Por Manuel Filomeno
“Normalmente, evito comentar publicaciones polémicas porque después me atacan personalmente en los comentarios, es frustrante ver cómo sólo los comentarios más extremos reciben atención”, señala Fabián Castro, un abogado de 38 años.
Castro es un ávido consumidor de información escrita “no sólo por trabajo, también por placer y para tener temas de conversación”, indica. Gran parte de esta lectura la realiza a partir de publicaciones en redes sociales.
“Casi siempre que encuentro un link con un tema polémico veo comentarios atacando la publicación, pero se nota que no leen, sólo atacan el titular. Lo malo es que estos ataques terminan por desanimar a las personas que sí quieren comentar algo constructivo y se asustan con la virulencia de algunas opiniones y se quedan callados”, agrega.
Este fenómeno es conocido como la «espiral del silencio» un término acuñado por la científica política alemana Elisabeth Noelle-Neumann en 1974, quien señala que las opiniones predominantes en la sociedad influyen en el comportamiento de las personas, especialmente en su disposición a expresar sus opiniones en público, algo que se ve amplificado en las redes sociales.
“Según la teoría de la espiral del silencio, las personas tienen un deseo natural de pertenecer a la corriente dominante de opinión en la sociedad. Por lo tanto, si alguien percibe que su opinión es minoritaria o contraria a la opinión predominante, es menos probable que la exprese abiertamente por temor al rechazo social, la marginación o la pérdida de estatus”, explica Marco Antonio Chambi, docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
Según la teoría de Noelle-Neumann, el concepto de «espiral» se refiere a la dinámica en la que las opiniones dominantes se refuerzan a sí mismas, mientras que las opiniones minoritarias tienden a ser silenciadas o marginadas. A medida que las personas perciben que una opinión es cada vez más dominante en la sociedad, es más probable que se sientan presionadas para adoptar esa opinión o, al menos, para abstenerse de expresar una opinión contraria.
“Las redes sociales pueden influir significativamente en la espiral del silencio al proporcionar un nuevo contexto para la interacción social y la expresión de opiniones, generando distorsiones en la opinión pública y acallando las opiniones minoritarias”, agrega el experto.
La espiral del silencio puede causar que las personas eviten expresar opiniones contrarias a las mayoritarias en redes sociales por una variedad de razones, lo cual impacta en la calidad del debate público y en la amplificación de las opiniones extremas.
“Las redes sociales pueden crear un ambiente donde las personas temen ser juzgadas, criticadas o rechazadas por expresar opiniones que difieren de la corriente dominante. El miedo al ridículo o al aislamiento puede llevar a las personas a autocensurarse y evitar expresar opiniones que podrían ser impopulares”, manifiesta.
Por otra parte, las personas interactúan con sus conexiones y seguidores, lo que puede intensificar la presión para conformarse a las normas y expectativas del grupo.
Según Chambi, esto puede hacer que las personas se sientan obligadas a adoptar las opiniones predominantes en su entorno en línea y evitar expresar opiniones que podrían ser percibidas como desviadas o controvertidas.
Asimismo, el anonimato relativo y la distancia física que ofrecen las redes sociales pueden llevar a comportamientos negativos, como el ciberacoso y las represalias por expresar ciertas opiniones. El temor a ser objeto de ataques o críticas severas puede llevar a las personas a autocensurarse y evitar expresar opiniones que podrían ser mal recibidas por otros usuarios.
A consecuencia de estas razones, la presencia de desinformación y polarización en las redes sociales puede crear un entorno en el que las personas se sientan abrumadas o confundidas, lo que puede hacer que evitan expresar opiniones contrarias por temor a ser desacreditadas o malinterpretadas en medio de la confusión.
Finalmente, los algoritmos utilizados por las plataformas de redes sociales para personalizar el contenido podrían limitar la exposición de una persona a perspectivas divergentes, lo que puede hacer que se sientan menos inclinadas a expresar opiniones que podrían ser minoritarias en su entorno en línea.
“Las personas pueden evitar expresar opiniones contrarias en redes sociales debido al temor al rechazo social, la presión del grupo, el miedo al ciberacoso y las represalias, la presencia de desinformación y polarización, y el impacto del filtrado algorítmico y las burbujas de filtro. Estos factores pueden contribuir a la espiral del silencio en línea, donde las opiniones minoritarias son silenciadas o marginadas en el ciberespacio”, señala.
¿Cómo se manifiesta la espiral del silencio?
Chambi indica que hay, al menos, cinco maneras en las que la espiral del silencio se manifiesta en las redes sociales, estas van desde la proliferación de noticias falsas o manipuladas, la amplificación de opiniones dominantes y la polarización de la opinión pública, la cual puede derivar en ciberacoso.
- Desinformación y manipulación. Las redes sociales pueden ser utilizadas para difundir información falsa o sesgada con el objetivo de influir en la opinión pública y manipular la conversación en línea. Esto puede distorsionar la percepción pública y afectar la dinámica de la espiral del silencio al crear una falsa impresión de consenso o al exagerar ciertas opiniones.
- Amplificación de opiniones dominantes. En las redes sociales las opiniones y temas populares pueden recibir una mayor visibilidad y amplificación, lo que puede dar la impresión de que son más prevalentes de lo que realmente son. Esto puede crear una presión percibida para conformarse con las opiniones dominantes y desalentar la expresión de puntos de vista divergentes.
- Presión de grupo y polarización. La naturaleza de las redes sociales, donde las personas interactúan con sus conexiones y seguidores, puede intensificar la presión para conformarse a las normas y expectativas del grupo. Esto puede llevar a una mayor polarización y a una menor tolerancia hacia las opiniones divergentes, lo que a su vez puede hacer que las personas se sientan menos dispuestas a expresar puntos de vista que podrían ser controvertidos o impopulares.
- Represalias y ciberacoso. El anonimato relativo y la distancia física que ofrecen las redes sociales pueden llevar a comportamientos negativos, como el ciberacoso y las represalias por expresar ciertas opiniones. El miedo a ser objeto de ataques o críticas severas puede llevar a las personas a autocensurarse y evitar expresar opiniones que podrían ser impopulares.
- Filtrado algorítmico. Los algoritmos utilizados por las plataformas de redes sociales para personalizar el contenido pueden contribuir a la espiral del silencio al mostrar principalmente contenido que refleja las opiniones y preferencias de una persona. Esto puede crear una «burbuja de filtro» que limita la exposición del usuario a perspectivas divergentes y refuerza las opiniones predominantes en su entorno en línea.
“Las redes sociales pueden tener un impacto significativo en la espiral del silencio al influir en la percepción de la opinión pública, limitar la exposición a perspectivas divergentes y aumentar la presión social para conformarse con las opiniones predominantes. Esto plantea desafíos importantes para la diversidad de la conversación pública en línea y destaca la importancia de fomentar un entorno en línea inclusivo y respetuoso”, finaliza el experto.