La educación para la vida es uno de los pilares fundamentales que deja la Universidad Franz Tamayo, Unifranz Cochabamba, en sus 106 profesionales de sus 11 distintas carreras. En el cuarto acto de graduación, y último del año, se les encomendó la tarea de ser responsables con el medio ambiente, con la sociedad y mantener esa “integridad” que desarrollaron en el tiempo de sus estudios.
“Unifranz no sólo nos proporciona los instrumentos esenciales para nuestro desarrollo académico y profesional, sino que nos obsequia valiosos conocimientos que nos acompañan en nuestra vida. Quiero expresar un cálido agradecimiento a la institución que nos formó a lo largo de estos años”, declaró María Fernanda Aliss Márquez, estudiante graduada con los mejores promedios, la valedictorian.
En su discurso resaltó que la universidad les dio los instrumentos para hacer posible lo “imposible”. “Nos brindaron las herramientas para creer en nosotros mismos y alcanzar las metas que nos propusimos”.
Este acto de colación, no sólo representó el cierre de una etapa educativa, sino también el inicio de un nuevo capítulo de desafíos y oportunidades. La arquitecta y rectora nacional de Unifranz, Verónica Ágreda, hizo énfasis en que los estudiantes poseen las herramientas, los valores y la voluntad para formar el futuro. “Quiero creer en ustedes, quiero creer en esa responsabilidad ambiental, en esa responsabilidad social, en esa integridad que han desarrollado a lo largo de estos años”.
Los jóvenes recibieron el título de licenciatura en 11 diferentes carreras que incluyen: Medicina, Bioquímica y Farmacia, Odontología, Administración de Empresas, Ingeniería Comercial, Ingeniería Económica y Financiera, Diseño Gráfico y Producción Crossmedia, Publicidad y Marketing, Ingeniería de Sistemas, Psicología, Derecho e Ingeniería de Sistemas..
La atmósfera vibrante del salón se hizo presente con la promesa de nuevas etapas y la culminación de años de esfuerzo y dedicación. Entre las brillantes luces y los murmullos expectantes, cada estudiante que cruzó el umbral de la titulación llevó consigo no sólo un diploma, sino una historia única de perseverancia y crecimiento.
Antes de comenzar la ceremonia, los estudiantes recordaron con nostalgia los momentos más significativos en el campus. “Extrañaré esas amistades tan bonitas que uno forma, ese bonito ambiente académico que existe en el aula.” contó Pedro Zampieri, titulado de la Carrera de Medicina.
“Las competencias del Doctor Rally, siempre eran en equipo. Era compartir y volvernos familia, más que amigos. Extrañaré estudiar con ellos en la universidad” comentó Andrea López, de Medicina. Por otro lado, las travesuras también fueron recordadas. Hassan Eid Goldman de la misma carrera, recordaba cómo en primer año estuvo oliendo a formol por tres días después de jugar con este compuesto. Recalcó que siempre guardará el tiempo que vivió en la universidad.
Los jóvenes y sus familiares no dejaron de expresar su gratitud a la universidad que los llevó por un camino lleno de experiencias enriquecedoras. “La universidad cumplió con todos los compromisos que nos hicieron al momento de inscribimos” dijo Eileen Vaca Costa, madre de Daniela.
Los padres se convirtieron en un pilar fundamental en la ceremonia y ellos expresaron su orgullo a sus hijos por haber alcanzado su sueño. “Fue un camino difícil, pero al poner de su parte el recorrido se hizo rápido, con mucha tenacidad y mucha fuerza. La etapa que está culminando mi hija, también es un logro para nosotros”, dijo Lorgia Carpio madre de Estefany.