Los Maker Hub están la tendencia que impone la co-creación para empoderar a los jóvenes

Los Maker Hub están la tendencia que impone la co-creación para empoderar a los jóvenes

Los Maker Hub (centros de fabricación) están marcando tendencia en el mundo académico y del emprendimiento por la adopción de la tecnología como herramienta para el desarrollo de ideas innovadoras que están llevando al empoderamiento de jóvenes makers (quienes aprenden a través de lo que hacen).

Un Maker Hub es un espacio de co-diseño, co-creación y fabricación de ‘casi todo’. Más que un taller, es un sitio donde la pasión y el conocimiento se enlazan en torno a la experiencia de inventar.

El líder del grupo de investigación de aprendizaje del futuro e instructor del Fab Academy Barcelona (España), Santi Fuentemilla, aclara que estos espacios están abiertos a todo el mundo, es decir “democratizan el acceso a la fabricación y a la tecnología para empoderar a los ciudadanos” y que, al igual que los FabLabs o los Makerspaces, tienen su esencia en la ‘cultura del hacer’. 

Un Makers Hub está especialmente diseñado para jóvenes. Su equipamiento consiste en herramientas y máquinas que cubren diferentes campos de la tecnología relacionados con el desarrollo de hardware, la fabricación (carpintería y metalurgia, por ejemplo), electrónica, diseño 3D, impresión 3D y escaneo 3D.

En el país, estos espacios de co-creación aún no son muy conocidos, salvo en los entornos tecnológicos de los FabLabs. De ahí la importancia de su difusión y promoción para lograr su socialización en instituciones, ciudadanía y estudiantes. No es un espacio exclusivo para quienes dominan la tecnología, en este espacio cualquier persona, del rubro que sea puede lograr realizar sus ideas.

“Uno de los esfuerzos que cuestan más y que garantizan el éxito de espacios como éste, es que tengan una comunidad detrás, que puede ser más grande, más pequeña, muy involucrada, y que crea en el potencial de estos espacios, que son los que al final le van a dar sentido”, dice Fuentemilla, experto español que recientemente participó en el Futures Week 2023, organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y el Nodo Bolivia del Millennium Project.

Co-all, la filosofía que caracteriza a los Maker Hub

El mundo del diseño y de la creatividad están siendo transformados por la filosofía del co-all (co-todo) porque demandan la participación activa de todos los participantes. En función de los objetivos y de los proyectos, se puede recurrir a diversas dinámicas. La idea en un Maker Hub es representar como mínimo la voluntad de todos.

“Para que un proyecto sea exitoso tiene que salir de las inquietudes de los que lo realizan, sobre todo si se pretende que la gente sea partícipe”, explica Fuentemilla. Precisamente, cuando se habla de procesos de co-creación y co-diseño, donde todos tienen voz y, al final, como el proyecto es creación colectiva, todos hacen esfuerzos para que salga adelante.

Las individualidades no cuentan en el Maker Hub, por eso se habla de filosofía y códigos abiertos. Hay proyectos que tienen una autoría, y que puede ser de mucha gente, pero la idea es que otras personas también puedan contribuir, rehacerlos y ajustarlos a los contextos locales.

Unifranz
La idea en un Maker Hub es representar como mínimo la voluntad de todos

Pasos y tiempos no tradicionales

En el mundo de los Meker Hub o FabLabs los pasos no están marcados de forma tradicional. El proceso de diseño clásico no es el que se utiliza, sino depende del tipo de proyecto que se está impulsando.

“En espacios como los FabLabs, Maker Hub, Fab Hub, la gracia está en la combinación de todas estas cosas. Antes, como se fabricaba, normalmente era muy compartimentado. Tenías el especialista que hacía una cosa, o en una fábrica o en una universidad había el laboratorio que hacía una determinada cosa o los expertos que tocaban solo algunas máquinas”, puntualiza.

Las tecnologías están abiertas y accesibles para que todos estos procesos se combinen al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando se tiene una idea en la cabeza, de forma paralela a la que se hacen los bocetos, se puede empezar a prototipar el proyecto para ir corrigiéndolo o adaptándolo en el camino.

“No hace falta ni que acabe el prototipo. Ya estoy viendo cómo incorporar las posibilidades de la máquina o de la tecnología en el proceso de diseño. Así que las cosas se mezclan, igual que las experiencias, que el conocimiento de las diferentes personas que participan en un espacio como este”, dice el experto.

En espacios como los Maker Hub, los jóvenes y emprendedores (makers y fabers) trabajan en equipos integrales y multidisciplinarios con gente que viene de la sociología, del marketing, de los negocios o de la academia, entre otros. 

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