“La educación es el arma más poderosa que pueden usar para cambiar el mundo”, decía Nelson Mandela, a propósito del poder transformador de la educación para la gente porque les permite ser más libres, tener otras opciones de vida y ser conocedores de su realidad.
En ese marco, la transformación en la educación se enfoca en el logro de cambios significativos y profundos en el sistema educativo con el objetivo de mejorar la calidad, relevancia y eficacia de la educación.
Este proceso implica, sin embargo, no solo ajustes superficiales, sino cambios estructurales, pedagógicos, tecnológicos y culturales que impacten en la forma en que se enseña y se aprende. La transformación educativa puede abarcar diferentes niveles, desde cambios en el aula hasta reformas a nivel nacional en políticas educativas.
Sara Yoshino, responsable de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que la transformación en educación es un proceso de permanentes cambios orientados a la mejora de la educación en aspectos como la planificación educativa, la formación y actualización docente, la evaluación de los aprendizajes, los recursos didácticos, infraestructura, mobiliario, equipos o herramientas tecnológicas, adaptándolos a la dinámica del contexto institucional, local, regional, nacional e internacional.
“La transformación en educación no culmina nunca ya que la educación debe responder a las necesidades y requerimientos del entorno social, cultural, político, económico; los mismos que están en permanente cambio para transformar la formación, forma de pensar y de ver el mundo a las personas que conforman la sociedad”, dice la académica.
La transformación de la educación es un compromiso permanente. Lejos de ser estático, se ajusta a las necesidades y requerimientos en constante evolución del entorno social, cultural, político y económico.
Características
Yoshino explica que las principales características de un modelo educativo transformador son:
- Actualización periódica del diseño curricular de las carreras
- Actualización semestral de la planificación de clases
- Implementación de metodologías activas de enseñanza; que se centran en actividades en las que el estudiante asume un rol activo en su proceso de aprendizaje.
- Capacitación docente, permanente
- Inducción estudiantil, concientizándolos sobre su rol activo
- Integración de herramientas TICs para motivar y facilitar el aprendizaje
- Evaluación formativa, continua y basada en evidencia
Del modelo tradicional al modelo transformador
A pesar de los avances logrados desde el paradigma educativo tradicional hasta el constructivista, aún persisten desafíos, ya que la educación tradicional, con clases magistrales y enfoque memorístico, continúa presente en muchas instituciones.
También persisten las evaluaciones centradas en exámenes promoviendo un aprendizaje memorístico en los conocimientos teóricos-conceptuales, dejando de lado las dimensiones procedimental y actitudinal. Es decir, el estudiante aprende memorizando, mas no haciendo.
Al contrario, la transformación de la educación prepara a los estudiantes para los desafíos del futuro porque se forman aplicando sus aprendizajes, de esta manera desarrollan las competencias profesionales capacitándolos para enfrentar situaciones reales en contextos diversos.
“La evolución total de la educación tradicional a la constructivista con la transformación en educación para una educación transformadora llegará cuando en todas las instancias educativas se institucionalicen los procesos de cambios, pues la educación no puede ser estática ni estandarizada, debe adaptarse a la dinámica del contexto en el que se desenvuelve y a la realidad del mismo”, puntualiza la psicopedagoga.
Incidencia de la transformación en la educación
La transformación en la educación adquiere mayor relevancia, según la académica, por:
- Adaptación a la era digital: vivimos en una era digital en constante evolución. La transformación de la educación implica integrar la tecnología de manera efectiva en el proceso de aprendizaje. Esto prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más digitalizado y les brinda habilidades relevantes para el siglo XXI.
- Fomento del pensamiento crítico y habilidades prácticas: La educación debe centrarse en el desarrollo de habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad. Estas habilidades son esenciales para abordar los desafíos contemporáneos y preparar a los estudiantes para enfrentar un futuro desconocido.
- Inclusividad y equidad: la transformación de la educación también busca hacerla más accesible e inclusiva para todos los estudiantes, independientemente de su origen socioeconómico, ubicación geográfica o habilidades individuales. Las tecnologías educativas pueden ayudar a superar barreras y ofrecer oportunidades educativas equitativas.
- Personalización del aprendizaje: cada estudiante es único, con diferentes estilos de aprendizaje y ritmos. La transformación educativa busca adoptar enfoques más personalizados, utilizando la tecnología para adaptar el contenido y los métodos de enseñanza según las necesidades individuales de cada estudiante.
- Preparación para el mercado laboral: el mundo laboral está cambiando rápidamente con la automatización y la inteligencia artificial. La educación debería centrarse en desarrollar habilidades que sean relevantes para el mercado laboral del futuro, como la adaptabilidad, el pensamiento analítico y la capacidad de aprender de manera continua.
- Desarrollo de habilidades sociales y emocionales: además de las habilidades académicas, la educación reconoce la importancia de cultivar habilidades sociales y emocionales, como la empatía, la colaboración y la inteligencia emocional. Estas habilidades son esenciales para el éxito en la vida y en la sociedad.
- Sostenibilidad y conciencia global: la educación debe abordar problemas globales como la sostenibilidad ambiental, la justicia social y la conciencia global. Los estudiantes deben comprender la interconexión del mundo y ser conscientes de su papel en la construcción de un futuro sostenible y equitativo.
Finalmente, Yoshino asegura que la transformación de la educación es esencial para preparar a las generaciones futuras para los desafíos cambiantes del mundo, fomentar el desarrollo personal y social, y contribuir al progreso global en diversas áreas.