Con la creciente expansión de la tecnología y el auge del aprendizaje en línea, el e-liderazgo emerge como una pieza clave para guiar a las instituciones educativas hacia el éxito en entornos digitales.
El e-liderazgo se define como la capacidad de los líderes educativos para gestionar eficazmente los procesos de enseñanza y aprendizaje en un entorno virtual, indica Jhonny Conde Quispe, docente de la carrera de Bioquímica y Farmacia de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, y miembro de la Jefatura de Enseñanza Aprendizaje (JEA) de esta Casa de Estudios Superiores.
“En un mundo cada vez más conectado, los educadores se enfrentan a la tarea de adaptarse a las demandas cambiantes, y el e-liderazgo se presenta como la respuesta innovadora”, afirma el académico.
El liderazgo virtual se erige como una habilidad esencial que implica destrezas específicas, desde la comunicación efectiva en plataformas digitales hasta la capacidad para motivar y guiar a los estudiantes de manera remota.
Desde una perspectiva social, las tecnologías de la información, el aprendizaje y la comunicación están influyendo en nuevas formas de relaciones personales. En tanto, desde la mirada educativa, están repercutiendo en el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje.
Conde explica que, en un ecosistema educativo virtual, “los líderes deben ser capaces de establecer una visión clara y motivadora para el aprendizaje en línea, así como de coordinar y colaborar con otros docentes y profesionales educativos”.
Es decir, los líderes no sólo deben poseer habilidades tradicionales de toma de decisiones, resolución de problemas y gestión de equipos, sino que también deben ser arquitectos de una visión clara y motivadora para el aprendizaje en línea.
“Coordinar y colaborar con otros educadores y profesionales en entornos virtuales añade una capa adicional de complejidad”, agrega el docente universitario.
En su artículo “El liderazgo virtual en los ecosistemas educativos”, César Torres Martín destaca la importancia del liderazgo electrónico.
“El e-liderazgo es un componente clave para el impulso del nuevo modelo emergente en las organizaciones educativas, con el propósito de implementar las competencias virtuales que son necesarias, por lo que quizá sería recomendable que el contenido de las capacidades de e-liderazgo formasen parte de los programas formativos de los directivos escolares. Es básico para la gestión del ecosistema escolar integrada como estrategia organizativa”, asegura Torres.
Este nuevo enfoque implica la transformación, innovación e inclusión de habilidades cruciales para las nuevas formas de interacción a través de la tecnología de la comunicación.
“En consecuencia, si zurcimos las condiciones tecnológicas con los procesos de comunicación virtual y en el seno de las organizaciones, podría deducirse que el ejercicio del liderazgo en las mismas sería un nuevo planteamiento a considerar. El e-liderazgo o liderazgo electrónico, aunque quizá sea más razonable interpretarlo por liderazgo virtual, adquiere un nuevo rumbo, caracterizado por la transformación, innovación e inclusión de otras capacidades precisas para las nuevas formas de relación de los miembros de la organización a través de la tecnología de la comunicación que implica este tipo de liderazgo”, agrega el experto.
Conde, por su parte, reflexiona respecto a las habilidades que requiere un líder educativo virtual exitoso y menciona la comunicación clara y efectiva, la capacidad para establecer expectativas y metas concretas, y una flexibilidad y adaptabilidad notables ante los cambios en el entorno virtual como las principales.
La resolución de problemas y la capacidad para motivar y guiar a los estudiantes en entornos de aprendizaje en línea son también fundamentales, según el académico.
Por su parte, la Comisión Europea manifiesta que, en materia de liderazgo virtual y capacidades digitales adaptadas al ámbito educativo, se podrían considerar tres aspectos fundamentales que se exigen a una persona para el desarrollo de su función de liderazgo:
- Organización de relaciones estratégicas: considerar a toda la población del ecosistema escolar e influir en la interacción de cada una de sus parcelas más allá de los aspectos funcionales.
- Agudeza organizativa: innovar en modelos académicos e institucionales más acordes al desarrollo sociocultural actual. El liderazgo virtual en los ecosistemas educativos
- Conocimiento digital: dirigir el cambio para la mejora de la calidad organizativa aprovechando las tendencias tecnológicas como oportunidades de renovación
Algunas de estas habilidades llegan de forma natural a ciertas personas y otras pueden enseñarse a través de tipos formales e informales de educación y formación.
Adaptabilidad y visión estratégica
Un e-líder efectivo no sólo debe comprender las complejidades tecnológicas, sino también poseer la habilidad de adaptarse rápidamente a los cambios en el panorama educativo.
Esta adaptabilidad se combina con una visión estratégica que incluye la implementación efectiva de tecnologías emergentes, la creación de entornos virtuales de aprendizaje estimulantes y la capacitación continua del personal.
Comunicación clara y fomento de la colaboración
En entornos educativos en línea, la comunicación clara es esencial. Los e-líderes deben establecer canales efectivos para la interacción entre docentes, estudiantes y padres.
Además, fomentar la colaboración entre los miembros de la comunidad educativa es crucial para el éxito del aprendizaje en línea. Esto incluye la creación de espacios virtuales para el intercambio de ideas y la resolución de problemas.
Gestión de recursos tecnológicos
El e-liderazgo también implica una gestión eficiente de los recursos tecnológicos. Esto abarca desde la selección adecuada de plataformas educativas hasta la garantía de la disponibilidad de herramientas digitales necesarias para el aprendizaje remoto.
Los e-líderes deben asegurarse de que la infraestructura tecnológica esté actualizada y sea accesible para todos los participantes.
Desarrollo profesional continuo
En el ámbito educativo digital, la capacitación constante es esencial. Los e-líderes tienen la responsabilidad de liderar programas de desarrollo profesional que permitan a los educadores mejorar sus habilidades digitales. Esto garantiza que el personal educativo esté equipado para enfrentar los desafíos cambiantes y aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología.
El e-liderazgo no es simplemente una respuesta a la necesidad de educación en línea, es una filosofía que abraza la transformación digital como un medio para mejorar la calidad educativa.
Conde concluye que, en la era digital, los líderes educativos deben adoptar un enfoque proactivo, cultivando un entorno que fomente la innovación, la colaboración y la excelencia académica. “El e-liderazgo, por lo tanto, se erige como un componente esencial para el éxito de las instituciones educativas en el siglo XXI”.