Del aula al agua: estudiantes de Unifranz diseñan robots para rescate y limpieza ambiental

By Aldo Juan Peralta Lemus

Imagen Unifranz

El vertiginoso avance de la robótica, la inteligencia artificial, los sistemas satelitales, el big data y los sensores de bajo costo están abriendo nuevas fronteras en la investigación y la aplicación tecnológica. En este contexto, estudiantes de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, combinan creatividad y conocimiento para diseñar robots con propósito: desde dispositivos para buceo, rescate de personas, hasta prototipos para la limpieza de lagos y ríos. Estos proyectos son puestos a prueba en competencias dinámicas, donde el aprendizaje se mezcla con la diversión

Noemí Moller, directora de la carrera de Ingeniería de Sistemas de Unifranz, sostiene que estos proyectos son fruto del esfuerzo conjunto entre estudiantes y docentes líderes de la comunidad dedicada al desarrollo e implementación de hardware.

“Estos proyectos tienen que ver con lo que es robótica y mecatrónica, que, unidas a la inteligencia artificial, permiten realizar investigaciones con aplicación e impacto en nuestro medio, en la sociedad y en el medio ambiente”, enfatiza Moller.

Los robots acuáticos son dispositivos diseñados para operar en la superficie o bajo el agua. Pueden ser autónomos u operados a distancia, y se utilizan en tareas diversas como investigación, inspección, recolección de datos o incluso limpieza de océanos.

Uno de los aspectos más notables de estas iniciativas es que muchos proyectos se construyeron con recursos limitados. Los equipos trabajaron con materiales reciclados y componentes básicos, pero con un alto nivel de ingenio. Esto no impidió que los robots funcionaran de manera efectiva en el agua.

Owen Terceros, estudiante de Ingeniería de Sistemas en Unifranz, sostiene en sus manos una lancha de color negro, con incrustaciones verdes que sobresalen como espinas dorsales, similares a las de Godzilla. En uno de los extremos se aprecian elementos clave como el timón de dirección y una antena receptora de señal, ya que la lancha es manejada y controlada a más de 20 metros de distancia mediante un control inalámbrico.

“Mi prototipo es un barco. Tiene un motor que gira en la parte de la hélice. Para el timón, utilizo una polea controlada por un motor, todo operado por radiofrecuencia debido a la distancia. Todo está coordinado por un microcontrolador interno”, explica emocionado Terceros, después de que su prototipo superará la prueba de navegación en una piscina semiolímpica.

El nombre de la lancha es Papidzilla. El grupo desarrollador está conformado por cinco integrantes: Cristian D’Alessandro Benítez Peña, Nicolás Gonzales Urdininea, Adrián Christian Pinto Calvetty, Owen Oscar Terceros Vera y Fabricio Gabriel Torrez Torrez. Este último comenta que el barco puede modificarse según los requerimientos; en este caso, el enfoque fue la velocidad.

“Estamos utilizando un microprocesador Arduino y un motor Brushless, que es de alta velocidad, junto con un sistema de radiofrecuencia compuesto por una antena, un joystick y botones para controlar el movimiento del barco”, explica Torrez, quien no descarta desarrollar un prototipo más grande y potente. A pesar de sus 40 centímetros de largo, Papidzilla ha rendido de manera óptima en las pruebas, especialmente durante los recorridos de mayor distancia en la piscina.

Así como Terceros y Torrez, más de 30 grupos participaron en el Grand Prix Aquabots, desarrollando y construyendo sus propios modelos. Los prototipos fueron puestos a prueba en la piscina semiolímpica del Centro de Entrenamiento Naval, en La Paz, donde los equipos se enfrentaron en una competencia cargada de creatividad, innovación y alta tecnología.

Los beneficios de desarrollar y construir robots acuáticos

El desarrollo de estos prototipos ofrece múltiples beneficios educativos, científicos y sociales, especialmente en el contexto de la educación superior, donde se fomenta la innovación, el aprendizaje interdisciplinario y la resolución de problemas reales.

José Araníbar, docente de Ingeniería de Sistemas en Unifranz, destaca la responsabilidad que tienen los profesionales de transformar sus habilidades en soluciones que beneficien a la sociedad.

“Estamos orgullosos de lo que hemos creado. Muchos concursos de robótica no se atreven a utilizar el agua, porque es bien sabido que la electrónica y el agua no se llevan bien. La gente teme que los circuitos se dañen si no están bien impermeabilizados. Pero debemos vencer esos miedos y superar esas fronteras”, enfatiza Araníbar.

Un estudio sobre tecnologías de sensores para robots acuáticos, publicado en ScienceDirect en 2023, señala que los proyectos universitarios en robótica acuática y submarina fomentan habilidades clave en inteligencia artificial, aprendizaje automático y diseño de sensores. Entre los beneficios más destacados están:

  • Fomento de habilidades: La construcción de robots acuáticos fortalece el pensamiento computacional, la programación, la electrónica y la ingeniería.
  • Aprendizaje interdisciplinario: Integra física, ingeniería, IA e incluso biología marina, promoviendo la colaboración entre carreras diversas.
  • Acceso a tecnología avanzada: Las universidades proporcionan herramientas como sensores y sistemas de IA, acercando a los estudiantes a entornos profesionales reales.
  • Resolución de problemas reales: Los estudiantes abordan desafíos como la contaminación, el cambio climático o la exploración submarina, motivando especialmente a quienes provienen de contextos desfavorecidos.

Los robots creados por estos futuros ingenieros no son meros ejercicios académicos. Muchos tienen el potencial de escalar y responder a necesidades reales en el ámbito ambiental, industrial o de gestión de emergencias. Su diseño modular, bajo costo inicial y flexibilidad les otorgan una gran capacidad de adaptación y mejora.

“Los proyectos que hemos visto son escalables. Por ejemplo, ya se está explorando la posibilidad de usarlos para la limpieza del lago Titicaca, un lugar turístico que podría beneficiarse enormemente. Incluso podríamos utilizar estos robots para estudiar la vida marina local”, añade Araníbar.

Estas experiencias también fortalecen la equidad en el acceso a tecnología avanzada. Para muchos estudiantes, esta es su primera incursión en la robótica, y cada prototipo construido representa más que un experimento: es una muestra tangible de lo que la educación puede lograr cuando se une con propósito e innovación.

avatar do autor
Aldo Juan Peralta Lemus

Deixe um comentário

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *