Crema de cúrcuma: Innovación de estudiantes de Unifranz para aliviar la artritis reumatoide
Bolivia ocupa el séptimo lugar mundial en mortalidad por artritis reumatoide, con 111 muertes anuales, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta enfermedad crónica afecta principalmente a personas mayores de 50 años, deteriorando significativamente su movilidad y calidad de vida. Ante esta realidad, cuatro estudiantes de Bioquímica y Farmacia de Unifranz El Alto decidieron aplicar sus conocimientos para desarrollar una solución: una crema antiinflamatoria de origen natural.
Luz Alegre, Geovanna Lozano, Marleni Mamani y Melissa Machaca crearon una crema basada en extracto hidroalcohólico de cúrcuma, una planta reconocida tanto por su versatilidad culinaria como por sus propiedades medicinales.
“Esta planta destaca por sus efectos antiinflamatorios naturales y, al aplicarla de forma tópica, puede aliviar el dolor y la inflamación en personas con reumatismo”, explica Luz Alegre.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que causa inflamación crónica de las articulaciones, lo que genera dolor, rigidez y daño progresivo en los tejidos. Aunque puede manifestarse en cualquier edad, afecta principalmente a mujeres de mediana edad y a adultos mayores. Sus consecuencias no solo incluyen una disminución de la movilidad, sino también problemas psicológicos y sociales, ya que limita la independencia y la participación activa de quienes la padecen.
Conscientes de esta problemática, las estudiantes combinaron su curiosidad académica con la empatía hacia familiares y conocidos que sufren esta enfermedad, ya que muchos pacientes enfrentan no solo los intensos dolores que provoca la artritis, sino también la carga económica de los medicamentos y tratamientos tradicionales.
El proyecto no solo contempla la crema antiinflamatoria, sino también granulados efervescentes, una alternativa práctica y accesible que busca aliviar los síntomas de la enfermedad sin depender de costosos fármacos.
“Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de quienes padecen estas dolencias, especialmente de los adultos mayores”, añade Melissa Machaca.
El desarrollo del producto requirió meses de investigación y trabajo en laboratorio, donde las jóvenes aplicaron la metodología de “aprender haciendo” a través de un “proyecto integrador”, uno de los factores diferenciadores de su formación profesional en Unifranz. Este enfoque les permite diseñar soluciones creativas y efectivas para problemas de gran relevancia social.
“Nos motiva saber que nuestras ideas pueden generar un impacto real en la sociedad, y que la ciencia tiene el poder de brindar soluciones efectivas a problemas cotidianos”, afirmaron las estudiantes.
Este innovador proyecto no solo refleja el talento y compromiso de la juventud alteña, sino también el impacto positivo de una educación orientada al bienestar social. Iniciativas como esta demuestran que la ciencia, cuando se aplica con propósito, es una herramienta clave para enfrentar los desafíos de salud en Bolivia y mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables.