En un mundo en constante cambio, que avanza sin pausa y en el cual los hábitos de los consumidores y empresas mutan con rapidez, se requieren profesionales que puedan mantener el paso y estar preparados para los cambios en curso. Profesionales completos, actualizados, innovadores y disruptivos, pero conscientes ambientalmente y con visión de futuro, éstas son las características de los ingenieros comerciales del futuro.
La principal misión de estos profesionales es impulsar las ventas de las empresas, para lo cual deben conocer las necesidades de los clientes, las tendencias del mercado y los hábitos de compra.
“El ingeniero comercial es el que impulsa las ventas, esto es fundamental en todas las empresas. El hecho de vender implica generar, desde la negociación, el manejo de objeciones, entre otras. Estas habilidades hacen que el emprendimiento sea mucho más llevadero. El profesional requiere de conocimiento tanto externo como interno, además de técnicas como el conocimiento del mercado, la investigación de mercado, el tema de costos y todo lo que conlleva llevar un negocio”, indica el director de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz en Cochabamba, Esteban Rioja.
El experto explica que las tecnologías avanzan rápidamente, generando cambios de última hora en los requisitos de los clientes, por lo que la capacidad de adaptación de los ingenieros comerciales y el uso de técnicas de desarrollo ágil serán esenciales.
Todas estas habilidades y conocimientos además deben estar atravesados por el manejo de las nuevas tecnologías, explica el experto.
“Nuestro campo ha empezado a evolucionar y esto ha generado que herramientas digitales, que antes utilizábamos también tengan que evolucionar y está generando que el ingeniero comercial se tenga que preparar mucho más con la parte técnica, la parte informática. Tiene que manejar herramientas digitales como la inteligencia artificial (IA). Con la IA podemos hacer perfiles de compradores, podemos armar planes de promoción en base a productos”, finaliza el académico.
Habilidades
Por su parte, el director de la carrera de la Ingeniería Comercial de la Unifranz de La Paz, Carlos Molina explica que las habilidades de los ingenieros comerciales son amplias y variadas, pero en general, es necesario que estos profesionales cuenten con una actitud emprendedora, un fuerte manejo de las finanzas y gestión, capacidad para tomar decisiones y resolver conflictos y sean capaces de generar estrategias y planes de trabajo efectivos.
La carrera demanda otras competencias generales como la comunicación, la cual es necesaria para dar a entender sus ideas y planes a otros niveles de la empresa y para tratar con los clientes.
Organización, para manejar varias actividades al mismo tiempo e interactuar con clientes y colegas. Las habilidades de organización incluyen la puntualidad, la gestión de tareas, saber priorizar y establecer metas a largo plazo con un plan con objetivos a corto plazo para llegar a ellas.
Asimismo, parte del rol de un ingeniero comercial es dialogar con el cliente, por lo que es indispensable estar disponible, receptivo y mantenerse cerca. Esto permite que el cliente se sienta tranquilo y en confianza, lo que facilita la interacción.
Un ingeniero comercial no sólo debe asumir la responsabilidad de sí mismo, sino también de las personas con las que trabaja. El liderazgo no sólo aplica a personas en puestos gerenciales o a cargo de un equipo, ésta es una cualidad que sirve para motivar a los colegas a dar lo mejor de sí mismos y dar el ejemplo correcto.
Un ingeniero comercial no puede trabajar solo. Según el tipo de empresa y proyecto debe trabajar con un equipo de profesionales que puede estar conformado por ingenieros de otras ramas, diseñadores, mercadólogos, gerentes, personal de recursos humanos y dueños de empresas, entre otros.
La creatividad también es clave, ya que permite ver más allá de las dificultades y encontrar formas de salir de éstas y prosperar en ambientes adversos.
Disruptivos e innovadores
“Los ingenieros comerciales deben tener una visión clara del futuro, no solamente de aquí a cinco o 10 años, sino que tengan una visión de 30 a 40 años. Cómo quieren que sus hijos vivan en un nuevo mundo en una nueva ciudad, cómo quieren planificar los negocios, qué clase de productos van a salir al mercado y cómo esos productos van a beneficiar a sus hijos, a sus nietos y a futuras generaciones”, señala Molina.
El experto indica que las nuevas generaciones heredarán “facturas” medioambientales, dejadas por nuestra actividad, por lo que es imperativo que todos los sectores apuesten por productos, negocios, tecnologías y prácticas más verdes.
“Por ejemplo, el ingeniero comercial del futuro debe ser disruptivo, innovador, explorador y creativo, lo que tratamos de hacer es de que nuestros profesionales busquen maneras de ser más amigables con el medio ambiente. No nos olvidemos que las futuras generaciones van a tener que pagar ciertas facturas de lo que estamos haciendo. Esa clase de profesionales tiene las habilidades y las destrezas que les van a permitir desarrollar nuevos negocios, nuevos productos que sean más amigables con el medio ambiente pero que sobre todo utilicen la economía circular, comiencen a tener el tema de la cultura del reciclaje, la reutilización de recursos y la optimización de lo que vayan a tener cada uno”, agregó.