Desde las primeras consolas, como Atari, Nintendo, Supernintendo y Playstation; y las generaciones iniciales de computadora, la oferta de videojuegos fue incontable y creó una comunidad de gamers, que en la actualidad complementan la formación personal y profesional con este mundo de inteligencia artificial. Hombres y mujeres comparten la misma afición, con un lenguaje propio y novedoso.
“Los videojuegos no solo forman parte de mi entretenimiento, sino en lo académico, soy desarrolladora de programación y he aprendido mucho, gracias a los videojuegos. He aprendido mejor el inglés, he aprendido habilidades blandas, como la comunicación, la coordinación, incluso el manejo de emociones”, afirma Dayne Storm, la streamer que coadyuva en el torneo E-sports de Unifranz.
Este tipo de enfoque plantea la incursión de la educación en una nueva nomenclatura denominada gamificación, un eje transversal para la formación integral de los estudiantes que ayuda a desarrollar habilidades blandas.
“Creemos que a través de la gamificación podemos enseñar muchas cosas a los estudiantes y futuros profesionales y un gamer es una persona que desarrolla destrezas y habilidades que son importantes para su vida profesional”, afirma Pedro Sáenz, vicerrector de Unifranz La Paz.
Explica que, a partir de la interacción con la inteligencia artificial, los jóvenes desarrollan habilidades blandas, como el trabajo en equipo, la obtención de resultados bajo presión y les abre un espacio de conocimiento en el mundo digital. Citó, en ejemplo, que este tipo de formación integral se puede aplicar en estudiantes de administración de empresas, medicina, odontología, turismo y otros.
Dayne Storm sugiere perder el miedo a la tecnología. “Creo que hay que dejar de criticar tanto por jugar videojuegos y más bien, darle una oportunidad, porque hay algo para cada persona”, sostiene. La influencer del título Valorant invita a los gamers a inscribirse a la categoría en el torneo E-sports de Unifranz, que comenzará el 25 de julio.
“(Valorant) es una mezcla de dos juegos que me gusta mucho, uno es Counter Strike, donde por equipos se hacen eliminatorias y se llega a plantar algo, y un estilo parecido a Overwatch, con poderes y roles, las salidas que necesitan podrían ser de puntería, claro que es importante, pero también es el trabajo en equipo, coordinar y lograr su comunicación”, afirma la experta.
Su experiencia como gamer viene de su niñez, cuando interactuó con el añejo sistema MS-DOS de computadora; y uno de sus juegos favoritos fue Arcanoid.
“La invitación al E-sports de Unifranz es, primero, a aquellos que ya juegan y les gusta este ambiente competitivo, creo que es la oportunidad perfecta para ingresar y para quienes no conocen el mundo gamer y les interesaría empezar, invitarlos a descargarse el juego o ver streaming, y empezar a jugar con amigos”, afirma Dayne Storm.
También destacó la naturaleza inclusiva del evento y convocó a las jóvenes gamers: “me encanta que el torneo sea dirigido para todas las personas, así que la invitación está abierta para todas las chicas que conozco, hay un montón, que son muy buenas en el juego”.
La tecnología de hace dos décadas fue innovadora para la proliferación de videojuegos que estaban almacenados en CD-ROOM, pero, mucho más antes había los viejos casetes de Atari, Nintendo y hasta Supernintendo.
¿Cómo irrumpe la tecnología en la transformación lingüística?
Si bien no son convencionales los acrónimos propios del mundo gamer, sí refuerza la integración de la comunidad que adapta el mismo lenguaje; es así que la comunicación se hace eficiente.
Dayne Storm explica que entre sus colegas gamers mencionan BRB, que en la abreviación en inglés de Be Right Back (ya vuelvo), o AFK, Away From Keyboard, que quiere decir: lejos del teclado y supone la acción de dejar la computadora por un periodo.
“Son palabras que nacieron en este mundo y mucha gente a veces lo utiliza sin saberlo, como GG, de gente que no juega, como Good Game”, agrega la influencer, a tiempo de mencionar la palabra bufear que equivale a retar una partida a un contrincante.