Desde mal aliento hasta infartos, las consecuencias de no tener una adecuada salud bucal

Desde mal aliento hasta infartos, las consecuencias de no tener una adecuada salud bucal

Hay pocas cosas peores que un dolor de muelas, es una sensación intensa, desesperante y difícil de calmar, sin embargo, el no cuidar nuestros dientes puede tener consecuencias peores, que llegan incluso a la muerte.

Esto se debe, principalmente, a la falta de prevención de parte de los pacientes, señala Álvaro Ibañez, director de la carrera de Odontología en Unifranz.

“La prevención es la base fundamental para mantener la salud oral y como futuros odontólogos no sólo se preparan para tratar afecciones, sino que se enfocan en educar a la población sobre prácticas de higiene bucal efectivas. Esta es una perspectiva que se alinea con la necesidad urgente de acceso a la prevención y el tratamiento en salud oral a nivel global”, afirma.

La mala higiene dental puede causar una serie de enfermedades crónicas importantes, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias, enfermedades renales, accidentes cerebrovasculares, demencia y problemas en el embarazo. Además, la mala salud bucal genera impactos sociales negativos y reduce la calidad de vida de una persona

“Casi todos tenemos caries porque asistimos al dentista sólo cuando hay dolor y ya es tarde (…). La salud comienza en la boca y si no tenemos una buena masticación, tendremos problemas estomacales; si hay infección, podríamos tener problemas del corazón, una endocarditis bacteriana o pulmonar; o sea, es un todo conectado e integral”, explica la vicepresidenta del Colegio Nacional de Odontólogos, Lady Mollinedo.

Esto es especialmente alarmante, tomando en cuenta que, según un estudio realizado por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), en Bolivia, el 89% de la población sufre de caries dentales. El país es el segundo en las estadísticas de esta enfermedad, después de Paraguay y antes de Chile.

Unifranz
Este problema afecta principalmente a los niños menores de seis años que tienen la dentadura temporal o de leche

Entre las afecciones más graves que pueden ser causadas por una mala salud bucal podemos citar:

●        Gingivitis: es un tipo de enfermedad periodontal que consiste en el sangrado de las encías causado por un exceso de placa bacteriana. Se trata de un problema reversible si se trata a tiempo, ya que puede derivar en una periodontitis, cuyas consecuencias son más graves.

●        Periodontitis: como la gingivitis, se trata de una enfermedad periodontal. En este caso, la infección y la inflamación de las encías puede ocasionar la pérdida de las piezas dentales.

●        Halitosis: el mal aliento se produce por la acumulación de bacterias en la boca que producen compuestos volátiles de sulfuro responsables del mal olor.

●        Enfermedades cardiovasculares: las bacterias presentes en la boca pueden filtrarse hasta el torrente sanguíneo cuando existe inflamación y sangrado de encías, incrementando las probabilidades de sufrir un infarto. Además, en ocasiones estas bacterias provocan inflamaciones e infecciones graves en personas con lesiones cardíacas previas o defectos congénitos al alojarse en los revestimientos interiores y válvulas del corazón.

●        Enfermedades pulmonares: el incremento de bacterias bucales en los pulmones agrava la patología previa en personas que padecen algún tipo de enfermedad pulmonar.

●        Diabetes: las personas diabéticas que no mantienen una correcta higiene bucodental presentan una mayor dificultad a la hora de controlar su nivel de azúcar en sangre.

●        Problemas en el embarazo: una mala salud oral de la madre incrementa el riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, como un parto prematuro, el bajo peso del bebé al nacer y una mayor probabilidad de preeclampsia en la gestante.

Sin embargo, el problema más común y el más fácil de tratar son las caries dentales. La caries es la destrucción de los tejidos duros de los dientes causada por los ácidos de la placa bacteriana que se acumula en la boca si no se retira correctamente.

Este problema afecta principalmente a los niños menores de seis años que tienen la dentadura temporal o de leche. “Todos tienen por lo menos un diente o un molar cariado”, dice Mollinedo.

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Casi todos tenemos caries porque asistimos al dentista sólo cuando hay dolor y ya es tarde

“(…) El índice es altísimo. No hay una buena higiene. Vemos niños que a los siete años ya lo están perdiendo, pese a que ese molar es muy importante porque nos da una mejor masticación y oclusión”, indica la vicepresidente del Colegio Nacional de Odontólogos.

Por ese motivo, los profesionales recomiendan asistir al dentista de forma periódica. Por ejemplo, los niños deben visitar al dentista cada seis meses. En los adultos, la frecuencia varía según el caso y los hábitos alimenticios. Adicionalmente, se recomienda una buena limpieza bucal cada año.

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