Moda, alimentos o tecnología, las industrias cambian junto con los consumidores y se van haciendo cada vez más verdes, aplicando nuevos procesos, transformándose digitalmente y mejorando sus prácticas de mitigación y reversión del cambio climático a fin de lograr sostenibilidad, tanto ambiental como financiera y social.
“Los consumidores, actualmente, se han convertido en más amigables con el medio ambiente y tienen más conciencia sobre los efectos de consumir productos que puedan afectar al entorno en el cual viven. Por otra parte, las empresas han empezado a promover el reciclaje, los materiales biodegradables que hacen que éstas tengan una nueva imagen en el mercado y una nueva estrategia comercial que busca atraer a consumidores que están identificados con estas nuevas tendencias”, explica Carlos Molina, director de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Para Molina, el cambio en la mentalidad de los consumidores es acompañado por un cambio de actitud de parte de las industrias y empresas, las cuales buscan satisfacer las necesidades del mercado a través del desarrollo de productos sostenibles, pensados para ser utilizados y desechados de manera responsable.
“Las empresas apoyan la sostenibilidad creando productos sostenibles. Aquellos diseñados y fabricados mediante procesos que minimizan el uso de recursos naturales reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuyen la generación de residuos. Están pensados para ser utilizados y desechados de manera responsable, es decir, buscan no sólo resolver nuestras necesidades inmediatas, sino también, causar un menor impacto en el entorno”, puntualiza.
Además, Molina señala que estas empresas enfatizan en la importancia de emplear insumos provenientes de fuentes renovables, materiales reciclados y biodegradables. Todo esto con el fin de evitar la sobreexplotación de recursos no renovables, reducir la necesidad de extraer nuevos recursos todo el tiempo y disminuir la generación de desechos no degradables.
Nuevas tendencias
El experto indica que las empresas innovan en el tema de la sostenibilidad ambiental a través de cinco acciones, desde la transformación digital hasta la acción climática.
“La innovación digital está conduciendo al mundo empresarial hacia nuevos modelos de negocio y la redefinición de algunos procesos. Para los próximos años, se impondrán las empresas inteligentes: negocios donde se automatizará el trabajo recurrente, se avanzará en las gestiones remotas y se digitalizará progresivamente la toma de decisiones. La digitalización se consolida como una palanca robusta a favor del desarrollo sostenible”, explica.
Por otra parte, también se hacen esfuerzos para mejorar las cadenas de suministro y alcanzar su sostenibilidad.
“El parón mundial causado por la Covid-19 y la crisis de suministro provocada por la guerra de Ucrania han señalado de forma clara la necesidad de contar con cadenas de suministro seguras y resistentes. Cada vez más, se valora incorporar medidas de resiliencia y gestionar la exposición ante riesgos con un triple enfoque económico, ambiental y social”, dice el experto
Por otra parte, la necesidad de mejorar la sostenibilidad promueve la búsqueda de proveedores alternativos, capacitar a los existentes, garantizar los derechos de las personas a lo largo de las cadenas, la debida diligencia y la adaptación.
Finanzas verdes
Otra de las maneras en las que las empresas buscan la sostenibilidad es a través de la aplicación de las finanzas verdes.
“La economía verde es ya mainstream (convencional) y estampa su sello en los procesos financieros. Las finanzas demandan empresas sostenibles. La taxonomía verde y los avances en el tema de la sostenibilidad otorgan un nuevo paradigma a grandes empresas y pymes y condicionan cada vez un mayor número de inversiones. Muchos directores financieros están apostando desde sus áreas por la sostenibilidad porque saben que son claves de éxito. En diferentes esferas mundiales han propuesto crear un mercado de 10 billones de dólares para la financiación de las finanzas verdes en el marco de la plataforma del Pacto Mundial de Naciones Unidas, por ejemplo”, acota el experto.
Asimismo, se apunta al aumento en la transparencia empresarial, la cual permite la atracción de inversiones y procesos de compra, aumentando la confianza en el sector empresarial.
“Multitud de empresas en Bolivia y en el mundo han tenido avances positivos en la materia creando códigos de conducta, políticas de anticorrupción o canales de denuncia o reclamaciones; sin embargo, estas cuestiones no llegan suficientemente a su cadena de valor. La creación de un código ético que permita contar con proveedores más alineados a las nuevas tendencias en la sostenibilidad o contar con nuevos procesos de evaluación de canales de distribución son tareas pendientes que deben afrontar los directores y empresas”, manifiesta el ingeniero comercial.
Finalmente, Molina indica que las empresas han entrado de lleno en la carrera para salvar el planeta a través de la acción climática.
“La cuenta regresiva para salvar el planeta está en números rojos. La acción por el clima debe ser el centro de las empresas. La transición justa que vincula los derechos humanos, la reconversión económica y el mundo laboral son parte de este objetivo que busca reducir a cero las emisiones netas y una resiliencia climática inclusiva y justa”, considera el académico.
El nuevo perfil de los consumidores
Los cambios en la mentalidad de las nuevas generaciones han dado como resultado un cambio en el perfil de los consumidores. A continuación se mencionan algunos ejemplos de este cambio:
Consumidores de moda:
Son consumidores que se preocupan mucho por el medio ambiente y compran regularmente prendas sostenibles. Sus intenciones y acciones están alineadas. Estos consumidores están dispuestos a pagar un precio superior muy significativo para acceder a productos sostenibles. Pertenecen principalmente a la generación millennial. Muestran un alto nivel de preocupación por el medio ambiente y suelen recabar información de los expositores de las tiendas, las redes sociales y las páginas web de las marcas.
Consumidores de productos alimenticios:
Son consumidores hogareños, sobre todo de verduras y frutas de origen ecológico. El principal lugar de compra de este tipo de alimentos es el supermercado. Al mismo tiempo, la compra directa al agricultor y a las tiendas especializadas ha crecido considerablemente en los últimos años.
Tienen gran preocupación por llevar una vida más saludable sin procesos de producción artificiales. De hecho, la mayoría compra productos ecológicos a pesar de su precio elevado, defienden la alimentación ecológica por su carácter saludable y su desarrollo sostenible, su consumo está determinado por la moda, tienen gran preocupación por el planeta que se traduce en hábitos de consumo responsables. Su principal objetivo es cuidarse mejor.
Consumidores de tecnología:
Son consumidores que se sienten más cómodos con las compras online como resultado de la pandemia. Prefieren realizar compras en Black Friday y Cyber Monday ya que prefieren la compra online para evitar las multitudes en las tiendas. Usan los smartphones para interactuar con tiendas y comercios, están predispuestos a interactuar con tecnologías sin contacto.
El consumidor prefiere la digitalización del proceso de compra que mejore su experiencia y está abierto a probar nuevas tecnologías, como la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR), para probar su compra antes de decidirse.
Buena información