EDUCACIÓN INNOVADORA, LA SOLUCIÓN PARA LOS DESAFÍOS DE LA HUMANIDAD

EDUCACIÓN INNOVADORA, LA SOLUCIÓN PARA LOS DESAFÍOS DE LA HUMANIDAD

El estudiante como protagonista de su aprendizaje, la importancia de la tecnología en la educación y el uso de metodologías activas en el aula fueron los ejes centrales del Taller FabLabs (laboratorios de fabricación digital) para Colegios, liderado por Marcela Ureta y Fabián Ovalle, coordinadores del Colegio Alberto Blest Gana (Chile) – uno de los 100 mejores colegios del mundo – que contó con la participación de más de una treintena de profesores de unidades educativas de El Alto y docentes de UNIFRANZ, durante la segunda jornada del Futures Week.

En el marco de la mesa de trabajo del Futuro de la Educación, docentes de diferentes asignaturas participaron del taller en el cual la principal premisa fue la de “sensibilizar con una nueva forma de hacer educación”, afirmó Fabián Ovalle, que también compartió las experiencias de éxito del colegio Alberto Blest Gana, enfocadas en el qué se aprende, relacionado a las nuevas habilidades que los estudiantes precisan para el presente y el futuro y el cómo se aprende, desde la filosofía del estudiante partícipe de su propio aprendizaje o del aprender haciendo.

“El estudiante es participe activo y tiene que aprender haciendo, debe aprender desde el enfoque de la curiosidad, debe buscar soluciones a sus diferentes problemáticas o desafíos”, añadió Ovalle. Por su parte, Marcela Ureta manifestó que se debe entender “que la educación está cambiando, que hay que transformarla, y para eso necesitamos enseñar de forma distinta”, tanto a través del uso de la tecnología como de otros elementos como materiales concretos, trabajo colaborativo y, principalmente, la ubicación del estudiante en el centro del aprendizaje.   

Asimismo, los expertos fundamentaron los motivos para la importancia de la inclusión de las tecnologías en la educación, “porque está abarcando todas las profesiones del mundo y porque también le acerca el aprendizaje al estudiante”, acotó Ovalle, quien además resaltó la importancia de que los estudiantes pasen de ser únicamente “consumidores” de tecnología a ser “pronsumidores” (el consumidor que también produce).

A partir de dicha base, el taller se planteó en torno a cuatro desafíos que permitieron a los participantes, divididos en grupos de trabajo, plantearse retos o problemáticas de la vida real, plantear acciones a ser desarrolladas por sus estudiantes, determinar el aporte de cada asignatura a los mismos y aplicar la tecnología como aporte para la solución de los mismos, todo ello para que puedan comprender las nuevas metodologías de enseñanza.

“El principal aprendizaje que me llevo del taller es poder cambiarnos el chip qué tenemos, de una educación tradicional hacia una educación innovadora de acuerdo a las nuevas formas de aprender de los estudiantes; a llevar las sesiones de clase a otro nivel, mucho más dinámicas, apuntando a resolver problemas de nuestro contexto aplicando nuestras asignaturas e integrando las demás en la resolución de estos, utilizando la tecnología, innovación y el trabajo colaborativo”.

Por su parte, Rogelio Rojas, director de la Unidad Educativa Adventista Salomón, aseguró que el taller les permitió reafirmar la importancia del rol protagónico que hoy en día debe tener el estudiante y del uso de la tecnología en el proceso de enseñanza aprendizaje, para ello “necesitamos docentes emprendedores, docentes innovadores, porque la tecnología llegó para quedarse y tenemos que estar a la par”.

                        La tecnología estuvo presente en las dinámicas de trabajo del taller.

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