FabLabs aporta herramientas para democratizar las oportunidades

FabLabs aporta herramientas para democratizar las oportunidades

Por Lily Zurita y Beatriz Cahuasa

Los Fab Labs o laboratorios de fabricación se constituyen en una herramienta para masificar las oportunidades creativas de los jóvenes y niños de Latinoamérica. Permite que éstos puedan hacer sus ideas realidad y tener un impacto en el mundo.

Los Fab Labs son una red de más de 3.000 laboratorios en todo el mundo. Santa Cruz cuenta con uno de estos espacios colaborativos que trabaja para democratizar el acceso a herramientas avanzadas de manufactura digital, como impresoras 3D, cortadoras laser, fresadoras CNC, donde las ideas se hacen realidad. 

“El talento es lo más democrático de todo el mundo, está en todos lados, mientras que las oportunidades no, y ésa es nuestra labor desde los Fab Labs”, señala Beno Juárez, fundador del Fab Lab Flotante en el Amazonas peruano, quien participó en el Futures Week, organizado por el Nodo Bolivia del Millennium Project y la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Estos laboratorios albergan a dos tipos de creadores, los “makers”, quienes generan los proyectos y los “fabers” guían estos proyectos a buen puerto a través de su conocimiento y uso de las herramientas disponibles.

Además, son espacios que fomentan la integración de las ideas de millones de jóvenes que generan productos o proyectos a través de lo que Juárez llamó “simbiocreación”.

Simbiocreación

Uno de los grandes desafíos en Latinoamérica es cómo masificar el acceso a las oportunidades creativas para que más niños y jóvenes puedan hacer realidad sus ideas, desarrollar su propósito e impactar en el mundo.

En ese contexto, surge la simbiocreación, una propuesta que busca integrar las ideas de millones de jóvenes y generar proyectos de manera integral.

“En un mundo donde se fomenta tanto la competencia (…) resulta muy importante fomentar espacios de colaboración y de integración y es lo que buscamos desde la simbiocreación”, dice Juárez.

Henry Sánchez, líder en metodologías de aprendizaje interactivo-digital y creador educativo en el Fab Lab Perú,profundiza la explicación al ofrecer más detalles sobre esta colaboración en el aprendizaje. “De inicio rompemos el paradigma de los límites porque estamos acostumbrados a decir qué puede o no contener, en este caso, una hoja.  Si vemos más allá de las propias características materiales del objeto, ven un panorama más amplio, justamente rompiendo esos márgenes con una infinidad de posibilidades”, afirma el expositor en el Futures Week.

Durante el Futures Week, cuatro proyectos reunieron a makers y fabers en el FabLab de Santa Cruz. Uno de ellos se trató de una maceta inteligente que traduce las necesidades de las plantas en señales a través del uso de sensores y una pantalla.

Buddy Plant (cuidado de plantas), es una maceta inteligente, que avisa sobre las necesidades que tiene la planta que alberga, como agua y sol, mediante una pantalla que muestra expresiones fácilmente reconocibles por los usuarios.

“Nuestro objetivo es ayudar a que los niños aprendan de manera divertida, formando una conexión con las plantas y que aprendan sobre el cuidado que se le debe dar a la naturaleza”, señaló Octavio Romero Cruz, voluntario del Fab Lab de Santa Cruz.

El concepto fundamental, el espíritu de los Fab Labs, llamados así por la asociación de las palabras Fabrication Laboratory (laboratorio de fabricación, en español), es el de “abrir la caja negra” de la tecnología y a través de ese conocimiento, obtener las herramientas y las oportunidades para crear.

“Por lo general nos han educado para consumir tecnología, es decir, para usar herramientas que otros han creado. Son cajas negras, es decir, que no sabemos cómo funcionan. En el Fab Lab, es todo lo contrario, abrimos la caja y a partir de entender cómo funciona la tecnología, primero, le perdemos el miedo y podemos tener un mayor conocimiento sobre el proceso del “qué”, al “cómo” se hacen las cosas”.

De la creatividad a la autenticidad

Para el director de Fab Lab Perú, la creatividad no es exclusiva de los artistas, sino que nace de la autenticidad y de la manera de ser de cada una de las personas y que los Fab Labs son los espacios ideales para aprovecharla creando.

“Desde mi punto de vista, la creatividad está asociada a la autenticidad. A veces solemos pensar que solamente los artistas, los arquitectos y los ingenieros locos son los creativos, pero en realidad todos somos creativos en la medida en la que podamos conectarnos con nuestra autenticidad, con lo que nos hace únicos y podamos expresarlo y comunicarlo vamos a poder generar cosas realmente innovadoras y creativas y un Fab Lab es un espacio ideal para ello”, acotó.

Índice de madurez industrial

Juárez indicó que otra misión de los Fab Labs es el desarrollo industrial, para lo cual se ha elaborado un índice que permite graficar la situación de las empresas y emprendimientos en la región.

“Desarrollamos una herramienta que es el índice de madurez industrial. Nos permite medir cómo estamos entre la industria 1.0 y la industria 5.0 en Latinoamérica. En promedio, estamos en 2,6, lo cual implica una brecha de 64 años, es decir, antes de que aparezcan las tecnologías digitales y eso lo vemos en el día a día, la mayoría de las personas mayores no está familiarizada con la tecnología”.

A pesar de esta realidad, Juárez confía en que los Fab Labs puedan colaborar en acortar la brecha tecnológica para que las empresas y emprendimientos puedan dar el salto a la industria 4.0 o 5.0.

“Un Fab Lab es el espacio ideal para interactuar con la tecnología aprender y recibir el apoyo de muchas personas para poder, en el caso de los emprendimientos, de las empresas, de dar el salto de la industria en las que se encuentren, a la 4.0 o a la 5.0”, puntualizó.

Talento joven no aprovechado

Luego de constatar que más del 90% de los jóvenes que viven en la Amazonia peruana no quiere quedarse en sus lugares de origen y que en este pulmón verde del planeta no sólo se están extinguiendo los bosques, sino también sus guardianes naturales que son los jóvenes y niños, el Fab Lab Flotante peruano trabaja con grupos de jóvenes indígenas, mediante la aplicación de herramientas que permiten identificar el valor de su contexto, para crear ideas e impactar en su medio.

“Esto les devuelve la fe, la esperanza de volver a creer en su capacidad de innovación y de impacto. En ese camino nos hemos llevado muchísimas sorpresas (…), porque el talento humano está presente.  Creo que es lo más democrático que hay en el mundo. El talento está en todas partes, las oportunidades no. Esa es nuestra labor desde los Fab Labs, promover la cultura de la creatividad colaborativa”, reflexiona.

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