Por Fernando García
A 4.000 metros sobre el nivel del mar se abre una ciudad habitada por más de un millón de personas. Esa cifra convierte a El Alto en la segunda urbe más poblada del país, donde la provisión y preservación del agua potable cada día toma mayor importancia.
Construida en lo alto del altiplano, las principales fuentes de abastecimiento del recurso hídrico son los deshielos que bajan de las montañas que marcan los límites del municipio. Como recurso finito y sensible a los efectos del calentamiento global, la preservación del agua dulce es una tarea de interés común. Así lo asumen estudiantes de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, quienes desarrollaron un sistema de medición de la calidad del agua.
Durante ocho meses, Ronald Choque, Daniel Escobar, José Sarmiento, Aarón Huanca y Kevin Apaza desarrollaron el sistema View Green Tec, un modelo de monitorización del agua que sirve para evaluar muestras y centralizar datos respecto a su grado de contaminación.
“El desarrollo ha sido dividido en diferentes etapas. La primera consistió en la presentación del proyecto en una feria de tecnología, de la cual nosotros ganamos el primer lugar”, recuerda Ronald.
Este primer paso sirvió para fabricar prototipos y aplicar la tecnología que por entonces tenían disponible. El plan del grupo se potenció con su participación en el NASA Space Apps Challenge, concurso convocado por la agencia espacial estadounidense.
“Asistimos a representar al país y logramos una nominación global en el evento. Eso nos sirvió para perfeccionar nuestro sistema: primero desarrollamos una aplicación con la que recogíamos datos, los analizábamos y veíamos los resultados. Luego del concurso de la NASA incluso nos conectamos con datos de Estados Unidos, eso nos ayudó para el último avance, la incorporación de la inteligencia artificial (IA), lo que nos permitió presentarla como proyecto integrador”, detalla Choque.
Soluciones con impacto social
Para calificar como un proyecto integrador, el planteamiento de los estudiantes de Unifranz debe sustentarse en tres pilares: perfilarse como una solución con impacto social, apoyarse en las nuevas tecnologías para cumplir con su propósito y ser un trabajo colaborativo.
“Con la implementación de la inteligencia artificial y la visión artificial, específicamente, ya podíamos conocer hasta el tipo de basura que estaba contaminando las aguas, podíamos conocer la cantidad de desechos que están acumulados en un área determinada”, señala el vocero del grupo de estudiantes.
Desde la fase de desarrollo, construcción de los dispositivos y puesta en marcha, el proyecto denominado View Green Tec demostró su factibilidad en la aplicación dentro del contexto real, un elemento que confirmó el impacto social del sistema.
“El beneficio social de este proyecto va dirigido a la recopilación de toda la información de nuestro entorno. Tenemos la satisfacción de haber concretado un trabajo que funciona en la realidad y nos deja el compromiso de seguir actualizándose para incorporar más funciones que permitan utilizarlo en otras zonas”, explica.
Funcionamiento y aplicabilidad
Como sistema de medición de los niveles de contaminación en zonas acuíferas, View Green Tec es una herramienta que verifica la calidad del agua. Permite la recolección de muestras para generar información que, a la postre y de ser necesario, puede ser adjuntada como prueba para solicitar trabajos de limpieza en el sector de la ciudad donde se hayan detectado mayores grados de contaminación.
“El hardware consiste en una central de sensores, los cuales captan los niveles de PH (potencial de hidrógeno) y turbidez, principalmente. También permite medir la temperatura y humedad en el sector, datos que son recopilados. A través de estos sensores, la data se envía por redes WiFi hasta nuestra aplicación móvil que se instala en el celular, un equipo en el que sintetizamos todo y desde el cual más tarde podemos extraer la información que necesitemos”, agrega el futuro ingeniero en Sistemas.
El modelo desarrollado por los estudiantes ya fue probado en el municipio de Viacha, donde se recolectó información y se informó sobre la calidad del agua que se consume en la localidad. Además, se levantaron datos de distintas zonas de la ciudad de El Alto.
“En Viacha el tema es un poco delicado, hicimos un análisis inicial en las vertientes que tiene y en el río que pasa por ahí, lamentablemente el agua que llega a Viacha no es la óptima. En dos distritos con mayor población de El Alto comprobamos que la calidad es aceptable, pero en zonas extremadamente céntricas, como la Ceja, registramos estados no aptos para el consumo”, precisó Choque.
Graduarse con experiencia
En Unifranz, graduarse con experiencia es posible gracias al principio pedagógico de “aprender haciendo”, una sinergia que se construye desde la visualización de un problema real, el análisis de la situación y la aplicación de los conocimientos para plantear una solución.
“El aprender haciendo permite que los estudiantes visualicen retos y problemas a solucionar; al ser enteramente prácticos, se busca integrar áreas de formación y validar el desarrollo de las competencias profesionales. La evaluación de estos proyectos permite demostrar la formación integral, el fortalecimiento del modelo educativo de Unifranz centrado en el estudiante y, sobre todo, garantiza que nuestros profesionales se gradúen con experiencia”, asegura Eve Gomez, vicerrectora de Unifranz El Alto.
Para apuntalar este modelo, se crearon los proyectos integradores —entre los que se encuentra el View Green Tec—, en los que el estudiante identifica un problema y plantea una solución desde la creatividad e ingenio desarrollado durante la formación de las competencias profesionales, método con el que se fortalece el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El carácter “integrador” genera interacción de los conocimientos y aprendizajes de varias áreas de formación. Con este tipo de proceso educativo, los profesionales titulados en esta universidad tienen mayor facilidad de incorporarse al mercado laboral, ya que no sólo reúnen el conocimiento teórico, sino que dominan su aplicación en la realidad, un elemento valorado en un medio que demanda profesionales con experiencia.
“El futuro del trabajo demandará una combinación de habilidades y experiencias; por lo cual, los nuevos profesionales deben centrar sus esfuerzos en desarrollar habilidades blandas, aprender de manera continua, pensar de manera creativa y adquirir experiencia práctica”, reflexiona el gerente general de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Gustavo Jáuregui.