Los avances médicos han facilitado la especialización en diversas áreas. Una de ellas, se relaciona con la atención a pacientes críticos. Cada decisión puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
En medicina crítica se identifican tres características clave en la condición de un paciente: la presencia de un órgano en falla, la posibilidad de que la enfermedad sea potencialmente mortal y la reversibilidad de la condición.
“En ese caso, el paciente es candidato para ingresar a una unidad de terapia intensiva (UTI) que es un lugar donde atendemos a los pacientes más graves del hospital y, por lo tanto, de todo el sistema de salud”, explica Patricio Gutiérrez, médico intensivista y docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
¿Pero, qué es la medicina crítica? “Es aquella parte de la medicina, que se ocupa de los pacientes con una patología que haya alcanzado un nivel de severidad tal, que suponga un peligro vital, actual o potencial, susceptible de recuperabilidad”, indica Oscar Vera Carrasco, especialista en Medicina Crítica y Terapia Intensiva (MCYTI) y exjefe de Terapia Intensiva del Instituto Nacional de Tórax.
Este concepto, según el especialista, comprende la aplicación de múltiples posibilidades terapéuticas modernas, que se utilizan en situaciones de peligro para la vida, sin abandonar el tratamiento simultáneo de la enfermedad de base, a fin de proporcionar al paciente calidad de vida para el futuro.
La diferencia entre los pacientes críticos y terminales es evidente. Para Gutiérrez, mientras que los primeros tienen la oportunidad de recuperarse con la intervención médica adecuada, los últimos enfrentan enfermedades que no pueden ser revertidas.
“En los pacientes terminales, la enfermedad no puede revertirse (…). En cambio, en terapia intensiva la cantidad de procedimientos que hacemos sobre el paciente es muy grande, tanto en lo que es vigilar sus constantes vitales como hacerle procedimientos para que pueda sobrevivir”, señala el médico.
La medicina crítica se caracteriza por su enfoque multidisciplinario. Médicos especialistas en terapia intensiva, enfermeras, fisioterapeutas, psicólogos y nutricionistas trabajan en conjunto para proporcionar un cuidado integral al paciente crítico.
Además, la explosión tecnológica ha llevado a avances significativos en el monitoreo y tratamiento de estos pacientes. Los actuales equipos pueden reemplazar la función de órganos vitales. Además, se cuenta con laboratorios que permiten una terapia personalizada.
Gutiérrez señala que en todo este proceso es fundamental mantener un enfoque centrado en el paciente, ya que “la atención médica con avances tecnológicos debe ir de la mano con la participación activa del paciente, asegurando que sus necesidades y preferencias sean tenidas en cuenta en todo momento”.
“Hemos avanzado en la tecnología, pero quedaría hueca en la atención de un paciente cuando ésta no está centrada en el paciente Se necesita la opinión del paciente”, complementa.
Empatía con el paciente
La empatía en el contexto de la medicina crítica no es simplemente un gesto humano, sino una herramienta esencial que puede marcar la diferencia entre cualquier experiencia médica y una que brinda consuelo y apoyo en momentos de angustia.
Desde el personal médico hasta los familiares y amigos, la empatía actúa como un puente emocional que une a los pacientes con quienes los rodean, proporcionando un sentido de comprensión, seguridad y conexión humana.
¿Por qué es tan crucial atender con empatía a los enfermos críticos? La respuesta radica en el impacto profundo que tiene en múltiples aspectos de la experiencia médica.
Por un lado, contribuye al bienestar del paciente. La empatía por parte del personal médico y de enfermería puede aliviar el estrés y la ansiedad asociados con la enfermedad.
La comunicación efectiva es reflejo de la comprensión y preocupación genuina. Permite al paciente expresar sus preocupaciones, preguntas y necesidades de manera libre y sin reservas.
Del mismo modo, la empatía supone un apoyo en la toma de decisiones. Guia a los pacientes y sus seres queridos a través de estos momentos difíciles y puede marcar la diferencia en la toma de decisiones que respeten los deseos y valores del paciente.
Finalmente, contribuye en el fomento de la recuperación ya que al sentirse comprendido, apoyado y cuidado puede aumentar lmotivación del paciente.
Desafíos de la medicina crítica
La medicina crítica representa una síntesis única entre la innovación tecnológica y el cuidado centrado en el paciente.
“Es un campo en constante evolución, donde el compromiso con la excelencia clínica y la compasión humana se unen para transformar la experiencia del paciente en momentos críticos de su vida”, concluye Gutiérrez.
Los especialistas en medicina crítica enfrenta innumerables desafíos a nivel nacional. Los profesionales del área identifican al menos seis:
– Acceso a recursos limitados, lo que dificulta la atención óptima de los pacientes críticos.
– Infraestructura de salud deficiente, como la falta de instalaciones adecuadas y personal capacitado en áreas rurales y remotas.
– Capacitación y especialización, lo que afecta la calidad y disponibilidad de servicios especializados.
– Financiamiento insuficiente, que puede limitar la capacidad de los hospitales y centros de salud para brindar atención crítica de calidad.
– Desafíos culturales y lingüísticos, pueden dificultar la comunicación efectiva entre médicos y pacientes, así como la comprensión de los cuidados médicos por parte de la población.
– Problemas de gestión y coordinación, puede afectar la eficiencia y la calidad de la atención crítica.