El avance de la tecnología y su aporte al desarrollo de muchos ámbitos de la sociedad es de gran importancia. La medicina, por ejemplo, se ha beneficiado en gran medida por los nuevos avances, incidiendo positivamente en la mejora de la calidad de vida de la población. En este contexto, “la aplicación de la tecnología en la formación de los estudiantes es fundamental para que, al lograr su profesionalización, estén a la par de los avances de la medicina”, según Benjamín Largo, especialista en medicina tropical, urgencias, emergencias médicas y experto en formación de profesionales en salud.
La digitalización de múltiples servicios, la creación de nuevos y más eficaces tratamientos, la fabricación e implementación de tecnología más avanzada, son solo algunas de las ventajas que la tecnología ha brindado al rubro sanitario.
Día a día, más y mejores sistemas tecnológicos se integran en los centros hospitalarios, permitiendo al personal sanitario brindar un mejor servicio, y a la población, tomar mayores recaudos en el cuidado y prevención de su salud, a través del uso de tecnología aplicada a los teléfonos celulares y otros dispositivos.
La creación de nuevos softwares para el sector salud almacenan información útil y relevante de los pacientes, mismos que, al ser contrastados, permiten a los especialistas conocer con exactitud la historia clínica de los pacientes.
Desde luego, la aplicación de la tecnología no se circunscribe únicamente a la aplicación de la medicina a nivel profesional, sino que es de vital importancia durante la formación de los futuros profesionales del área. Materiales de simulación digitales, recursos en línea cada vez más interactivos, entre otros, permiten que el estudiante esté mejor preparado al tener sus primeras experiencias en la atención de pacientes.
“Al llegar a la práctica hospitalaria, el conocimiento previo de la tecnología por parte de los estudiantes es fundamental, porque tener un conocimiento adecuado genera mayor confianza en el profesional de la salud; si bien en nuestro país la medicina se encuentra en proceso de desarrollo, el conocer y usar adecuadamente los equipos nos pone a la vanguardia ante cualquier institución de salud”, añade el también Coordinador de la carrera de Medicina en Unifranz.
Tecnologías que han cambiado la medicina
La telemedicina, está entre las tecnologías que cambiaron a la medicina, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como la prestación de servicios de atención de la salud, donde supera la distancia como factor crítico, empleando tecnologías de la información y comunicación para el intercambio de información válida para el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades y lesiones, la investigación y la evaluación, todo en aras de avanzar en la salud de los individuos.
“La tecnología dio pasos agigantados, sobre todo en cuanto a las cirugías a distancia, ya que podemos operar incluso estando en otra parte del mundo, sin necesidad de estar presentes”, dice Largo.
Si bien el origen de la telemedicina corresponde a la década de los 70, como una forma de luchar contra las barreras geográficas, incrementando el acceso a los cuidados de salud, especialmente en zonas rurales y países en desarrollo, su aplicación se profundizó a partir de la llegada de la crisis sanitaria, a raíz de la pandemia del COVID-19.
La comunicación en tiempos de desarrollo de la tecnología es otra de las ventajas de la innovación tecnológica que mejoró la salud. Para relacionarse entre sí, los profesionales utilizan plataformas de debate en línea, reuniones en tiempo real, acceso inmediato a información desde cualquier parte del mundo, lo que desemboca en mayores beneficios.
La enorme cantidad de información generada a diario en el rubro sanitario como: trabajos investigativos, artículos científicos, entre otros, están hoy en día a un solo click de los especialistas, permitiéndoles así que puedan estar siempre actualizados y al tanto de las tendencias, técnicas y nuevas tecnologías. En tiempos del big data, por ejemplo, se puede comparar el caso de un paciente con el de otros cientos en distintos lugares del planeta, haciendo posible la identificación más inmediata de diversos factores de riesgo y posibles tratamientos a seguir.
Las aplicaciones móviles, desde relojes que miden signos vitales, control de peso, nivel de calorías, entre otros, son múltiples herramientas disponibles para generar en las personas un hábito de seguimiento a su bienestar físico y controlar su estado de salud, en el caso de personas con determinadas afecciones.
Para Largo, sin duda, uno de los mayores logros de la medicina moderna son las cirugías robóticas, que permiten una precisión mucho mayor y se aplican principalmente en casos de alta complejidad como intervenciones neurológicas o cardíacas.
“En la actualidad, es imposible hablar de medicina y tecnología como áreas ajenas una de otra. Por ello la aplicación de ésta es tan esencial desde la etapa inicial de formación de estudiantes de medicina y, en general, de todos los profesionales de salud; para que lleguen al campo laboral preparados para brindar a sus pacientes un servicio con calidad, calidez y, sobre todo, con una formación de vanguardia” apunta.
La recopilación de datos, la inteligencia artificial, herramientas digitales y, principalmente, una nueva visión tecnológica aplicada a un cambio en el sistema de salud global, permiten un desarrollo exponencial en el rubro.
Ya se habla de que en un futuro la medicina será mucho más personalizada, sin tratamientos tan genéricos. Al tener tratamientos más acordes a la realidad individual, aumentará la eficacia. Por ejemplo, las impresoras 3D ya han abierto un mundo a la hora de ayudar a la sociedad. El que puedan fabricarse órganos, haría que dejara de haber esperas para los trasplantes entre muchas otras cosas.
Está claro que el futuro de la medicina incluye tecnología. Porque el bienestar no es una tendencia, es cuestión de salud y, la salud, se cuida mejor gracias a la tecnología.