Por Luis Flores
La planificación es la palabra clave para un emprendedor. Nadir Núñez inició con un emprendimiento de elaboración de joyas bolivianas, pero muchas veces no alcanza a entregar los pedidos y no tiene horarios establecidos para la producción y comercialización. Esos son algunos de los problemas que, por falta de planificación, podrían afectar su negocio.
“Así como miles de empresas se crean cada día, un gran porcentaje de ellas no sobrevivirán hasta el próximo año”, sentencia Julio Tovar, experto peruano en liderazgo e innovación.
En la actualidad, la falta de oportunidades o el deseo de independencia impulsa a miles de personas, muchas de ellas jóvenes, a buscar la manera de ser su propio jefe, de explotar nuevas ideas o de cambiar de aires. Muchas veces, los emprendedores se ven frustrados por el fracaso.
“Para mí, emprender es pasar de un punto A a un punto B, con la expectativa de que en el punto B las cosas estarán mejor. Sin embargo, muchos emprendedores no tienen claro su punto B, lo que lleva al fracaso. Es crucial planificar cómo llegar al punto B, en qué tiempo, con qué recursos y con qué objetivos. Este entendimiento es lo que genera el éxito en un emprendimiento”.
Como Núñez, muchos jóvenes emprendedores ven barreras y obstáculos para llegar al punto B y consolidar sus emprendimientos. Tovar asegura que se debe iniciar con los objetivos SMART —por sus siglas en inglés: específicos (Specific), measurable (Medibles), alcanzables (Achievable), realistas (Realistic) y de duración limitada (Time-bound)— para tener éxito.
“Muchos emprendedores fracasan porque no planifican adecuadamente. En lugar de solo esforzarse, es vital definir claramente el punto B, el objetivo final del emprendimiento. Es importante entender que el valor no reside en el producto en sí, sino en la historia y el conocimiento que se le añade”.
El experto peruano participó del Futures Week 2024, evento internacional organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, que reunió a una treintena de líderes innovadores de diferentes países con un millar de jóvenes de las ciudades de El Alto y Cochabamba, con el objetivo de elaborar propuestas y proyectos para la construcción de las ciudades del futuro.
Revisión de datos y observación, otros consejos
En los años de la pandemia de Covid, Tovar cuenta que tuvo que encontrar nuevas oportunidades para poder sobrevivir, puesto que su empresa principal sufrió un duro golpe por la paralización de la producción y las restricciones.
“Me volqué a la exportación, revisando datos históricos para identificar productos seguros como la palta y el mango. Esto me permitió entrar en un negocio con riesgos mínimos y resultados confiables. Así que, si eres un inversionista cauteloso, usa los datos del pasado para minimizar riesgos”, dice.
En segundo lugar, el experto explica que el presente requiere observación.
“Mi primer negocio de yogur a los 9 años se basó en observar y responder a una necesidad inmediata. Ahora, estoy abriendo un negocio de productos saludables en Lima, tras observar una falta de postres saludables en restaurantes. Utilizar el presente como aliado significa identificar necesidades actuales y responder a ellas eficazmente”.
Cambio social
Por último, el empresario señala que el emprendimiento es una herramienta de cambio social, porque transforma las comunidades con creatividad y trabajo.
“En Perú, el emprendimiento es un rasgo distintivo. Según Rolando Arellano, Perú es el país más emprendedor del mundo, con un emprendimiento por cada 13 habitantes. Este espíritu emprendedor ha sido clave para la economía del país, especialmente durante la pandemia. Los emprendedores peruanos, que representan el 85% de la población, han mantenido la economía a flote incluso en tiempos difíciles”, explica.
El emprendedurismo es la vía por la que optan muchos jóvenes como una opción ante la carencia de empleos u oportunidades en diversas áreas. Tovar sintetiza que con planificación es posible lograr emprendimientos exitosos y triunfar en las metas propuestas.