La tecnología transforma el ‘arte de los cuidados’ personales de terapia intensiva

La tecnología transforma el ‘arte de los cuidados’ personales de terapia intensiva

Por Dennis Luizaga

El servicio de terapia intensiva se adapta a las innovaciones tecnológicas y el arte de cuidar a los pacientes requiere de conocimiento, habilidades y compromiso para una atención más humana y emocional. La inteligencia artificial se abre espacio cada día en esta actividad profesional.

El ajetreo en una Unidad de Cuidados Intensivos se caracteriza por momentos de alta tensión, presión y carga emotiva. Los resultados positivos o negativos deben ser comunicados a los allegados del paciente.

En la evolución de la práctica profesional surge la terapia intensiva blanda, blanda-dura y la dura. Sobre el segundo tipo referido, “significa que debe haber buenas relaciones interpersonales, donde la recepción y trato del paciente crítico debe ser con calidad humana”, afirma María Luisa Rodríguez, docente de la carrera de Enfermería de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz).

La terapia intensiva blanda-dura requiere de una buena gestión de recursos humanos, económicos y materiales. Todo el personal en la UTI debe tener amplio conocimiento de la evolución de las patologías críticas, junto a la tecnología.

La evolución de la tecnología en cuidados intensivos registra varios momentos históricos, uno de estos es cuando había ventiladores a presión positiva y era necesario contar con dos distribuidores para el funcionamiento del oxígeno y el aire comprimido.

Otro ejemplo fue el uso de microgoteros, en lugar de bombas de infusión; los monitores tenían una función básica, como de frecuencia cardíaca, respiratoria y presión arterial. “Es así como podemos mencionar muchas cosas que fueron evolucionando y la comprensión del desarrollo cultural y tecnológico, relacionado con los nuevos conceptos sobre el cuidado y la tecnología dentro de las UCI”, afirma la profesional especialista.

Para Rodriguez, la enfermería tiene que incidir más en tecnologías blandas-duras para mantener la calidad de la atención, la seguridad del paciente y optimizar el servicio. La adaptación tecnológica se logra con capacitaciones, cursos de especialización y con información complementaria.

Uno de los avances tecnológicos en la atención de cuidados intensivos es la telemedicina, Tele-ICU, que es un modelo para brindar cuidados críticos-efectivos; se ha desarrollado para abordar la creciente demanda, ante la escasez de intensivistas.

La teleasistencia para triajes utiliza una herramienta en la web o en una aplicación para introducir sus síntomas y obtener orientación sobre sí necesita el paciente un tratamiento adicional. Se conecta desde su casa con un proveedor para decidir si debe acudir al servicio de urgencias.  

Ventajas de la tecnología en UCI

Entre los beneficios de la teleasistencia para triaje está la reducción de la saturación de urgencias. Reduce los tiempos de espera y los obstáculos al procesar pacientes rápidamente. Y, proporciona una atención rápida a las poblaciones de pacientes con condiciones de salud de bajo riesgo.

“Las innovaciones más sobresalientes, y según las necesidades de los pacientes, son el mejoramiento de infraestructura, equipamiento, por ejemplo, con monitores de última generación y ventiladores”, explica Rodríguez. 

Agrega que la tecnología está inmersa en todo el proceso de terapia intensiva, actualmente se usan múltiples aplicaciones IT, de tecnología de información, y dispositivos que incluyen los asistentes personales inalámbricos, los sistemas de historias clínicas electrónicas y la teleconferencia digital.

Las interfaces remotas permiten al intensivista visualizar la información del paciente en forma continua y óptima, aún si está fuera de la UCI. El centro de comando está equipado con una estación de trabajo con múltiples monitores, con alarmas inteligentes que muestran los signos vitales del paciente en tiempo real; historia clínica electrónica completa, con aplicaciones para las órdenes médicas escritas y sus notas.

La tecnología obliga a los profesionales en terapia intensiva a actualizar los conocimientos, a desarrollar habilidades y, en consecuencia, adoptar un perfil de comunicación asertiva, con empatía, capacidad de toma de decisiones y elevado nivel de preparación, sostiene Rodríguez.

Para la profesional entrevistada, se debe desarrollar una serie de habilidades en el personal intensivista, como vocación de servicio, buena atención y cercanía a los pacientes, claridad y efectividad en las teleconsultas; saber manejar las emociones, tolerancia y paciencia; empatía, estabilidad emocional; compromiso con el aprendizaje continuo, pensamiento crítico; sensibilidad cultural, humanización; y habilidades y destrezas.

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