En el último tiempo han surgido estrategias que son utilizadas en el aula por parte de los docentes a fin de brindar clases más significativas, pero de forma breve y efectiva.
Las nuevas tecnologías, si bien son una potente herramienta que coadyuva en el proceso de enseñanza aprendizaje, están afectando negativamente en los lapsos de atención del estudiante haciendo que los mismos sean cada vez más cortos, debido a la influencia de las redes sociales y otro tipo de plataformas digitales.
Para contrarrestar esta afectación, una estrategia que está dando buenos resultados es el de los microaprendizajes, también conocidos como microlearning, que consisten en encapsular o concentrar los contenidos de las lecciones, de tal manera que sea más fácil el acceso a los participantes o a los que acceden a este tipo de formación.
Los microaprendizajes, además de concentrar los contenidos haciendo uso de herramientas tecnológicas, los combinan con actividades lúdicas, como la gamificación (levar el juego a ámbitos donde no es común, como la formación), utilizando igualmente herramientas tecnológicas, indica Sara Yoshino, jefa de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, en Santa Cruz.
Según la experta, la estrategia de concentrar los contenidos se utiliza en el país desde hace tiempo atrás, pero haciendo uso de otros recursos pedagógicos, tales como los papelógrafos, las presentaciones, el uso de imágenes, los mentefactos o los mapas conceptuales, entre otras herramientas.
“Los microaprendizajes van en la línea de aprendizajes para toda la vida, porque son de fácil acceso. Ahora, haciendo uso de las plataformas virtuales o educativas, se puede acceder desde cualquier lugar y en cualquier momento para poder ser partícipes de estos procesos formativos”, agrega Yoshino.
Beneficios de los microaprendizajes para la educación
Los microaprendizajes son de fácil acceso y facilitan la organización o planificación del tiempo y las actividades en el aula de mejor manera, pero para ello también se requiere que el estudiante y el docente cuenten con computadoras con los softwares necesarios y una buena señal de Internet, aunque también es posible hacerlo desde un teléfono móvil.
Nohemí Vilchis, del Institute for the Future of Education del Tecnológico de Monterrey, en su artículo “Microaprendizaje: lecciones breves que enriquecen el aula”, considera que un enfoque como éste apoya a estudiantes con distintos estilos y necesidades de aprendizaje.
Hace mención, también, al aporte de la periodista española Pepa Agüera de Haro, quien resumió en tres los beneficios de los microaprendizajes:
– Dinamismo y versatilidad: el material puede consultarse en cualquier momento y su variedad en formato y representación de la información contribuye al aprendizaje en cualquier nivel de formación.
– Motivación: el alumnado gestiona el tiempo y ritmo de su aprendizaje, por la facilidad de uso los estudiantes no siempre se percatan de que están aprendiendo.
– Retención de conocimiento: para algunos estudiantes es más sencillo recordar las enseñanzas durante sus etapas de formación con experiencias concretas.
Usos por parte del docente
Para que los docentes implementen esta estrategia educativa, tienen que necesariamente, tener buen uso de herramientas tecnológicos y dominio de metodologías activas.
Es decir, según Yoshino, de aquellas metodologías de enseñanza aprendizaje que se centran en el estudiante evitando así las clases magistrales que muchos de los docentes están acostumbrados a utilizarlos.
“La aplicación de modelos educativos por competencias y el uso de las tecnologías, está dejando de lado las clases magistrales y dando paso a clases participativas donde el docente ya no es el protagonista de la clase, sino solo el mentor, el guía que facilita que los estudiantes construyan su propio aprendizaje”, dice la experta.
Desafíos de esta nueva forma de educación
La académica asegura que los microaprendizajes tienen varios desafíos que vencer en un sistema educativo que no termina de comprender plenamente la innovación e identifica dos:
1. Cambio de mentalidad, no solamente de docentes y estudiantes sino de padres de familia que están acostumbrados a que el mejor aprendizaje es memorizando y replicando los contenidos aprendidos en un examen.
2. Docentes y estudiantes deben dominar el uso de las herramientas tecnológicas, accediendo a páginas web o aplicaciones de Software, entro otros.
Lo cierto es que para consolidar la innovación educativa es necesario el compromiso de todas las personas involucradas en el proceso, caso contrario será muy difícil que se pueda cambiar e innovar y, por ende, transformar la educación en el país.