Durante la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, la saliva a través de las gotículas fue identificada como la primera vía de contagio de esta enfermedad. Sin embargo, este fluido corporal es vital para el correcto funcionamiento y prevención de complicaciones bucales e infecciosas. La cantidad de saliva y su calidad pueden estar influenciadas por muchos factores fisiológicos y patológicos, uno de ellos es la sequedad en la boca que amplía la posibilidad de generar caries, dato que arroja un estudio de la carrera de Odontología de la Universidad Franz Tamayo, UNIFRANZ.
La Dra. Regina Guzmán, odontóloga y docente de UNIFRANZ asegura que la boca seca es uno de los síntomas menos conocidos post COVID, pero uno de los más frecuentes, razón por la cual se realizó un estudio descriptivo, prospectivo longitudinal con un enfoque cuantitativo para analizar los efectos de este virus en la saliva.
El pH hace referencia a un valor utilizado con el objetivo de medir la alcalinidad (base) o acidez de una determinada sustancia. Este valor, en el caso de la saliva tiene una alta implicación en la salud bucodental, ya que es considerado como un factor protector frente a la caries. Sus niveles normales deben oscilar entre 6,5 y 7 para que se mantenga el equilibrio de la salud oral y un pH de 5,5 sería el entorno ideal para desarrollar caries.
El estudio analizó las pruebas de pH salival y pruebas de saliva no estimulada para medir la cantidad de flujo salival (cantidad de saliva) a los 75 sujetos de estudio con la hipótesis de que ésta puede ser determinante para el posible desarrollo de caries dental y otras enfermedades bucales. Es así que el trabajo realizado demostró que los pacientes estudiados en esta investigación que padecieron covid-19 presentaron un cambio en la cantidad de flujo salival mostrando una cantidad más baja.
La secreción diaria oscila entre 500 y 700 ml, con un volumen medio en la boca de 1,1 ml. Su producción está controlada por el sistema nervioso autónomo, es decir no la controlamos a voluntad. Para la obtención de pruebas los pacientes escupieron en una probeta la misma cantidad de tiempo, obteniendo así mayor o menor volumen de producción.
La experta, explica que el principal hallazgo del estudio se encuentra en la relación entre el COVID como agente causa de reducción en la producción de saliva afectando al pH de un 89,3% de los pacientes haciéndolos más propensos a lesiones odontológicas. “Entonces, estos pacientes post COVID de manera inmediata y a corto plazo tienden a tener más riesgo de tener caries”, afirma.
Sin embargo, la segunda fase de este estudio realizó una segunda prueba un año posterior al primer registro evidenciando una regulación de la cantidad de fluido y pH. Es decir que esta condición como secuela de la enfermedad es reversible. “La mayoría de los pacientes ha presentado un flujo salival normal. Entonces podemos decir que esta condición de la disminución del flujo, puede ser a causa de alguna lesión reversible”, asevera la investigadora.
El estudio fue presentado como parte de las Jornadas de Investigación UNIFRANZ y fue seleccionado para ser presentado en el Congreso Mundial de Investigaciones Odontológicas en Colombia este próximo mes de junio.