Emprender en tiempo de crisis

Emprender en tiempo de crisis

Joel Boris Patzi Buezo |MBA, emprendedor

Desde hace bastantes años, el gen emprendedor de la población boliviana está activo en modo supervivencia. Posterior a la crisis política y económica de los ochenta, con el conocido decreto supremo 21060 que relocalizó a mucha población dependiente y la convirtió en independiente, el país mostró dotes para asumir riesgos, generar proyectos y sobre todo crear emprendimientos.

La búsqueda incesante de ingresos económicos en época de crisis, hicieron que muchos de los emprendimientos familiares encuentren oportunidades de crecimiento en el comercio, la producción de bienes y servicios o actividades ilegales como el contrabando.

En la actualidad, los emprendimientos adecuan sus estrategias a conceptos como la innovación, la reinvención y la reingeniería, además de adaptarse a los cambios incesantes del mercado. Estos conceptos, sin el debido conocimiento, hacen que el emprendedor tome caminos inexplorados que podrían derivar en fracaso.

Por eso es necesario que aprendan a emprender mediante un enfoque didáctico que los prepare para trabajar con metodologías ágiles, basadas en proyectos, y estrategias que les ayuden a alcanzar el éxito. La educación continua y los microaprendizajes son ideales para ellos.

¿Cómo una empresa puede ser sostenible en el tiempo? No es una receta fácil, ya que ésta dependerá del grado de riesgo, la actualización en metodologías de operación, procesos tecnológicos, aplicación de la innovación, adaptabilidad al cambio y, sobre todo, nivel de capacitación de colaboradores de la organización.

Un factor importante en la subsistencia de un emprendimiento es la estabilidad en el mercado. Muchos emprendimientos persiguen tendencias que crean los grandes conglomerados empresariales en el mundo y, a raíz de éste, cada proyecto debe aplicar estrategias creativas que estén a la vanguardia del mismo.

El conocimiento que tenga el emprendedor sobre su mercado, usando herramientas basadas en innovación y marketing, como el uso de la metodología design thinking que consiste en empatizar con el consumidor, definir cual el verdadero dolor de este, proponer ideas de solución, generar un prototipo y realizar la prueba mediante interacciones, permitirá identificar cuál es la verdadera necesidad del consumidor respecto a un emprendimiento.

Técnicas aún más accesibles y de bajo costo, como las entrevistas a consumidores, donde se detecte el verdadero dolor del mismo, focus group para evaluar el impacto del producto o servicio y encuestas con preguntas abiertas, pueden llevar al emprendedor a reducir riesgos y tomar buenas decisiones para el crecimiento de su emprendimiento.

Por otro lado, un emprendedor no debe dejar de lado sus redes de contacto, porque generan un abanico de oportunidades para un emprendimiento. Cada integrante de la red de contacto de un emprendedor es tan importante como el integrante de un equipo de trabajo, ya que la participación de cada uno permitirá sostener los requerimientos para una empresa, como: abastecimiento de materias prima, servicios de mantenimientos mecánicos, eléctricos, insumos, know-how, entre otros, pero sobre todo la búsqueda de nuevos mercados que amplíen volúmenes de producción y la gama de productos frente a la competencia.

La falta de experiencia en la lectura de tendencias del mercado, cambios tecnológicos, nuevos hábitos de consumo, habilidades duras administrativas, financieras y productivas o desarrollo de habilidades blandas de los estrategas de cada emprendimiento que soporte redes de cooperación sostenibles en el tiempo, serán factores que determinen la subsistencia del sistema emprendedor.

Existen muchas herramientas metodológicas y operativas que pueden blindar y reducir el nivel de riesgo de fracaso de un emprendimiento, será imperativo el uso de esas herramientas para el éxito de la organización.

La reacción positiva al emprendimiento en tiempos de crisis, dependerá también del carácter y rasgos actitudinales del líder emprendedor, valorando el nivel de resiliencia que tenga este frente a las eventualidades dentro el escenario empresarial, además de la respuesta en la búsqueda de eficiencias genéricas que alcancen un mayor rendimiento de los procesos internos y externos de cada organización.

 

 

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