Por Manuel Filomeno
Avances tecnológicos, cambios en las relaciones entre países y mercados emergentes, el comercio internacional es el motor de la economía mundial. La oferta y la demanda no se detienen, pero las maneras en que éstas se interrelacionan están en constante evolución, por lo que se necesita actores comprometidos con el cambio y preparados para evolucionar con el mundo.
“El ingeniero comercial del futuro está capacitado para manejar los diferentes actores del comercio internacional. Nos permite tener profesionales con la necesaria capacidad y habilidades para enfrentar los retos que nos plantea el mercado, el comercio internacional y este nuevo dinamismo”, expresa el director de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, Carlos Molina.
El experto señala que este 2024, el comercio internacional mostrará diversas tendencias que afectarán al mundo, en general y a Bolivia, en particular, de muchas maneras.
Estas tendencias van desde negocios más verdes, una mayor digitalización y mejoras logísticas, hasta nuevas alianzas comerciales y medidas destinadas a la modernización de la producción.
Según la consultora Mundi, este año la transformación digital será de suma importancia para el comercio internacional. Luego del impulso que la pandemia del Covid-19 dio al comercio electrónico en 2020, las plataformas en línea, los pagos digitales y la logística automatizada desempeñarán un papel crucial en la expansión de los mercados internacionales para las empresas de todos los tamaños.
En Bolivia, este impulso al comercio electrónico se verá, sobre todo, en las importaciones textiles, señala Molina.
“Para este 2024, en cuanto a importaciones está el tema textil, que sigue siendo un gran elemento que a nosotros nos va a permitir tener moda de afuera que ahora se está vendiendo a través de las redes sociales y plataformas de ventas online. La ropa y los accesorios son lo que la gente está viendo y va a querer tener, eso es lo que vamos a ver ahora”, indica.
Por otra parte, la preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad ambiental ha llevado a un aumento en el comercio verde. Los consumidores están buscando productos que sean fabricados de manera sostenible y las empresas que adoptan prácticas de producción responsables y transparentes podrían ganar una ventaja competitiva en el mercado global.
“Los consumidores, actualmente, se han convertido en más amigables con el medio ambiente y tienen más conciencia sobre los efectos de consumir productos que puedan afectar al entorno en el cual viven. Por otra parte, las empresas han empezado a promover el reciclaje, los materiales biodegradables que hacen que éstas tengan una nueva imagen en el mercado y una nueva estrategia comercial que busca atraer a consumidores que están identificados con estas nuevas tendencias”, explica el experto.
La consultora Mundi indica que se observa un cambio hacia la formación de nuevas alianzas comerciales y económicas entre países. Acuerdos bilaterales y regionales están tomando protagonismo en un mundo donde el multilateralismo se ha debilitado en algunos aspectos. Estas alianzas pueden influir en las rutas comerciales, los aranceles y las regulaciones, lo que requiere una adaptación ágil por parte de las empresas.
La inteligencia artificial y la automatización están revolucionando la cadena de suministro y la logística en el comercio internacional. Desde la optimización de rutas de envío hasta la gestión de inventarios, estas tecnologías aumentan la eficiencia y reducen los costos. De la misma manera, el uso de la IA genera otras tendencias como la hiperpersonalización de las compras, la cual puede ser aprovechada por las empresas.
“Ahora, con el uso de la inteligencia artificial (IA), este proceso se realiza casi en tiempo real. La IA recopila la información de los clientes y la procesa en segundos, produciendo información que sirve para crear productos, servicios y contenido específicos casi en tiempo real, basándose en los hábitos y patrones de consumo de cada cliente”, acota Molina.
A medida que el comercio internacional se vuelve más rápido y complejo, las regulaciones aduaneras también evolucionan. La digitalización de los trámites aduaneros y la adopción de sistemas armonizados agilizan el flujo de mercancías a través de las fronteras. Aun así, la armonización de las regulaciones entre diferentes países sigue siendo un desafío, lo que puede llevar a retrasos y costos adicionales.
“Sobre todo, en el tema de transporte es donde vamos a ver una mejoría, porque la logística internacional ha mejorado significativamente, porque ahora ya no solamente brindan un servicio de carga, sino también la logística y la entrega, entre otros servicios que brindarán este año”, apunta el experto.
Mundi destaca que la economía de los datos seguirá en ascenso, impulsada por el crecimiento del comercio electrónico y la digitalización. No obstante, las preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos también son cada vez más prominentes. Las regulaciones de protección de datos pueden afectar la forma en que las empresas recopilan, almacenan y utilizan información sobre los consumidores en diferentes jurisdicciones.
De esta forma, el comercio internacional en 2024 estará marcado por la continua influencia de la digitalización, la sostenibilidad, la evolución geopolítica y las innovaciones tecnológicas.
La tendencia en Bolivia
Molina indica que las tendencias impactarán a Bolivia de diferentes maneras. Sin embargo, en el país se vivirán otras, impulsadas principalmente por medidas gubernamentales como la ampliación del Decreto Supremo que permite la importación de bienes de capital con arancel cero y otros incentivos industriales.
“Algo interesante que vamos a tener este 2024 es que, gracias al decreto que permite la importación de bienes de capital libre de impuestos, vamos a poder traer bienes que coadyuven a tener nueva tecnología, ampliar la capacidad productiva de las empresas, en algunos casos traer tecnología que actualmente no la tenemos en el país, pero que nos va a permitir tener nuevos productos, nuevos diseños de productos actuales y mejorar la calidad”, sostiene el académico.
Por ejemplo, en la agroindustria se espera que las medidas gubernamentales impulsen la importación de ciertos productos que permitan mejorar la producción; sin embargo, se advierte que la exportación de materia prima, gas, soya y minerales, seguirá siendo el sostén de la economía boliviana.
En otros sectores, la liberación de la importación de maquinaria industrial podría incentivar la mejora de ciertos productos industriales o la aparición de otros innovadores y nuevos.
“El mercado ahora exige productos de alta calidad que, a veces, por no tener acceso a esa tecnología o porque el producto o bien nos resulta muy caro, con estos incentivos vamos a traer tecnología, traer know-how y procesos que nos van a permitir producir nuevos productos que ya se encuentran en otros mercados”, finaliza.