La Paz. Febrero. Tras haber sido detenido en Panamá en 2002, sin que se le explique las razones de su detención, el ciudadano ecuatoriano Jesús Tranquilino Vélez Loor, fue sometido a torturas e injusticias por miembros de la policía panameña, quienes le generaron daños físicos y psicológicos que hasta el día de hoy repercuten en su salud.
Con el propósito de generar un capital económico, el Sr. Vélez decidió emprender un viaje a Panamá, donde fue detenido y juzgado sin argumento legal por la Dirección Nacional de Migración y Naturalización, dependiente del Ministerio de Gobierno y Justicia, la cual no tenía atribuciones establecidas en la ley, como imponer penas privativas de libertad.
Al momento de su detención, la policía disparó armas de fuego obligándolo a lanzarse al suelo para posteriormente quitarle sus documentos personales. A partir de ese momento, el Sr. Vélez fue sometido a una serie de vejámenes tanto en el centro penitenciario de La Palma como en el de La Joyita, lugares que se caracterizaban por encarcelar a los delincuentes más peligrosos de Panamá y por ser centros con un alto índice de hacinamiento.
Ante los abusos a los que eran sometidos él y otros reos, lideró una huelga de brazos caídos, pero este hecho generó mayor represión hacia él. A raíz de ello, le propinaron golpes en la cabeza que le causaron dolencias y desmayos; asimismo, al estar expuesto a productos contaminantes y a condiciones insalubres, empezó a desarrollar enfermedades gástricas y úlceras. Ambos problemas no fueron atendidos a tiempo por personal del servicio médico.
Durante dos años de reclusión, pena que le fue impuesta de manera injusta, Jesús Vélez fue castigado diariamente por la policía a cargo de los centros penitenciarios en los que estuvo recluido. En 2003, nuevamente inicia una huelga, esta vez, se cose los labios, con el objeto de lograr una comunicación inmediata con el Consulado de Ecuador en Panamá, sin embargo, tal acción tuvo consecuencias negativas que terminaron en castigos sanguinarios, causándole complejos problemas de salud.
Fue en 2003 que se emitió la resolución N° 8230, que dejó sin efecto la resolución ilegal N° 7306, a través de la cual el Sr. Vélez fue sentenciado a dos años de cárcel. De esta forma se procedió a otorgar y la libertad inmediata del ciudadano ecuatoriano. Es importante resaltar que fue expulsado de Panamá; en ese momento el Sr. Vélez se encontraba en estado moribundo, no podía caminar pues había perdido sensibilidad en la planta de los pies, los brazos los tenía adormecidos, la visión la estaba perdiendo y tenía traumatismo craneal, situación que lo avergonzaba, lo alejó de su entorno próximo y hasta lo llevó incluso, a pensar en el suicidio.
De acuerdo a un peritaje realizado por el Instituto de Terapia e Investigación sobre las Secuelas de la Tortura y la Violencia Estatal (ITEI – Bolivia), se estableció que Jesús Vélez fue objeto de tortura, hecho por el que aún presenta secuelas físicas, psíquicas, familiares y sociales.
Tras haber pasado por episodios teñidos de injusticia, sin respaldo de abogados ni de auspiciadores, el Sr. Vélez se dirigió a la Comisión Interamericana con el propósito de denunciar el maltrato al que eran sometidos los privados de libertad, que en muchos casos eran encarcelados por temas migratorios, como lo sucedido con él, que pese a tener sus documentos fue arrestado de manera ilegal y no fue notificado del porqué de su detención.
Después de haber presentado los argumentos de su denuncia en base a artículos citados en la Convención Americana y que hacen referencia al tema de Derechos Humanos, en 2009 la Comisión Interamericana aprobó el informe 37/09 del caso 12.581, Jesús Tranquilino Vélez Loor versus Panamá. En el informe la Comisión concluyó que el Estado panameño violó los artículos 5 (Derecho a la Integridad Personal), 7 (Derecho a la Libertad Personal), 8 (Garantías Judiciales), 25 (Derecho a la Protección Judicial), en conjunción con violaciones a los artículos 2 y 1.1. de la Convención Americana. La Comisión, concluyó, asimismo, que el Estado violó los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana contra la tortura, por no investigar adecuadamente alegaciones de tortura del Sr. Vélez.
Posterior a lo ocurrido, Jesús Vélez comenzó un trabajo en defensa de los Derechos Humanos en organismos internacionales como: la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), también fue parte del equipo jurídico de la Universidad de Harvard y del Instituto de Terapia e Investigación Contra Torturas y Secuelas Estatales (ITEI).
Con la lucha del Sr. Vélez nace el primer caso contencioso en el continente americano sobre los derechos humanos de los migrantes, brindando a la Corte Interamericana una oportunidad histórica de concretar los principios y la protección de los Derechos Humanos a los migrantes y a los privados de libertad a fin de que todos los Estados del continente garanticen el respeto a los Derechos Humanos. Asimismo, el Sr. Vélez consiguió que se demoliera un centro penitenciario a raíz de las denuncias hechas.
A partir de los argumentos reflejados por Jesús Vélez y de su lucha y activismo a favor de los Derechos Humanos, el Dr. Fernando Miranda PhD, destacado académico y Director de Postgrado de UNIFRANZ La Paz, y el Dr. Víctor Hugo Chávez, concordaron en que el Sr. Vélez es un candidato ideal para ser postulado al reconocimiento máximo del premio Nobel de La Paz, y es así que ambos presentaron la solicitud respectiva al Comité, que en un plazo próximo brindará una respuesta a la solicitud efectuada. Dicha postulación en concordancia con el respaldo brindado por el Centro para la Justicia y el Derecho Internacional CEJIL con sede en Washington, D.C., y el ITEI con sede en La Paz.
Para UNIFRANZ La Paz es un honor contar con académicos que fomenten la lucha a favor de la justicia, la igualdad, la libertad y los Derechos Humanos.
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