizar, dirigir, solucionar problemas, y estar a cargo de una institución, empresa o en espacios de representación. ¿Crees que todas estas acciones/tareas pueden ser realizadas por hombres y mujeres por igual?. El 78% respondió que “sí, mujeres y hombres pueden hacer las mismas cosas”.
Por otra parte, el 13% respondió que “no, porque mujeres y hombres tienen capacidades y roles diferentes”.
“Los estereotipos ya están superados, los hombres y las mujeres tenemos los mismos derechos de desear carreras o de expresar nuestros sentimientos de la manera que queramos, creo que son algo que debemos dejar atrás de una vez por todas”, dice Matias Philco, estudiante de Periodismo.
Liudmilla Loayza, directora de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, por su parte, indica que los estereotipos de género son una traba que no permite el normal desarrollo de las personas, encasillandolas en tareas e intereses de acuerdo a su sexo, cuando en realidad todos los humanos contamos con el potencial de hacer las mismas cosas.
Asimismo, la experta agrega que lo único que nos puede limitar son nuestras propias capacidades y ganas.
“Vivimos en un mundo de igualdad y de equidad. Todos los roles que nos exigen nuestras labores cotidianas, roles que nos hacen mejores o peores personas no tienen nada que ver con nuestro género. Si somos mujeres podemos tranquilamente manejar un coche, asumir un cargo directivo, asumir roles que quizás en el pasado eran considerados masculinos como la construcción, entre otros. Si somos varones también podemos asumir roles que nos exige el cuidado del hogar, la cocina, el lavado de ropa u otro tipo de tareas, lo importante es no sentirnos menos que los demás. Todos somos iguales, todos estamos para aportar, todos tenemos un granito de arena que ofrecer, todos podemos cambiar el mundo y no tener roles estereotipados”, expresa.