Por Fernanda Lima
De lejos, parecía un espectáculo de luces. El lugar se encontraba lleno de curiosos, familiares, y policías. En el baño de la casa, el cuerpo de una muchacha permanecía inerte. Todo apuntaba a que la joven se quitó la vida. Así lo creían todos.
Los resultados de las pruebas realizadas en la escena, develaron un segundo implicado, pues las huellas encontradas no coincidían con las del sospechoso. Un joven enamorado de la muchacha, que al no ser correspondido se convirtió en el principal artífice del trágico desenlace.
Magaly Mariaca, médico cirujana legista, especialista en criminalística y antropología forense, explica que este es solo uno de muchos casos en el cual las ciencias forenses han permitido cerrar un caso y declarar un culpable. De esta forma se acaba con la incertidumbre de la familia de la víctima y evitando el encierro de un inocente.
“La criminalística es una ciencia que nos ayuda a la investigación y a la resolución de los crímenes. Esta ciencia se respalda con diversas especialidades, es multidisciplinaria. Entre las ciencias que nos colaboran está la medicina forense, la criminología y la dactiloscopia (ciencia que reconoce una característica física o biológica de una persona), entre otras”, indica la docente de la carrera de Derecho de Unifranz.
Para comprender el funcionamiento de la criminalística, es importante entender su diferencia con la criminología. Mientras que la criminalística se sirve de las ciencias forenses para analizar una escena del crimen y dar con el culpable; la criminología estudia el perfil de quien comete el delito de la mano de ciencias sociales como la psicología.
Un protocolo imposible de contaminar
Mariaca, asegura que una investigación de este tipo debe estar supervisada en todo momento, cuidando hasta el mínimo detalle, pues las primeras acciones son cruciales para la resolución del caso.
“¿Como están vestidos los criminalistas? Con un traje de bioseguridad, botines, guantes, capucha, lentes y barbijo. Todo ese cuidado porque si yo voy con la cabeza descubierta puede ser que uno de mis cabellos vaya a caer, colectamos ese cabello pensando que se trata del sospechoso y eso puede confundir nuestra investigación (..) nuestro caso se puede ir al agua y nuestro avance se vuelve inútil”, apunta.
Proceso de una investigación criminal
Comienza con la denuncia del hecho, un policía va a verificar la escena del crimen, lo analiza, busca testigos y acordona el lugar. El equipo multidisciplinario de criminalistas es informado y se mandan especialistas en compañía del investigador designado por la fiscalía.
Entre los especialistas se encuentran un huellografo, un fotógrafo y un médico legista o forense, quienes en compañía del investigador coordinan las acciones que se realizarán y en qué orden van a ingresar para no contaminar el hecho.
El fotógrafo es el primer participe y se encarga de documentar el hecho con fotografías y filmaciones, cuidando todos los detalles. Posteriormente entra el huellografo, recolectando pisadas y huellas tanto dactilares como labiales. Después de la identificación de todo tipo de evidencia, ingresa el médico forense para verificar las lesiones y hacer un examen preliminar del motivo del deceso.
Finalmente se procede al levantamiento del cadáver y su traslado a la morgue para la realización de una autopsia profunda que determine la causa de muerte de la víctima.
Muchas veces la contaminación de la escena del crimen desemboca en una complicación del caso.
“Si colectamos, por ejemplo, el cabello de otra persona, las pruebas de ADN van a arrojar otros resultados y cuando nosotros queramos volver al lugar posiblemente ya no vamos a encontrar nada. Lamentablemente es aquí donde los procesos se alargan y posiblemente un culpable va a salir o un inocente va a entrar a la cárcel, entonces debemos tener cuidado”, enfatiza.
Intuición y ciencia, un trabajo colaborativo
Si bien, la criminalística trabaja de la mano de diversos procesos científicos que ayudan a encontrar al culpable de un crimen de forma más certera y exacta, no se debe dejar de lado tres características que para la especialista son esenciales en el perfil de un profesional en esta área: intuición, curiosidad y adaptabilidad.
“Entramos al lugar de un hecho delictivo cualquiera y ya tenemos que intuir que es lo que ha pasado, empezamos a hacer un montón de historias dentro de nuestra cabeza y decimos ha podido suceder esto y comenzamos a buscar lo qué tenemos que hacer”.
Un criminalista, no puede dejar nada por sentado ni aceptar una sola respuesta, sino pensar en diversas posibilidades y buscar nuevas pistas.
Por último, debe dejar de lado sus prejuicios: “nos vamos a encontrar con diferentes escenas, donde pueda haber mucha sangre o tal vez cadáveres en descomposición, es posible que a veces les llegue a producir cierto rechazo (…) estar en este medio es para gente que no se sorprenda de nada que pueda encontrar en el lugar”, finaliza la especialista en criminalística y antropología forense.
La carrera de Derecho permite interactuar con esta y otras ciencias, como licenciado en Derecho podrás ser capaz de hacer frente a cualquier problema o conflicto social, ser responsable de tus acciones y con criterio científico para ofrecer un servicio adecuado en el asesoramiento legal. Si quieres más información, escribe al WhatsApp 71502211.