Marketing con propósito: universitarios impulsan café de emprendedoras afrobolivianas 

By Lily Zurita Zelada

Imagen Unifranz

Para llegar a Tocaña, hay que atravesar 24 curvas cerradas, un camino desafiante que serpentea entre la vegetación de la región de Nor Yungas del departamento paceño. Cada curva, según cuenta la historia, era una pausa obligada para recuperar el aliento, compartir una conversación y contemplar la belleza del entorno. 

Hoy, esa travesía simbólica ha inspirado a un grupo de mujeres afrobolivianas que, con esfuerzo y pasión, están escribiendo una nueva historia de autonomía económica y empoderamiento a través del café. 

24 Momentos no es solo una bebida, es un homenaje vivo a la cultura afroboliviana, una experiencia que lleva el aroma de la lucha, la esperanza y el orgullo de un grupo de cimarronas –por “Cimarronas, Asociación de Mujeres Afrobolivianas” que las agrupa–. El emprendimiento contó con el respaldo de estudiantes de la carrera de Publicidad y Marketing de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, quienes vieron en él una oportunidad real de generar impacto social con enfoque de género y visibilizar una historia que merece ser contada.

«El objetivo fue conectar el aprendizaje académico con el impacto social. Los estudiantes desarrollaron una campaña de marketing 360 que incluyó branding, redes sociales, producción audiovisual, PR y estrategias de posicionamiento para llevar ‘24 Momentos‘ al mercado nacional», explica Martín Cartagena Rocha, docente de la materia de Proyecto Integrador Final del octavo semestre de Publicidad y Marketing de Unifranz en la sede La Paz. 

Un café que quiere llegar a los corazones bolivianos

Una inventariación y estudio de mercado para la comunidad de Tocaña, enclavada a 35 minutos de Coroico, realizada por estudiantes de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo de Unifranz, da cuenta que el principal medio de subsistencia de sus pobladores son las plantaciones de coca, café y frutales y que, a nivel turístico, sus potencialidades se centran en su posicionamiento como la cuna de la saya boliviana, su paisaje majestuoso y su mezcla entre lo aymara y lo afro. 

En ese contexto, nació 24 Momentos, que no solo quiere deleitar el paladar, sino también conmover corazones, porque en cada taza refleja la historia, identidad y esfuerzo de mujeres afrobolivianas que decidieron transformar su realidad a través de la producción cafetalera orgánica y sustentable.

Nora Gemio, productora de café e impulsora del proyecto, explica que su familia es cafetalera de tradición y que 24 Momentos es “un sueño hecho realidad” porque visibiliza la cultura afroboliviana y apoya la autonomía económica de las mujeres de Tocaña. 

“Queremos que este café orgánico y sin pesticidas no solo llegue a los hogares por su sabor, sino por el propósito que representa», asegura la emprendedora.

El nombre del producto está inspirado en la antigua ruta de acceso a Tocaña, conocida como «La 24», un tramo con 24 curvas que invitaban al descanso, a la charla y a la contemplación. Hoy, 24 Momentos invita a replicar esa experiencia en cada sorbo: detenerse, disfrutar, conectar y apoyar.

La propuesta se traduce en un servicio take away (para llevar) que ofrece variedades como espresso, americano, capuccino, infusiones de sultana y hierba luisa, café molido y en grano, y sándwiches artesanales. Pero más allá del producto, cada compra representa una acción solidaria ya que parte de las ganancias se destinan a un fondo que apoya nuevos emprendimientos liderados por este grupo de mujeres.

Guisela Vásquez Zavala, presidenta de Cimarronas, Asociación de Mujeres Afrobolivianas, celebra la alianza con la Fundación Unifranz de esta Casa de Estudios Superiores.

«24 Momentos nos llena de alegría porque es un café cimarrón. Con aliados como Unifranz, podemos seguir caminando y potenciando nuestros emprendimientos. Este proyecto no sólo visibiliza a nuestras compañeras, también nos ayuda a construir futuro», señala la líder de las mujeres afrobolivianas, dedicadas a la defensa de los derechos humanos, la prevención de la violencia, el trabajo de nuevas masculinidades, y acciones ligadas al desarrollo socioeconómico de sus hermanas.

Un proyecto con propósito

Camila Cárcamo, una de las estudiantes de Publicidad y Marketing que participó activamente en el diseño de la estrategia de marketing 360, resalta el valor humano de la idea de negocio. 

«Nos enamoramos del sabor, pero sobre todo del propósito. Conocimos a las productoras, escuchamos su historia, y entendimos que el café puede ser una herramienta de transformación social. Quisimos aportar desde nuestra profesión con algo que deje huella», menciona.

El café de Tocaña es cultivado a mano, sin agroquímicos, bajo sombra y con métodos tradicionales que respetan el ecosistema. Su sabor suave y aromático es solo una parte de lo que ofrece. La otra parte está en su esencia: un producto que empodera, que educa y que conecta.

Las mujeres afrobolivianas, herederas de una historia de resistencia y dignidad, hoy reescriben su presente con aroma de café. Desde Nor Yungas hasta las ciudades de todo el país, esta marca de café quiere conquistar no sólo mercados, sino también conciencias. Como dice Vásquez, «este café no va al estómago, va al corazón».24 Momentos no es solo un café, es una pausa con sentido, un brindis por la identidad, un sorbo de esperanza. En cada taza, hay una historia que merece ser contada y una comunidad que merece ser apoyada, porque cuando el café tiene propósito, el despertar es mucho más profundo.

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