Digitalizar para mejorar: el método Lean como motor de transformación empresarial

En el contexto de los negocios, la combinación del método Lean con la digitalización se traduce en una ventaja competitiva significativa. Las empresas que adoptan prácticas Lean digitalizadas logran mayor flexibilidad, reducción de tiempos de entrega y una mejorada experiencia para el cliente. Esta combinación impulsa la innovación continua y permite tomar decisiones más rápidas y precisas, factores clave en un entorno empresarial cada vez más exigente.
Daniel Choque, docente de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que el método Lean se aplica en diversos sectores, incluyendo servicios, salud, educación, tecnología y más, con el objetivo de mejorar la eficiencia y reducir el desperdicio en los procesos. “El método Lean se basa en eliminar aquellos componentes que no generan valor. Los principios de este método son: eliminar residuos, el tema de la mejora continua, y de identificar valor”, sostiene el académico.
El método Lean es una filosofía de gestión empresarial enfocada en maximizar el valor para el cliente mientras se minimiza el desperdicio. Los desperdicios más comunes que se buscan minimizar son: sobreproducción, espera, transporte, exceso de procesamiento, inventario, movimientos, defectos y el desaprovechamiento de la creatividad del personal. Con la incorporación de la tecnología, este enfoque se ha adaptado a distintos sectores, desde la industria hasta los servicios y las startups.
La digitalización ha transformado radicalmente la forma en que las organizaciones operan, introduciendo herramientas tecnológicas que automatizan procesos, mejoran la comunicación interna y externa, y ofrecen nuevas fuentes de información mediante el análisis de datos.
Actúa como un acelerador clave para la adopción y el éxito del método Lean, permitiendo que los principios de mejora continua y eliminación de desperdicios alcancen nuevos niveles de eficiencia y agilidad. “Este enfoque de Lean lo que hace es identificar ciertos escenarios en un proyecto, para poder dar solución a ciertos problemas”, sostiene Choque.
Este método surgió en la industria automotriz japonesa, específicamente en Toyota, como una forma de hacer más con menos. Durante décadas, fue sinónimo de procesos manuales, pizarras en planta y observación directa en el terreno. Sin embargo, la tecnología ha amplificado su potencial. Hoy, herramientas digitales permiten detectar desperdicios con mayor rapidez, monitorear procesos en tiempo real y tomar decisiones basadas en datos concretos.
La automatización, la inteligencia artificial, los sensores IoT (Internet de las cosas) y los dashboards interactivos se han convertido en aliados naturales de la filosofía Lean. Gracias a ellos, las empresas pueden mapear flujos de valor, identificar cuellos de botella y eliminar ineficiencias con una precisión que antes era impensada. “Se desarrollan planes de negocio, donde se debe demostrar tres elementos principales, el estudio comercial, el estudio técnico y el estudio financiero”, sostiene Choque.
La transformación digital también ha cambiado el acceso a la información. Con plataformas colaborativas y sistemas en la nube, todos los niveles de la organización pueden compartir datos, detectar oportunidades de mejora y coordinar acciones de forma más ágil. Esto potencia el empoderamiento de los equipos, uno de los pilares clave de Lean.
Un estudio del Journal of Manufacturing Systems (2022), sobre la integración de Lean y digitalización en pymes manufactureras, encontró que aquellas que adoptaron tecnologías como sensores IoT y software de gestión lograron una reducción del 15 al 20 % en desperdicios (materiales, tiempo, energía).
El resultado fue que la digitalización facilitó la implementación del método en empresas con recursos limitados, al reducir la necesidad de consultores externos. Esto incrementó en un 10 % la satisfacción del cliente, debido a entregas más rápidas y productos de mayor calidad, permitiendo que empresas pequeñas logren resultados comparables a los de grandes corporaciones.
Un estudio de McKinsey evaluó la adopción del método Lean en empresas con digitalización avanzada en Europa, donde encontraron que las organizaciones con herramientas digitales (como software de mapeo de procesos o ERP) redujeron los tiempos de ciclo entre un 20 y 35 % más que aquellas que usaban métodos manuales.
“Para poder entender que la agilidad hoy en las organizaciones es clave. Pero, sobre todo, nosotros tenemos que tener herramientas para optimizar resultados”, explica José Copana, también docente de la carrera de Administración de Empresas de Unifranz.
La digitalización actúa como un acelerador clave para la adopción y el éxito del método Lean en diversas industrias, permitiendo que los principios de mejora continua y eliminación de desperdicios alcancen nuevos niveles de eficiencia y agilidad. A continuación, se destacan los principales mecanismos:
- Datos en tiempo real y visibilidad: La digitalización permite recopilar, analizar y visualizar datos de producción y logística en tiempo real, facilitando la toma de decisiones rápidas y la identificación de cuellos de botella o desperdicios.
- Automatización y flexibilidad: La integración de tecnologías como IoT, robots y software de gestión automatiza procesos manuales, reduce errores y aumenta la flexibilidad operativa, permitiendo a las empresas adaptarse rápidamente a cambios en la demanda o el suministro.
- Mejora continua digitalizada: Las soluciones digitales potencian la cultura Lean al empoderar a los empleados con información y herramientas colaborativas, acelerando la implementación de mejoras y facilitando la experimentación y el escalado de cambios exitosos.
- Reducción de costos y aumento de ROI (Retorno sobre la inversión): La gestión digital de procesos Lean mejora el control, reduce tiempos muertos y costos, y acelera el retorno de la inversión gracias a la optimización y el seguimiento preciso de los resultados.
- Estandarización y capacitación: La digitalización permite la estandarización de procesos y la capacitación digital de los trabajadores, facilitando la adopción de metodologías Lean y la cultura de mejora continua.
La cultura de este método gana impulso cuando las personas cuentan con información clara, accesible y en tiempo real. Las soluciones digitales convierten los datos en decisiones, y esas decisiones en acciones concretas. Así, la mejora ya no depende de la intuición, sino de la evidencia. Pero no se trata solo de herramientas, sino de mentalidad. La transformación digital y el método Lean comparten un enfoque similar: eliminar lo innecesario, enfocarse en lo esencial, actuar con agilidad y poner al cliente en el centro. Juntas, forman una dupla poderosa para liderar en un entorno de cambio constante.