Si algo es admirable en una persona es la capacidad de autosuperación, más aún si tiene alguna discapacidad; la vida de la mayoría de ellos no es fácil y por eso se las ve como ejemplo para el resto de la sociedad.
Marcela del Coral Espinoza Gómez, es médica cirujano titulada en la Universidad Franz Tamayo (UNIFRANZ), con diplomado en prevención prenatal de discapacidades y maestrante en Tratamiento Clínico del Dolor, en la Universidad de Salamanca (España). Es una persona con discapacidad física – motora, que no se ha dejado encasillar en el “no puedo, no quiero, no merezco”; ve las batallas de la vida como oportunidades para aprender, una soñadora indomable y apasionada por la vida, como ella misma se describe.
Hace muchos años una fuerte «tortícolis» fue la primera y mayor manifestación de lo que años más tarde sería diagnosticado como la enfermedad de la primera neurona motora. “De pronto estaba perdiendo la movilidad de la mano izquierda, del pie izquierdo, luego la cara –conozco fisioterapeutas desde los 11 años, por eso valoro tanto el trabajo que realizan– me recuperé parcialmente y había ganado apodos feos en el barrio, así y todo, me animé a cumplir mi sueño de estudiar medicina”, responde por escrito en el whatsApp la Dra. Espinoza.
Espinoza se tituló en agosto de 2016 de la UNIFRANZ sede Cochabamba. “Fue muy agradable, reconfortante, desde el momento en que los contacté para inscribirme –todo por Internet, sin hablar– hasta el día en que recibí mi título. Las autoridades de la Universidad han hecho lo posible por hacerme sentir que no había ninguna diferencia entre los demás y yo”, escribe.
“Un médico que ama su trabajo y entrega todo en cada consulta. Está mal que yo lo diga, debería decirlo alguien más. Escogí la carrera porque me enamoré de ella a los 8 años (..) Fue un sueño, lo conseguí y cada día quiero seguir creciendo profesionalmente. En este momento estoy terminando un Máster en Tratamiento del dolor en la Universidad de Salamanca”, responde en el cuestionario Espinoza.
La carrera de medicina de UNIFRANZ con acreditación MERCOSUR –resultado de una exhaustiva evaluación educativa y de transformación– forma a profesionales en competencias transversales, genéricas, específicas de la rama y también en competencias humanas con compromiso ético y de calidad.
Entregada a su vocación
La “Doctorita Espinoza” –como la llaman sus pacientes– interactúa en consultas vía la aplicación COMUNICANT, una herramienta para personas con diversidad funcional con la lectoescritura adquirida y que tienen problemas de habla, describe PsicoVant, seudónimo que utiliza su creador. “Fue la solución para el problema de comunicación. En ella escribo desde el saludo hasta la despedida y explico todo al paciente. No he tenido problemas, excepto con contadísimas personas a las que les cuesta asociar el celular como un apoyo de semejante magnitud”, describe entusiasmada.
No cabe duda que es una mujer que no conoce límites y se ha convertido en un referente, lo que motivó que distintas instituciones reconozcan su aporte. Presurosa tras terminar el diálogo vía chat me envía el link de la campaña “ABRIGAR”, en la búsqueda de recolectar ropa para personas con discapacidad.
La Doctora Espinoza, es médico responsable del Centro de Rehabilitación Integral Quillacollo (Cochabamba), dependiente de la Unidad de Gestión de Políticas de la Discapacidad del Ministerio de Salud y Deportes, apuesta al servicio social y cierra nuestra conexión virtual con la frase «quien no vive para servir, no sirve para vivir”.