Profesionales Unifranz están llamados a construir soluciones sostenibles para la Santa Cruz que se proyecta al 2061
La Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sede Santa Cruz, celebró su cuadragésima primera promoción en un acto marcado por el orgullo académico y el compromiso social de sus nuevos profesionales. La ceremonia resaltó que cada graduado es evidencia del modelo formativo que promueve pensamiento crítico, innovación y servicio a la comunidad.
Entre ellos brilló Abbie Calvimontes, la graduada con el promedio más alto, quien durante su etapa universitaria realizó un proyecto que nació con el propósito de aportar a la formación emocional de los niños. Ese momento fue el punto de partida para crear un libro ilustrado que busca fortalecer la inteligencia emocional en la primera infancia.
“La mejor etapa para enseñar inteligencia emocional es la niñez. Estoy convencida de que el diseño puede convertirse en una herramienta de aprendizaje y contención afectiva”, manifestó Abbie.
Durante la ceremonia de colación, la rectora nacional, Verónica Ágreda destacó el valor transformador de esta promoción: “Ustedes se formaron en un contexto de urgencia y aprendieron a actuar con criterio claro incluso en la incertidumbre. Santa Cruz necesita velocidad, sí, pero velocidad con propósito y ustedes lo están haciendo”, expresó.
Ágreda enfatizó que el mundo demanda profesionales capaces de innovar sin excluir y de avanzar sin dejar a nadie atrás. “El talento vale cuando impacta positivamente en la vida de los demás”, señaló al reflexionar sobre el compromiso ético de las nuevas generaciones.
Profesionales que marcan la diferencia
Otro ejemplo de los profesionales que se gradúan con propósito en esta colación es Ramiro Gonzáles, ingeniero de Sistemas que decidió poner su talento al servicio de la niñez. Durante su formación en Unifranz desarrolló The Explorer, un videojuego terapéutico pensado para fortalecer la atención y concentración de niños con TDAH.
Su proyecto nació de una inquietud profundamente humana y de la convicción de que la tecnología también puede transformar vidas. “Me cuestioné si con mis conocimientos podía crear una herramienta que ayude a los niños que enfrentan esta dificultad, y descubrí que sí era posible”, expresa Gonzáles al recordar el origen de su iniciativa.
El caso de Ramiro demuestra cómo Unifranz impulsa a sus estudiantes a diseñar soluciones con impacto social desde sus propias disciplinas. Su videojuego combina innovación, investigación y propósito, reflejando la visión institucional de formar profesionales capaces de construir un mundo más inclusivo, creativo y consciente.

La colación cerró con un mensaje claro: esta promoción está llamada a construir soluciones sostenibles, inclusivas y humanas para la Santa Cruz que se proyecta hacia el 2061. Y en historias como la de Abbie, Unifranz reafirma que sus graduados no solo reciben un título, sino la responsabilidad de transformar con sensibilidad, criterio y propósito.
Los nuevos profesionales de esta promoción ingresan al mercado laboral con las competencias necesarias para aportar desde sus disciplinas a un entorno dinámico y global. Su paso por Unifranz les permitió desarrollar pensamiento crítico, capacidad de adaptación y una visión ética del ejercicio profesional.
La universidad, a través de su modelo educativo innovador, les brindó las herramientas para proyectar sus metas y convertirlas en acciones sostenibles a lo largo del tiempo. Con este respaldo, cada graduado inicia una etapa en la que podrá transformar desafíos en oportunidades y construir caminos profesionales alineados con sus sueños y el bienestar colectivo.