Por Manuel Filomeno
China es la segunda economía más grande del mundo, situada solo detrás de Estados Unidos, es también de donde provienen la mayor parte de los productos que importamos y un destino de gran potencial para las exportaciones bolivianas.
Según Osvaldo Nina, economista y docente de la carrera de Ingeniería Económica de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, esta relación podría ser mejorada con la apertura de un banco comercial boliviano en China, ya que permitiría la conversión automática de yuanes (moneda utilizada en China) a bolivianos y viceversa, eliminando la necesidad del uso de dólares en las operaciones de comercio exterior.
“La instalación de un banco de comercio boliviano en China permitiría agilizar el comercio exterior con ese país, ya que este banco se constituiría en un intermediario financiero -comercial. Esto significa que las operaciones de comercio entre un exportador y un importador se harían a través de ese banco, donde se podrán depositar bolivianos o yuanes, dependiendo del origen de la transacción y cobrar en bolivianos o yuanes del otro lado”, explica el experto.
Por ejemplo, un importador boliviano podría pagar los productos que busca traer al país en bolivianos, depositándolos, al tipo de cambio oficial, en la sucursal boliviana del banco, mientras que, el vendedor en China podría cobrar el monto correspondiente por sus productos en yuanes a través del mismo banco. “De la misma manera, un exportador boliviano podría recibir el pago de sus exportaciones a China en bolivianos”, agrega Nina.
Actualmente, para realizar una importación de productos desde China, el operador boliviano debe convertir sus bolivianos a dólares y los dólares luego serán convertidos en yuanes, con costos asociados en ambos extremos de la operación debido a la diferencia cambiaria, pero con la instalación de un banco comercial se elimina la necesidad de utilizar dólares en las operaciones.
“Es decir que los importadores y exportadores de ambos países se benefician de la conversión inmediata de sus divisas a través del uso del banco, sin tener que convertir sus monedas al dólar para que éstas luego sean convertidas, nuevamente, y sin el riesgo de especulación”, acota el experto.
De acuerdo con datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), a principios del siglo XXI, la relación comercial entre Bolivia y China era incipiente, pero tomó impulso a partir del 2011 cuando las exportaciones superaron los 300 millones de dólares y las importaciones los 1.000 millones.
Actualmente, China es el primer socio comercial del país, ya que, del gigante asiático, importamos cerca de 2.415 millones de dólares en más 4.500 productos diferentes y exportamos 59 productos diferentes por 1.170 millones de dólares hacia este mercado en 2023.
De China traemos, principalmente: vehículos, neumáticos, hornos, motocicletas, insumos, aparatos de comunicación, generadores eléctricos y textiles, cada uno de ellos por encima de los 20 millones de dólares.
En febrero pasado, el Banco Unión y el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC) suscribieron un convenio que permitirá la utilización del yuan, en los intercambios comerciales a través del Banco Unión, lo que permitirá reducir los costos asociados a los pagos transfronterizos como: Menor pago de comisiones, menor costo financiero, optimización en los tiempos y mejores márgenes de negociación entre comprador y vendedor, lo que puede ayudar a reducir costos finales.
Exportaciones
Por otra parte, las exportaciones principales a China son plata, cinc, plomo y carne bovina -cada uno de ellos, holgadamente, por encima de los 100 millones de dólares- además de estaño, cobre, madera, antimonio, boratos, oro, ajonjolí, quinua, volframio o castaña, superando el millón de dólares por cada producto, señala el IBCE.
“China no solo ha pasado a ser el primer país del que importamos, sino, el tercero más importante para nuestras exportaciones luego de Brasil (1.566 millones de dólares) e India (1.317 millones)”, agrega la institución.
“En Santa Cruz y Beni hay una fuerte presencia de inversionistas chinos en el sector ganadero, porque existe un interés real de exportar carne a China. Luego tenemos el tema del hierro y otros productos. Yo creo que, en pocos años, más del 50% de las exportaciones de Bolivia van a tener como destino China. Por esta razón, los exportadores también van a querer una entidad financiera que pueda convertir los yuanes en bolivianos, y de esa manera van a poder recibir el dinero líquido y pagar en Bolivia sus costos de operación”, agrega Nina.
El experto puntualiza que la instalación del banco o, al menos, una agencia bancaria nacional en el país asiático, podría ayudar a reducir la dependencia de dólares del país, ya que las importaciones se podrían realizar directamente en yuanes, dejando los dólares para el comercio con otros mercados.
Asimismo, al fortalecer la relación comercial y facilitar las operaciones para los exportadores, se podría reducir el déficit comercial que actualmente el país tiene con China.