Crisis climática global demanda comercio internacional con enfoque sustentable

Crisis climática global demanda comercio internacional con enfoque sustentable

La preocupación mundial por el medio ambiente es más elocuente en este tercer decenio del siglo XXI. Recientemente, temas como la crisis climática, la sostenibilidad y la transición energética estuvieron en la mira de los expertos que se dieron cita en Davos, Suiza, durante el World Economic Forum – WEF (Foro Económico Mundial).

Con sus luces y sombras, los países buscan generar políticas medioambientales eficientes. Uno de los ejes temáticos apunta al comercio como uno de sus factores gravitacionales, más aún cuando países como China e India protagonizan una lucha encarnizada por una mayor participación económica internacional.

Carlos Andia, docente de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, participó en el WEF junto a más de 1.500 especialistas. Asegura que, desde hace algunos años, el mundo está dando especial atención al comercio internacional con enfoque sustentable, porque tanto la producción como el transporte de bienes está incidiendo dramáticamente, en la huella de carbono.

“Los objetivos de desarrollo sostenible plantean una serie de ajustes y mejoras para el desempeño económico, social, político e institucional en todo el mundo. A través de los ODS se han fijado metas importantes respecto a la reducción de la huella de carbono, a la reducción del uso de combustibles fósiles y la búsqueda de energías alternativas como la eólica o la eléctrica”, dice el experto.

Andia pone como ejemplo tangible que ciudades como Estocolmo (Suecia) están generando energía eléctrica a partir de los residuos sólidos y que, en Bolivia, ciudades como La Paz o Santa Cruz están proyectando lo mismo.

Respecto al comercio internacional como tal, puntualiza que hay dos fases que la propia organización Mundial del Comercio (OMC) monitorea. Uno está ligado al tema logístico como es el transporte de mercancías por diferentes medios (marítimo, terrestres, aéreo, multimodal) donde la energía principal es la fósil que está provocando contaminación por los gases de efecto invernadero que genera.

El otro aspecto tiene que ver con el proceso productivo de bienes, en particular, en países como China e India donde hay economía de escala para lograr una producción masiva, pero no tan amigable con el medio ambiente.

“Hay países que nos hemos especializado en materias primas o en conceptos industrializados, pero potencias en el comercio, como son China e India, que producen economías a gran escala, lo hacen con desniveles que dañan el medio ambiente”, dice Andia.

El experto asegura que, sin ir lejos, esta preocupación global ha generado una corriente mundial relacionada con la economía circular. Es decir, el desafío actual de los países es cómo reciclar y cómo generar nuevos bienes, a partir de “bienes cruzados o bienes de segunda mano”.

Un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) da cuenta que, en los últimos 50 años, el volumen del comercio mundial ha alcanzado un nivel 14 veces más al que tenía en 1.950, debido principalmente, a la eliminación de barreras comerciales tales como tarifas, cuotas de importación y demás restricciones.

Este estudio evidencia, al mismo tiempo, que durante el mismo período la diversidad de animales, plantas y ecosistemas se ha reducido dramáticamente en más de un 30%, además de los crecientes niveles de contaminación que han incidido notoriamente en la calidad de vida de los seres humanos.

Comercio Sostenible

El comercio internacional se posiciona como un contaminante ambiental. Busca nuevas formas sostenibles para el transporte

Cambio de procesos productivos

El cambio climático demanda a los países encarar una transformación en sus procesos productivos y el tipo de equipo que usan, para llegar a un 2030 de forma más optimista.

La transición hacia una economía sustentable o con bajas emisiones de carbono demanda la transformación previa de muchas actividades económicas, incluido el comercio internacional.  

Según Andia, el comercio internacional ya ha puesto limitantes a aquellos países que están contaminado, a partir de dos ejes transversales que tienen que ver con la medición de la huella de carbono y con la ética y transparencia.  

“Si quieres hacer una operación de comercio internacional que sea expedita, tienes que demostrar que tu proceso productivo no ha generado contaminación. Así estás reduciendo la huella de carbono (…)”, agrega.

El comercio, como cualquier actividad económica, genera emisiones de gases de efecto invernadero. En ese marco, se calcula que las emisiones de carbono generadas por la producción y el transporte de productos objeto de comercio representan un tercio de las emisiones mundiales de carbono, una proporción que ha descendido lentamente en los últimos años.

“Para que la trayectoria de descarbonización del comercio internacional sea satisfactoria, deben medirse y verificarse adecuadamente las emisiones de carbono generadas por el comercio, debe mejorarse la eficiencia de la producción y el transporte en cuanto a emisiones de carbono, y deben desarrollarse cadenas de suministro ambientalmente sostenibles”, concluye la OMC en el referido Informe.

 

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