Por Luis Escobar y Beatriz Cahuasa
La internacionalización de la educación superior permite a los futuros profesionales integrar una dimensión internacional, intercultural y global a los objetivos de su proceso de enseñanza-aprendizaje, de investigación y las funciones de servicio del sistema de educación. Es un paso indispensable en un mundo globalizado y de permanente cambio que requiere de espacios de cooperación para lograr formar profesionales con competencias del siglo XXI.
La segunda jornada del Congreso de las Américas sobre Educación Internacional (CAEI) que se realiza en Las Vegas del estado de Nevada, de Estados Unidos (EEUU), concentró su atención en la temática a través de ponencias y paneles que analizaron el panorama global de la educación internacional como un modelo de las tendencias emergentes, desafíos continuos y como un espacio de cooperación y oportunidad de crecimiento.
“Cuando hablamos de internacionalización tratamos de construir espacios de cooperación, crear oportunidades para que las instituciones puedan encontrarse y avancen en jornadas de trabajo bilateral o trilateral”, declaró David Julien, director ejecutivo de la Organización Universitaria Interamericana (OUI-IOHE, por sus siglas en inglés).
En un mundo interconectado los procesos educativos demandan avances continuos hacia la internacionalización, lo que implica estar alineado a un solo enfoque para contribuir a la pertinencia y calidad de la educación.
Julien formó parte del panel plenario denominado: “Horizontes futuros para la educación superior: una mesa redonda presidencial” junto con María Estrada, rectora del Tecnológico de Costa Rica; Fernando León García, presidente del Centro de Enseñanza Técnico Superior de México; y Keith E. Whitfield, presidente de la universidad de Nevada en Las Vegas.
Este espacio permitió compartir perspectivas sobre el panorama cambiante de la internacionalización de la educación superior y ofrecer ideas sobre aquellos asuntos que ocupan el primer lugar en sus agendas.
Desde el lunes el Congreso reúne a los principales actores y tomadores de decisión, vinculados con la internacionalización de la Educación Superior en las Américas. La Universidad Franz Tamayo, Unifranz, representa a Bolivia presentando sus prácticas en educación internacional a fin de trazar el futuro de la cooperación académica en la región
Cooperación y oportunidad
Julien realizó un análisis del panorama de la internacionalización en educación superior en América Latina y el Caribe, enmarcado en la Organización Universitaria Interamericana que integra 28 países de la región y que alberga a más de 400 universidades.
¿Cuál es el panorama de la internacionalización de la educación superior y cómo fue cambiando?
Cuando hablamos de internacionalización tratamos de construir espacios de cooperación, crear oportunidades para que las instituciones puedan encontrarse y avanzar en jornadas de trabajo bilateral o trilateral.
Creo que uno de los retos es trabajar la dimensión extrarregional e intrarregional. Hay mucho que se puede hacer con los países vecinos, pero estamos aquí con muchas delegaciones de Canadá, Estados Unidos para trabajar con universidades del mundo anglosajón e ir avanzando en otras dimensiones.
¿Cuáles son los retos u obstáculos que se deben vencer para internacionalizar la educación?
El financiamiento es un tema central. No todos los países tienen las mismas dinámicas de soporte a la educación. Obviamente, cada Gobierno tiene una voluntad de capacitar a los jóvenes para poder profesionalizarlos, para responder la demanda de mano de obra, pero sí hay que buscar incentivos que permitan dar un acceso y equidad a la educación superior.
¿Qué beneficios trae para el estudiante la internacionalización de la educación?
Hay competencias que se pueden adquirir: el primero es la lingüística; y la segunda que tengan una visión distinta de ver la realidad. Entonces, la transición del mundo estudiantil al laboral dejará de ser un choque y pasará de la teoría a la práctica. La internacionalización permite trabajar la adaptación al cambio, a nuevos paradigmas y prepara al estudiante para el trabajo.
Ahora, el marco laboral es más amplio, diverso, múltiple y la internacionalización de la educación permite prepararlos mejor en este contexto.
¿En esta época de transformaciones digitales se puede dar una internacionalización sin salir del país?
En la IOHE tenemos un programa que se llama el Espacio de Movilidad Virtual en Educación Superior. Eso permite que nuestros miembros tener a su disposición cupos para recibir a estudiantes en sus cursos virtuales de intercambio. Los jóvenes tienen la opción de elegir cursos en cualquiera de las otras 150 instituciones de los 13 países.
Tenemos este programa tres años y contamos con más de 6.500 estudiantes que, desde sus casas, tienen acceso a una experiencia internacional porque están tomando cursos en otros países, en otros contextos, en otros idiomas. Obviamente, de manera virtual.
También les ofrecemos un curso de competencias interculturales para facilitar su jornada de aprendizaje en estos ámbitos virtuales.
¿Cuáles son los impactos para la sociedad de la internacionalización?
La sociedad tiene la necesidad de trabajadores especializados en sectores de salud, manufactura o vinculados a la tecnología. Entonces, el impacto de la internacionalización es poder acelerar la capacitación de los jóvenes profesionales; darles un horizonte que vaya más allá de su entorno inmediato y poder entender cuáles son las tendencias en otros horizontes y llevar a casa estas nuevas tendencias.
Diálogo global
En la jornada el foro instaló otros tres paneles. El primero de ellos: “¿Qué sigue para la educación internacional?” Permitió a la Asociación Internacional de Universidades (IAU) compartir los resultados de su sexta Encuesta Global sobre Internacionalización de la Educación Superior. Además, expertos globales y representantes de asociaciones internacionales ofrecieron ideas sobre las tendencias en la educación internacional con el fin de dar forma a la colaboración académica en los próximos años.
El segundo panel: “Enfoques y perspectivas para la evaluación y aseguramiento de la calidad en educación superior”, a través de un estudio de enfoques y experiencias, analizó diferentes modelos para el aseguramiento de la calidad en educación superior.
Se presentó el funcionamiento del sistema de evaluación de programas en Quebec y la acreditación del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES) en Chile. Se trata de una investigación colaborativa que presentó modelos diferentes, cada uno con sus logros y dificultades, pero siempre orientados a la formación de profesionales calificados en el fortalecimiento del rol de las universidades como motor del desarrollo social y económico.
El tercer panel: “Piense en verde: fomento de colaboraciones innovadoras y sostenibles”, se exploró la importancia de las asociaciones multilaterales entre la academia, el gobierno y las partes interesadas del sector privado para impulsar colaboraciones científicas y académicas locales, regionales e internacionales.
El evento concluirá este miércoles 8 de noviembre con el panel “Preparando estudiantes ahora: marcos y aprendizajes aplicados para la educación internacional”, en el que participaran Melissa Tórres, presidenta del Foro de Educación Extranjera; Nannette Ripmester, directora de Movilidad Laboral de los Países Bajos; Kevin Vaughn, decano de extensión Universitaria de la Universidad de California; Lisa Miller, directora Internacional de la Universidad de California; Kate Moore, directora y asesora de Aprendizaje Integrado del Foro de Educación en el Extranjero y Verónica Ágreda, rectora de Unifranz y miembro de la Directiva de la Región de Países Andinos de la Organización Universitaria Interamericana (OUI).