Innovación, madurez y seguridad son al menos tres pilares con los que regresan los estudiantes que formaron parte del programa Internacionalízate de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz). El proyecto permite cursar un semestre en una de las 34 universidades del mundo con las que se tienen suscritos convenios y en este segundo semestre del año, saldrá media centena de jóvenes destacados de las cuatro sedes de la universidad.
“Los estudiantes no sólo regresan con un conocimiento más extenso del que tienen en la universidad de origen; sino vuelven más independientes, responsables y con la comprensión de otra cultura. Muchos de ellos emplean ese potencial para innovar y mejorar al país”, declaró Gabby Valenzuela, asesora del Programa de Movilidad Internacional de Unifranz El Alto.
En este segundo semestre saldrán 49 jóvenes a universidades como la Autónoma de Monterrey de México; la Católica de Murcia en España; la de Investigación y Desarrollo (UDI) en Colombia; la Autónoma de Nuevo León México; Mar del Plata; y otras más conforman la red de Unifranz.
Valenzuela también salió del país con el programa de internacionalización y conoció las plataformas virtuales para la educación, mucho antes de la covid-19. Contó que en la universidad a la que fue ya usaban estas formas de enseñanza a distancia. Por tanto, agregó, no vivió un cambio radical cuando la educación y un gran número de actividades pasaron a la virtualidad por causa de la pandemia. “Cuando uno sale al exterior descubre tecnologías que puedes traer al país. Eso hice y por tanto no me resultó difícil pasar a la virtualidad porque ya lo había hecho antes”.
El programa de internacionalización hace posibles las alianzas y la participación de la universidad en redes de colaboración para el intercambio de conocimientos; la implementación de programas de investigaciones conjuntas; la movilidad estudiantil; docente y de investigadores; el desarrollo de nuevas competencias lingüísticas, inter e intra culturales; además del despliegue de participación activa y responsable.
María Fernanda Ollé, coordinadora nacional de Movilidad Internacional de Unifranz agregó que los estudiantes que llegan del exterior reflejan un perfil maduro, centrado, con una visión distinta. “Hay una diferencia abismal entre la despedida y bienvenida porque al inicio están con los papás, con miedo, nerviosos y hasta ansias. Cuando llegan están empoderados porque el objetivo es que sean personas globales”.
Para acceder al programa los estudiantes deben tener un promedio acumulado como mínimo de 75 puntos, no tener ni un aplazo, abandono o haber desertado en algún momento de sus estudios, no tener sanciones disciplinarias, el aval del director de carrera y las cartas de recomendación de dos catedráticos de la universidad. También deben tener un pasaporte, hoja de vida, cartas de solicitud y compromiso para realizar el intercambio.
María Fernanda Ollé aseguró que salen ‘buenos estudiantes’ y precisó que el objetivo del programa es traer nuevos conocimientos y no así exportar profesionales. Explicó que Bolivia tiene mucho potencial, gente creativa, diversa y con gran el capital humano que no es aprovechado al máximo por falta de oportunidades.
El programa comenzó el 2018 y a la fecha salieron alrededor de 300 estudiantes al exterior y más de mil jóvenes que hayan tenido una experiencia internacional. Para este semestre se postularon 160 universitarios y salieron media centena de ellos.
Las especialidades son diversas pero el mayor número de estudiantes que forman parte del programa son de la carrera de Medicina, Bioquímica, Farmacia entre otras. “Es predominante cuando hablamos de internado rotatorio, porque van a realizar prácticas a universidades del exterior; sobre todo a Brasil”, precisó.