Ser médico, más que una vocación, es una opción de vida. Como profesión conlleva un fuerte sentido moral y el compromiso de ayudar a las personas a recuperar la salud. Quienes hoy ejercen la medicina coinciden en resaltar la inmensa satisfacción que viven tras recuperar a un paciente.
Para Griselda Vargas, Médica Epidemióloga y directora de la Carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz La Paz, fue el milagro de la curación y los efectos que repercuten en las personas y la sociedad lo que la llevó a escoger su profesión. “Mi motivación primera nació desde niña y creció con el tiempo con el solo objetivo de brindar ayuda y servir”, confiesa.
Sin duda, la pandemia del Covid-19 visibilizó la importancia de los médicos en la sociedad. Los profesionales de la salud demostraron que, ante cualquier circunstancia o adversidad, la misión de mejorar la salud de los pacientes está por delante incluso de sus propias vidas.
Ser médico en toda época ha sido un trabajo arduo con mucha sensibilidad social, con calidad humana para atender a los pacientes. “En todas las épocas hubo epidemias, pandemias, que nos han obligado a actuar. Lastimosamente en la última, por desconocimiento se fueron muchos colegas y amigos (..) ellos han sido la punta de lanza para combatir esta pandemia y junto a ellos aprendimos a manejar y tratar la enfermedad”, apunta Álvaro Muñoz, Médico Cirujano, ex Ministro de Salud y Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de Unifranz La Paz..
La vocación principal del médico está en salvar vidas, así lo describe Bruno Rojas. Acaba de concluir su internado rotatorio, una experiencia que le permitió entender que los problemas de salud pueden resolverse con la prevención.
“Al realizar mi internado me di cuenta que muchas enfermedades tienen como etiología (origen) el sedentarismo y la mala alimentación”, dice Rojas, que también destaca como atleta olímpico. Cree que desde el Estado se deben implementar políticas preventivas para mejorar la salud de la población, lo que evitaría que se llegue a cuadros complicados que terminan en enfermedades, muchas veces incurables.
La experiencia de Carlos Dabdoub, médico Neurocirujano y actual Vicerrector de Unifranz sede Santa Cruz le convierte en una autoridad en relación a las políticas públicas de salud. «Necesitamos un sistema de salud que permita que nuestra población ya no tenga que salir a buscar desesperadamente a otros lugares para recuperar su vida y que nuestros médicos puedan brindar esa salud con tecnología, con adecuada infraestructura. Las alianzas que hemos desarrollado con distintas instituciones profesionales desde la universidad, nos permite formar médicos que contribuyan al país que todos soñamos”, sentenció.
La labor médica es más que abrazar el arte de curar, es escuchar, contener, acompañar y empatizar con el enfermo que necesita del profesional médico. Aplica conocimiento especializado, alumbrado por el espíritu de servicio.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los países de la región deben tener un promedio de 23 profesionales en salud por 10.000 habitantes. El crecimiento exponencial de la ciencia médica los obliga a la actualización permanentemente, lo que representa prepararse día a día para ser más eficientes y así brindar calidad de cuidados a quien nos necesita.