La tecnología que transforma sonrisas: la tomografía 3D revoluciona los tratamientos dentales

Cada sonrisa es única. Y hoy, gracias a los avances tecnológicos, también puede ser tratada con un nivel de precisión nunca antes imaginado. La tomografía 3D dental, una innovación que ha cambiado por completo la forma en la que se diagnostican y planifican tratamientos odontológicos, se posiciona como una de las herramientas más poderosas en la odontología moderna.
Lejos de ser solo una mejora técnica, esta tecnología ha transformado la experiencia tanto del profesional como del paciente, al ofrecer diagnósticos más certeros, tratamientos más seguros y resultados más personalizados.
“La planificación de tratamientos con tomografía es mucho más precisa, porque tiene herramientas específicas para distintos procedimientos. Por ejemplo, en el caso de la endodoncia o el tratamiento de conductos, la tomografía permite medir los conductos con una exactitud que llega incluso a décimas de milímetro”, explica Alina Alanoca Rivero, docente de la carrera de Odontología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
La tomografía computarizada 3D (CBCT) permite obtener imágenes tridimensionales de alta resolución que revelan detalles de estructuras óseas, tejidos blandos, dientes y vías nerviosas. A diferencia de las radiografías convencionales en dos dimensiones, esta técnica ofrece una visión completa y profunda del área a tratar, lo que se traduce en una mejor planificación y ejecución de los tratamientos.
Más precisión, menos errores
Uno de los grandes beneficios de esta tecnología es su capacidad para detectar patologías que podrían pasar desapercibidas en estudios tradicionales. Fracturas, lesiones periapicales, malformaciones o conductos radiculares adicionales son ahora visibles con claridad, lo que permite intervenciones más eficaces y menos invasivas.
Alanoca asegura que “tenemos herramientas para la planificación de implantes, con simulación virtual. También contamos con sistemas de cefalometrías en 3D, es decir, trazados y planificación ortodóntica en tres dimensiones, que nos ayudan a construir imágenes detalladas para cada tratamiento”.
Implantes dentales sin margen de error
La implantología dental ha encontrado en la tomografía 3D un aliado insustituible. Esta permite evaluar con exactitud el volumen óseo disponible, determinar la ubicación ideal para colocar los implantes y evitar riesgos como la perforación de estructuras sensibles, tales como los nervios o los senos maxilares.
Un estudio publicado en Clinical Oral Implants Research revela que el uso de la tomografía tridimensional en procedimientos de implantes dentales redujo en un 20% las complicaciones, comparado con métodos basados en radiografías 2D.
Endodoncia más efectiva y ortodoncia personalizada
En el campo de la endodoncia, esta tecnología se utiliza para detectar infecciones profundas o estructuras internas ocultas. Gracias a ello, los tratamientos de conducto son más precisos, reduciendo el riesgo de fracaso a largo plazo.
Asimismo, en ortodoncia, la tomografía 3D permite planificar movimientos dentales personalizados, identificar dientes impactados y diseñar alineadores con mayor precisión. Esto no solo mejora los resultados, sino que también reduce los tiempos de tratamiento y aumenta la comodidad del paciente.
Un estudio en Seminars in Orthodontics demuestra que el uso de esta tecnología mejora notablemente el diagnóstico y la planificación de tratamientos con sistemas como Invisalign, al evaluar con exactitud la posición de los dientes y su relación con la estructura ósea.
Cirugías más seguras y pacientes más tranquilos
La extracción de muelas del juicio, una de las cirugías dentales más comunes, también se ha beneficiado del uso de la tomografía 3D. Esta tecnología permite conocer con exactitud la ubicación de las raíces y su cercanía a nervios, evitando complicaciones postoperatorias.
Además, la experiencia del paciente mejora significativamente. Alanoca señala que “es mucho más didáctica incluso para la comprensión del paciente respecto al seguimiento de su tratamiento”. La comodidad durante la toma de imágenes, la rapidez del procedimiento y la menor necesidad de repeticiones, contribuyen a reducir la ansiedad del paciente.
Otro aspecto clave es la seguridad radiológica. A diferencia de las tomografías médicas convencionales, la tecnología CBCT utilizada en odontología emite una dosis de radiación mucho menor, lo que la hace adecuada incluso para niños y tratamientos prolongados.
Cada vez más clínicas dentales apuestan por incorporar la tomografía 3D como parte de sus servicios habituales. Para muchas de ellas, se trata de una inversión estratégica que eleva la calidad del diagnóstico, mejora los resultados clínicos y fortalece la confianza del paciente.
Y es que el futuro de la odontología está íntimamente ligado al avance tecnológico. Desde imágenes más nítidas hasta sistemas de simulación de tratamientos, la tomografía 3D se ha convertido en un pilar fundamental de la atención dental de vanguardia.
En este contexto, la formación académica juega un rol esencial. Universidades como Unifranz integran esta tecnología en la formación de sus futuros profesionales, permitiéndoles aprender con herramientas de última generación.
“Nuestros estudiantes no solo aprenden teoría, sino que practican con tecnología que está cambiando la manera de hacer odontología”, concluye Alanoca.